Un profesor retirado de 83 años une sus dos pasiones, el bordado y la química

Historias
hace 1 año

La vida moderna absorbe nuestro tiempo, vitalidad y cordura día a día. Trabajamos sin parar y a veces sentimos que el tiempo no nos alcanza. Demasiado estrés, inconstancia, cansancio, falta de perspectiva, todo esto hace que la vida transcurra sin darnos cuenta. Pero las cosas no siempre tienen que ser así...

Hoy, Genial.guru te trae la historia de Martin, un profesor de química jubilado que nos enseña que la perseverancia puede ayudarnos a tener una vida mejor. ¡Disfruta la lectura!

Cómo comenzó todo

En 1999, cuando trabajaba en Filipinas, Martin comenzó a tener graves problemas de espalda, al punto que tuvo que regresar a los Estados Unidos para ser tratado. La cirugía no era una opción y los otros procedimientos no fueron de gran ayuda. Entonces, decidió dejar de enseñar y quedarse en casa.

Estaba próximo a jubilarse, y le angustiaba no saber qué hacer con su tiempo libre. Una amiga muy querida, madre de algunos de sus antiguos alumnos, le sugirió alguna actividad de costura: tejer, para ser más exactos. La idea le gustó e inmediatamente pensó en hacer una tabla periódica. La señora pensó que estaba loco y le sugirió otras cosas más sencillas. Mientras miraba los kits para principiantes, Martin dijo:

“Elegí un proyecto que se me antojaba perfecto, pero me dijeron que era para especialistas. Bueno, eso fue lo que escogí, cosí y me encantó lo que hice. Para eso, diseñé la Tabla Periódica, de qué tamaño sería, pedí ayuda para saber qué colores utilizar, y comencé. Mide 58×54 pulgadas.
Hice el diseño en mi computadora, usando la altura del paño disponible. Calculé el tamaño de cada ’cuadro’ y el tamaño de las letras y los números con la computadora. Los puse en la cuadrícula y comencé a coser. Nunca me imaginé que tardaría 20 años en terminar”.

El gran desafío

Martin continuó:

“Mientras cosía, se me ocurrió agregar un borde. Dibujé entonces el borde, elegí los colores, y mi trabajo se convirtió en un proyecto de cuatro años, un proyecto dispendioso y aburrido, sin duda. Cada línea constaba de casi mil puntadas, pero en punto de cruz, tienes que retroceder para completar la cruz, por lo que cada línea requería 2000 puntadas.

El borde tiene 45 líneas, ¡debía hacer esto 45 veces!

Al terminar las 45 vueltas, solo había completado la parte superior del borde. Había que hacer lo mismo tres veces más, en los lados laterales y en la parte inferior. Cuatro años después, y una infinidad de proyectos de punto de cruz en el medio, 30 o más en total, ya estaba terminado”.

Imagem cedida ao Incrível.club

¿Qué lo hizo persistir?

"Quería comenzar este proyecto y me encantó; la idea de dejarlo de lado nunca me pasó por la mente. No recuerdo haber abandonado nada que haya comenzado en toda mi vida, ya fuera un pasatiempo o la parte más importante de mi vida, la enseñanza y trabajar con niños, padres y maestros.

Alguien me preguntó qué me impulsaba a seguir adelante. ¿Cómo podía tener una vida feliz y plena? Así es como respondí, con algunas modificaciones menores: ’Acabo de cumplir 83 años. ¿Qué haces después de los 60, 70 o cualquier otra edad? Sentarte en casa, ver televisión, dormir, comer, ¡esperar el final! No, ¡eso no era para mí! Comencé a hacer ejercicio en serio a los 43 y nunca paré. Me preocupo por lo que como. Por las mañanas, por ejemplo, camino de dos a tres horas’.

Tuve que dejar de enseñar hace 20 años, pero nunca dejé de estar con niños y maestros, y de estar en un ambiente escolar. Dejar de ser maestro, ser alguien que inspira, saludar, dar una palmadita en la espalda, abrazar o simplemente hacer sonreír a la gente y levantarle el ánimo, ese fue un gran reto para este maestro de química.

Aprendí y, en poco tiempo, dejé de dejar huellas profundas en la vida de estudiantes, profesores y empleados. Es algo que realmente extraño en este momento. Pero mis tiktoks, mis muchos mensajes de video ’inspiradores’ me mantuvieron en contacto con todos. Eso me hace simplemente feliz.

Sabes, cuando pones toda tu vida, tu espíritu y tu mente en las manos de Dios, (y eso me ha sucedido muchas veces en la vida), las cosas nunca fallan. Dar gracias a Dios no solo me sostiene, también me mantiene feliz, me hace ir y venir. Y eso va a durar muchos años".

¿Ahora, qué pasará con la tabla?

Imagem cedida ao Incrível.club

“Está enmarcada. Un amigo, cuyo padre trabaja en el negocio de muebles, sugirió que lo hiciera. Su padre también es mi amigo. Creo que pensó que sería un trabajo sencillo, con una tabla pequeña, de 15 o 20 pulgadas cuadradas.

Se sorprendió de lo grande que era, pero dijo que lo haría, y lo hizo. Quedaron muy impresionados con lo ’limpia’ que estaba la parte de atrás y sugirieron que se enmarcara de manera que se pudiera ver por los dos lados. Y así fue como se enmarcó mi tabla periódica.

Ahora está en mi casa. Tan pronto como los alumnos puedan regresar a la escuela, probablemente la llevaremos a las dos instituciones en donde trabajo, la expondremos por un tiempo y luego la pondremos en un museo, pues ya he recibido propuestas de muchos de ellos para exhibirla. Cuando llegue el momento, tomaré la decisión”.

¿Algún consejo para los jóvenes?

“Sean sencillos, curiosos, audaces, exploren y cuestionen, pero nunca dejen que nada los moleste hasta el punto de no poder dormir. La preocupación y el estrés nunca resuelven nada, al contrario, suelen empeorar las cosas, pues te mantienen despierto toda la noche, y en la mañana el problema sigue ahí, pero tu mente está demasiado cansada para resolverlo”.

Sean como el hidrógeno y el oxígeno; solos, pueden ser peligrosos. Pero cuando resuelven sus diferencias y se unen, se convierten en la esencia de la vida misma: el agua. Los humanos podemos hacer lo mismo".

La perseverancia de Martin es una verdadera lección para todos nosotros. ¿Conoces a otras personas con historias similares? ¿Y tú, eres perseverante? ¡Cuéntanos en los comentarios!

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