Es válida la sensación de incomodidad que tienes en este momento. Que tu esposo te haya dicho esto te generó una marea de sentimientos, pero lo importante ahora es saber cuáles son para poder actuar sobre ellos. Tendemos a culparnos por sentirlos, pero ser consciente de esto puede ayudarnos a explorar y relacionarnos con otras emociones, recuerdos y experiencias que tenemos arraigados, y descubrirlos puede llevarnos a tener un trato mucho más amable con nosotros mismos.
Escuchen sus puntos de vista. Una buena relación de pareja comienza con una amistad basada en la comunicación. Es importante saber qué es lo que tiene para decir y que él escuche lo que tienes para decirle, establecer un diálogo, pues eso les permitirá conocer todos los aspectos que sustentan la relación de pareja que tienen.
Pregúntale cuáles son sus intenciones. Puede que él te haya dicho eso porque quiere que mejores tus hábitos de alimentación. Proponle realizar actividades juntos, como cocinar, para que puedan lograrlo en equipo, pero no por una cuestión estética, sino para adoptar una mejor nutrición para toda la familia. Aunque también está la otra cara de la moneda; tal vez, sus intenciones estén dirigidas a poner un ultimátum a la relación basado en una cuestión física, sin tener en consideración tus sentimientos. En este caso, sería preciso analizar hacia dónde van como pareja.

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