Las mamás no quieren admitirlo, pero constantemente se sienten culpables (y aquí hay 11 razones que explican por qué)

hace 5 años

La vida de las madres jóvenes y contemporáneas es significativamente diferente a la de hace 30 o 50 años. Por un lado, ahora existen más cosas que hacen del día a día de los padres algo más sencillo: pañales desechables, buenas leches de fórmula, extractores de leche materna y muchas cosas más. Por otro lado, la sociedad ha comenzado a exigirles más a las madres: no deben quejarse, y sus hijos no deben ser vistos ni oídos. En tales condiciones, las mujeres tienen la sensación de que son unas mamás terribles, aunque no sea así.

Muchos autores de Genial.guru están familiarizados con esa sensación. Por eso, queremos hablarte de 11 situaciones en las que los padres se sienten completamente culpables en vano.

1. Cuando regañas a tu hijo

Sí, regañar a los niños es malo, y gritarles es algo inaceptable. Pero un padre es una persona y no una máquina, por lo que puede quebrarse. Por supuesto, esto no significa que se lo justifique por reprender a su niño todos los días hasta por los detalles más pequeños, y menos aún le da derecho alguno a levantarle la mano.

2. Cuando descansas, mientras el niño se divierte solo con sus cosas

El pequeño monta un desorden horrible en casa, pero la madre ya no tiene fuerza alguna para estar con él o para recogerlo, por lo que, en lugar de hacer eso, se pone a leer un libro para después sentirse atormentada debido al sentimiento de culpa. Pero ¿por qué? Mamá también tiene derecho a descansar y, si no lo hace, simplemente no podrá realizar correctamente las tareas propias de los padres. En vez de eso, por ejemplo, puede empezar a gritarle al niño.

3. No entender lo que necesita tu bebé cuando llora

El pequeño ya comió, se le cambió el pañal y estuvo en brazos, pero continúa con un llanto desgarrador. Mamá no sabe cómo ayudarlo y, desde la desesperación, acaba sollozando también. Está dolorosamente avergonzada y se considera la madre más terrible del mundo porque no entiende lo que su hijo necesita. Pero ¿acaso es sencillo saber qué es exactamente lo que está pidiendo una persona que todavía no sabe hablar y expresa todas sus misivas llorando? No debes culparte si no puedes complacer siempre a tu niño.

4. Cuando no puedes combatir una rabieta de tu hijo

El niño creció, aprendió a caminar y a hablar, y ahora sí: una buena madre debería poder poner fin a sus rabietas. Mucha gente piensa eso, sobre todo aquella que no tiene hijos, lo que genera malestar cuando, por ejemplo, una mujer con un niño de tres años entra al supermercado, y el pequeño comienza a tirarse al suelo y a gritar. Esta, en ese momento, con vergüenza, quiere que se la trague la tierra. No, no es una mala madre, simplemente su hijo entró en una edad de transición en la cual comienza a separarse de sus padres y a descubrir el mundo. Esta afirmando su “yo”, y, a veces, va demasiado lejos. Para designar a estos niños, entre uno y cuatro años de edad, existe incluso un término especial: toddler. Si tu hijo se tira al suelo y rueda al entrar en una rabieta, exigiendo una tableta de chocolate y, al mismo tiempo, encaja en ese marco de edad, no te culpes: crecerá y lo superará.

5. Cuando le das el pecho en un lugar público

La lactancia materna en un aeropuerto, en cafeterías e incluso en un centro de salud, a veces, provoca una tormenta de indignación en los demás. Ahora no vamos a explicar con detalle por qué los enojados están equivocados, sino que simplemente queremos recordarles a las mamás que no presten atención a estas personas y alimenten con calma a sus pequeños hambrientos.

6. Cuando no das el pecho en absoluto

Dar leche de fórmula es otra razón por la que la madre puede sentirse culpable y escuchar a otros juzgándola. El pecho pertenece a la mujer, y es su derecho decidir si alimenta o no con este a su bebé. Si optaste por propia voluntad darle leche de fórmula a tu niño, no debes sentirte culpable. Y si esto responde a una necesidad imperiosa, con más razón entonces.

7. Cuando la madre no cuida lo suficiente todo lo relacionado con la higiene del bebé

Nuestros padres planchaban por ambos lados paños y ropitas del bebé, y hervían cuidadosamente todos sus biberones. Les estamos agradecidos por ello, pero, en la actualidad, los pediatras consideran que el ambiente estéril es perjudicial para el bebé, por lo que no hay necesidad de dedicarle mucho tiempo a estas tareas con la ropa y la vajilla. No te culpes por cuidar a tu pequeño de manera diferente a como lo hizo tu madre contigo, será mejor que dediques tu día a pasar tiempo de caridad con él.

8. Cuando trabajas, en vez de quedarte en casa con tu hijo

Las madres trabajadoras están muy preocupadas de que les quede poco tiempo para su bebé. Si trabajas porque no quieres sacrificar tu carrera profesional, no te culpes por ello. Una mamá satisfecha y autorrealizada que se dedica a su hijo un par de horas al día es mejor que una que está a su lado las 24 horas, acusándolo de haberle robado sus mejores años. Si trabajas solo para alimentar a tu familia, con más razón deberías dejar de culparte.

9. Cuando tu hijo se desarrolla más lento que los demás

¿El hijo de una vecina, a los 3 meses, ya estaba gateando? ¿La hija de tu amiga ya decía frases con solo un año y tu pequeño no asombra en absoluto con sus logros y, tal vez, incluso está un poco por detrás de sus iguales? En primer lugar, tanto tu vecina como tu amiga pueden adornar la realidad presumiendo a sus hijos. Y, en segunda instancia, no debes apresurarte si el niño no presenta ningún problema. Más aún, no debes sentirte culpable por el hecho de que tu hijo comenzó a hacer algo más tarde que los demás niños de su edad. ¿Todos los que te rodean se dedican al desarrollo temprano de los pequeños y tú no llevas al tuyo a esos grupos de trabajo? No debes avergonzarte. Los expertos modernos consideran que tales cursos pueden ser perjudiciales para los niños, por lo que eres tú quien lo está haciendo bien, y no tus interlocutores presumidos.

10. Cuando tu hijo no cumple con tus expectativas

Querías criar a una verdadera princesa: la llevaste a bailes de salón, a clases de violín y tenis. Y ella creó su banda de rock y pasa el tiempo con sus amigos en el garaje tocando la guitarra. ¿Te sientes culpable? ¿Por qué? ¿Por haber criado a una persona creativa con su propia opinión?

11. Cuando tu hijo es grosero contigo

Cuando llega la adolescencia, algunos niños se vuelven incontrolables. Tu hijo puede incluso ser muy grosero contigo. Muchas madres se sienten culpables por haber criado mal a sus niños, pero, por lo general, los padres no son tan culpables como las hormonas. Sin embargo, esa no es una justificación para no prestarle atención a su educación.

¿Has experimentado algún tipo de sentimiento de culpa por cómo criaste a tus hijos? ¿Ahora entiendes mejor por lo que pasaron tus padres en tu infancia y adolescencia? Cuéntanos lo que piensas en los comentarios.

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No entiendo que alguien se ofenda por ver a una mamá alimentando a su bebé…

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