11 Trucos psicológicos para resolver problemas con personas difíciles en el trabajo

Psicología
hace 2 años

La vida laboral constituye un eje importante en nuestra realización personal. Para tener éxito en ello, es recomendable procurarnos el desarrollo de habilidades para la interacción con nuestros semejantes, pues de otra manera, la falta de estas capacidades puede llevarnos a tener experiencias que al final nos restan calidad de vida.

En Genial.guru hemos preparado una lista de consejos que pueden ser muy útiles en caso de tratar con personas complicadas en el trabajo. Independientemente del rol que cumplas, te ayudarán a manejar la situación de forma profesional.

1. Identifica el tipo de persona

Los comportamientos de las personas difíciles suelen entrar en categorías de las cuales podemos identificar principalmente: aquellos que se sienten víctimas de todo, las personas que viven quejándose en cualquier momento, los que tienen un temperamento iracundo, los pesimistas y negativos, los que se obstinan en creer saberlo todo y las personas caprichosas y tercas.

Saber reconocer estos rasgos de la personalidad es una habilidad que te permitirá comprender mejor a la otra persona si la tratas usualmente. Sin embargo, cuida de no generalizar ni poner etiquetas en las personas. Ten en cuenta que si son individuos que no tratas muy a menudo y se muestran difíciles, probablemente se trate de alguien que simplemente no tuvo un buen día.

2. Permite que se expresen

Una persona es o puede convertirse en alguien difícil si siente que no está siendo tenida en cuenta. La gente es muy sensible a la posibilidad de ser malinterpretada o incomprendida, y probablemente se trate de que la persona no cuenta con habilidades para darse a entender. En este caso, permítele exponer su percepción de la situación y realiza las preguntas adecuadas con el objetivo de ayudarle a aclarar mejor la raíz del conflicto, sus intenciones o deseos.

3. Aprende a escuchar activamente

Saber escuchar es la clave de una comunicación efectiva. A veces asumimos que saber escuchar es guardar silencio mientras la otra persona habla, y en realidad se trata de intentar percibir e interpretar de manera correcta lo que el otro nos quiere transmitir; es una señal de respeto e indica que nuestra atención está presta al servicio del otro, donde es importante no interrumpir ni emitir juicios mientras se está expresando.

4. Conserva la calma

Las personas difíciles son el centro de atención a través de una discusión y dentro de esta, y esperan extenderse hasta que se les dé la razón. En estos casos, más vale ser creativo y responder de forma asertiva y con calma, con el fin de encontrar soluciones. Procura mantenerte centrado, no dejes que la situación te sobrepase y gobierne tus emociones.

5. Sé más consciente de ti

Procura autoindagarte constantemente. Esto consiste en vigilar y cuestionar tus emociones y pensamientos con el fin de reconocerte y ejercer cambios de perspectiva de ser necesario. Pregúntate si tú mismo eres o has sido una persona difícil en algún momento: ¿qué te llevó a eso? ¿Cómo puedes tratar con personas difíciles, empezando por ti?

Si estás en pleno conflicto, respira profundamente y no busques tanto reaccionar, sino observar qué es lo que está sucediendo, cómo te estás sintiendo o pensando, cuáles fueron las acciones previas al problema. Recuerda que un estado de calma te permitirá ver un panorama más claro para hallar la perspectiva, acciones y palabras adecuadas para resolver ese momento.

6. Permanece en una posición respetuosa

Independientemente de la situación, no dejes de ser respetuoso, aunque la otra persona recurra a insultos; tampoco te tomes nada personal ni les otorgues demasiado valor a las palabras cuando estas provengan de las emociones fuera de control y de una falta de reflexión de la otra persona. Por otro lado, a nadie le gusta ser tratado como un tonto o un incompetente. Por eso intenta recordar la máxima popular que dice: “Trata a los demás como te gustaría que te trataran a ti”.

7. Cuida tu alimentación y horas de sueño

Cuando no te estás alimentando bien eres más susceptible a estar irritado, incluso existen alimentos que pueden irritarte. Lo mismo sucede cuando no descansas lo suficiente. Por eso, dormir y comer adecuadamente son aliados de tu actitud para resolver conflictos.

8. Sé empático y asertivo

Intenta ponerte en los zapatos de la otra persona. Esto te reportará beneficios en tanto que lograrás comprender al otro más rápidamente, en lugar de juzgarlo; además, estarás desarrollando una actitud empática al sentirte identificado con las circunstancias de la otra persona, lo cual es un pilar clave de la inteligencia emocional.

9. No evites el conflicto

Si te agrada solucionar conflictos, ¡felicitaciones! Eres apto para cargos de gerencia. Si no es tu caso, cuidado: estás dejando en evidencia un carácter escapista que no es útil en ambientes de trabajo. Evitar solucionar un problema nunca será adecuado. Huir del conflicto empeora las cosas: cuando regreses, es probable que la cuestión siga allí, y quizá haya aumentado.

10. Deja claros los límites

Hazle saber a la persona, de una manera tranquila y respetuosa, cuáles son las condiciones para que ambos puedan llevar el problema a una solución en buenos términos. Si bien la idea es empezar por escuchar al otro, es complejo si este quiere manifestarse a través de malas palabras o una mala actitud. En ese caso, utiliza frases con firmeza como: “Por favor, no me hable de esa manera”, con el fin de darle a entender que la diplomacia, la cortesía y el respeto son más eficaces.

Si ya lo has intentado todo, y la persona aún no se muestra receptiva, limita tu trato con ella a lo estrictamente necesario. Si se trata de un sujeto con quien debes estar en contacto a diario, escala la situación a alguien con una posición de autoridad sobre ambas partes. Por otro lado, si el trato es con clientes casuales o tu posición es gerencial, elabora un protocolo para estas situaciones.

11. Acepta la realidad

Los desafíos que se nos presentan con otras personas en el mundo laboral son normales e incluso necesarios para elevar nuestro nivel de experiencia y desarrollar aptitudes para llevar una vida tranquila por encima de las circunstancias. Desde este punto de vista, un conflicto es una oportunidad para ponernos a prueba y aprender, lo cual es un signo de aceptación, y la aceptación implica fortaleza, autodominio y madurez emocional.

¿Qué experiencias con personas complicadas has tenido en tu trabajo? ¿Qué hiciste para manejar la situación?

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