La historia de una docente que, como la señorita Miel, adoptó a su alumna

Historias
hace 1 año

Con todo lo que implica formar una familia, hay valientes que toman la decisión y eligen adoptar niños. “En la convivencia hay días buenos y malos”, nos cuenta Miriam, una profesora de Argentina que decidió ser madre adoptiva y abrió un blog en el que escribe sobre los altibajos que esto significa. Como en un libro, relata su historia y la de su alumna, que necesitaba una mamá y consiguió una familia.

Courtesy of the family

Miriam y Néstor Marchese Coronel están casados desde 2011 y decidieron juntos ser padres adoptivos, ya que ella tiene un problema de fertilidad y podría tener embarazos muy riesgosos. “Decidí que este cuerpo no iba a traer hijos al mundo porque esa situación no era tolerable para mí”, reafirma ella. Pronto llegaron los primeros dos niños que convertirían a la pareja en mamá y papá.

Son padres desde 2018, luego de recibir y cuidar a Ian y a Lolo. En ese año de mucha espera y de trámites, pudieron encontrarse por primera vez y compartir una comida. “Nos fuimos con un dibujo de una casa con el nombre de los cuatro y una foto. Felices y con miedo de la tarea que teníamos que asumir, ser una familia por adopción”, explica Miriam en su blog.

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Por supuesto que no se trataba de una tarea fácil, sino más bien de un desafío que ambos aceptaron sin dudar. Poco a poco, los cuatro comenzaron a conocerse, con un par de peleas en medio, algo de lo más natural. Fue con amor y mucha paciencia como juntos supieron sortear cada discusión y salir más fortalecidos que nunca.

“A veces se enojaban e Ian nos decía que iba a pedir otra familia, y yo le explicaba que también la amenazaba a mi mamá de chica con que iba a irme, pero que esta familia era para siempre”, cuenta Miriam. Como suele pasar con las vueltas de la vida, cuanto todo parecía acomodarse de a poco, apareció Camila. Tal vez no lo sabían aún, pero la niña traería más felicidad y cambiaría sus vidas nuevamente.

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Camila era alumna de Miriam y de repente comenzó a faltar a clases. Preocupada, Miriam preguntó qué había pasado con ella y fue en ese momento cuando descubrió que la niña vivía en un hogar y que estaba esperando ser adoptada. Sin dudarlo, Miriam fue a su casa y habló con su esposo, quería que Camila fuera la quinta integrante de la familia.

“Cami tenía 16 años y su situación con la familia con la que se había vinculado anteriormente no funcionó; era algo muy similar a lo que habían atravesado mis otros dos hijos. Le dije a Néstor que era muy buena y que quería que la ayudáramos”, explica la mamá.

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Así fue como, nuevamente después de mucha espera y mucho papeleo, Camila se sumó a la familia Marchese Coronel. Esta vez se trató de una decisión mucho más compartida, pues ya no eran solo Miriam y Néstor quienes debían elegir. Destacan que el apoyo de los niños no faltó, ya que Ian expresó la importancia de adoptar a Cami porque era grande y le podía resultar más difícil conseguir familia.

Pronto comenzaron a compartir los altibajos entre los cinco, pero naturalmente, sortearon las peleas con amor y comprensión. “Cami habla en el auto de su familia de verdad y le pregunto si nosotros somos la falsa... No puede responderme. Hoy no estoy esperanzada, pero habrá que confiar en el proceso, en el tiempo, y siempre estaremos acá para ella”, se sincera con frecuencia Miriam.

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La reflexión de Miriam es valiosa, además de fundamental, pues no se trata de elegir a los niños a la hora de adoptar. No se eligen los hijos biológicos y tampoco los adoptivos; cuando las cosas se ponen difíciles, la devolución nunca es la salida. La enseñanza que deja en su blog es que hay que utilizar el amor, el respeto y la paciencia como banderas.

Hoy, Miriam acompaña a familias en talleres de parentalidad adoptiva porque entiende que no hay una receta mágica, todos tenemos problemas, pero debemos enfrentarlos. Queda comprobado entonces que el amor de un hijo puede provenir de cualquier parte, sin importar los factores externos como el origen o la edad. La familia Marchese Coronel es la prueba viviente de ello.

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¿Cuál es el valor o la norma más importante que se debe respetar en tu hogar? ¿Qué piensas sobre la adopción?

Imagen de portada Courtesy of the family

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