En su discurso, Sloss reflexiona sobre el estigma de la soledad. El comediante da mucha evidencia de que cada persona ha crecido con esta instalación desde la infancia, citando como ejemplo las palabras de su padre, quien una vez le explicó de la siguiente bella manera a Daniel de 7 años el significado de la vida:

“Bueno, amiguito. Imagina que la vida de cada persona es un rompecabezas. A lo largo de la vida, ensamblamos este rompecabezas lentamente, pieza por pieza, en función de la experiencia y de las lecciones aprendidas hasta obtener la mejor versión. Pero el hecho es que todos hemos perdido la caja del rompecabezas. Nadie sabe cuál será el resultado final, seguimos adelante al azar. Y la mejor manera de armar la imagen sin la caja es comenzar desde afuera, desde los cuatro bordes: el primero es la familia, el segundo son los amigos, el tercero son los pasatiempos, el cuarto es el trabajo. Su condición cambia con el tiempo: a veces haces nuevos amigos y pierdes el contacto con los viejos. A veces el trabajo empuja el hobby y necesitas decidir qué prefieres, moviendo algunas piezas. A veces, un miembro de la familia puede morir, dejando un agujero en tu vida: debes cerrar el vacío, de lo contrario el rompecabezas quedará incompleto. Y en el medio está el lugar de tu media naranja. En algún momento una extraña perfecta te complementará a ti y a tu vida, te volverá entero, como tu madre hizo conmigo”.

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