Charlize Theron

Por lo general, un buen vestido puede darle un toque distintivo a la apariencia de una persona. En especial en el cine, los atuendos brillantes y bien hechos cautivan la mirada de los espectadores y además, de alguna manera, nos revelan algo del mundo interior del personaje. Por otra parte, cuando el trabajo del diseñador es bueno, su nombre no pasa inadvertido.

Nuevas películas se estrenan con tanta frecuencia que no podemos seguir el ritmo de todos los estrenos, y mucho menos verlos de principio a fin. A veces estamos dispuestos a rendirnos y pasar la tarde viendo de nuevo nuestros clásicos favoritos que nos sabemos prácticamente de memoria. Pero hay películas magníficas de las que ni siquiera hemos oído hablar.

Gracias a Internet y las redes sociales, algunas personas piensan que los famosos lo tienen fácil. Al fin y al cabo, tienen un montón de dinero y personal para que los ayude en todo. Pero cuando se trata de ser padres, todos estamos igual. Y para muchas personas, incluidas las celebridades de este artículo, el camino hacia la paternidad incluyó la elección consciente de adoptar niños.

Por alguna razón, se dice que la vida de un famoso es complicada y poco agradable. Como muestra la práctica: el camino para llegar al Óscar está lleno de dificultades y privaciones. Algunas estrellas suben y bajan de peso para un papel, mientras que otras suelen pasar horas en el estudio de maquillaje antes de cada cambio de set.

No es ningún secreto que al prepararse para salir frente al público, las mujeres famosas casi siempre acuden a modistas de renombre para que confeccionen sus atuendos. Y como sabemos, las ideas creativas de la gente suelen coincidir, por eso en la alfombra roja con frecuencia vemos a las famosas con atuendos muy parecidos. Sin embargo, la silueta, el tejido y la caída de las prendas son detalles poco obvios, pero que no se escapan del agudo ojo de los conocedores de la moda.

En ocasiones, la ropa dice más de nosotros de lo que nos gustaría. Además, nosotros mismos en un par de segundos podemos saber mucho sobre una persona solo con ver su atuendo. Las famosas saben más que nadie acerca de esto, ya que las fotos de sus vestuarios, una vez que aparecen en público, se comentan durante años en la red. Precisamente por esto, las celebridades se preparan cuidadosamente para cada salida a la alfombra roja, y su look y estilo quedan a cargo de especialistas de alto nivel.

Todo lo nuevo es lo viejo bien olvidado. Así piensan también los famosos, por lo que a menudo se inspiran en imágenes de sus colegas o en personajes de películas. Algunos lo hacen para transmitir un mensaje, mientras que otros no se dan cuenta de que han repetido la salida estelar de alguien.

Muchas películas y series son recordadas no solo por la actuación magistral de los actores o por su emocionante trama, sino también gracias a los esfuerzos de los diseñadores de vestuario, que transforman a las mujeres en verdaderas diosas de la pantalla.

Los tiempos han ido cambiando, y con ellos las decisiones y los pensamientos parentales. Actualmente, ciertas cosas son vistas desde otra perspectiva por los padres, educamos de otro modo y, por lo general, hay una mentalidad más abierta. Esto es lo que sucede con los looks, estilos y apariencias, pero también en lo que respecta a los sentimientos de pertenencia de género de los más pequeños de la casa. Y los famosos y sus hijos no son la excepción.

“Esta película está basada en hechos reales”, estas palabras hacen que los espectadores miren con aún más atención la pantalla y empaticen más con los personajes. Y todo porque la vida a veces crea tramas tan increíbles que hasta los guionistas las ven con envidia.

Solemos creer que las celebridades de Hollywood siempre han tenido una vida muy afortunada. Sin embargo, no estamos al tanto de las dificultades que algunos tuvieron que atravesar en su infancia, hasta que ellos mismos las comentan. Muchos famosos fueron víctimas de acoso escolar, pero eso no les impidió cumplir sus sueños. Hoy en día, algunos utilizan su fama para ayudar a otros niños que están pasando por lo mismo que ellos sufrieron.

Todos saben que el atuendo elegido puede cambiar drásticamente el aspecto de una persona. Y mientras que la gente corriente puede pasearse fácilmente con una camiseta y unos jeans, las estrellas internacionales tienen que mostrar habitualmente en la alfombra roja un montón de vestidos diferentes. Pero ni siquiera ellas saben de antemano qué resultará de ello: un fracaso u otra oda elogiosa de publicaciones de las revistas de moda.

Los niños queer se dan cuenta de que son diferentes de los demás a una edad bastante temprana. Según un estudio, el 1 % de los niños de 9 y 10 años se identifican a sí mismos como homosexuales, bisexuales o transgénero. En esta situación, es especialmente importante que los padres sean comprensivos y que estén atentos a sus hijos. Afortunadamente, vemos cada vez más celebridades dando ejemplos de aceptación y amor incondicional.

Como ya todos sabemos, las apariencias engañan y Hollywood sabe de eso más que nadie. Actrices y actores cercanos a los 30 interpretando a adolescentes, veinteañeros interpretando a cuarentones — las combinaciones son infinitas. Y es que la edad realmente no es más que un número y a la hora de elegir un intérprete para un papel, ese número pasa a un plano secundario, dando prioridad al perfil buscado, al talento del actor y sus posibilidades de convertirse en quien debe interpretar.

Por más salvaje que haya sido la moda, tiende a volver. Por ejemplo, el vestido azul de Charlize Theron en Blancanieves y el cazador estaba cubierto de alas de escarabajo. Y no fue ninguna clase de truco loco de los diseñadores, sino una recreación de la tendencia de la moda de principios del siglo XIX.

Los famosos no siempre están de acuerdo con las propuestas de directores y productores. Cada uno de ellos tiene sus motivos: algunos temen que la película resulte aburrida para el público, otros no confían en directores jóvenes, o no se ven a sí mismos en tal personaje. Por ejemplo, Charlize Theron no quería interpretar a la madre del personaje principal en Mujer maravilla porque se consideraba demasiado joven para ese papel.

Para la mayoría de los mortales, un cambio radical de look es algo muy serio; hay que meditarlo mucho y, en muchas ocasiones, luego de días hablando al respecto, enseñando fotos a nuestros amigos del nuevo estilo que queremos, visualizándonos con esa nueva apariencia, finalmente, no nos atrevemos a dar el paso y salimos de la peluquería con tan solo un “corte de puntitas” o un retoque de raíces.

En los últimos años, se han estrenado cada vez más películas de “imitación”: secuelas, precuelas y remakes. Algunos investigadores creen que esta tendencia es una señal alarmante: la industria del cine no busca nada nuevo, sino que explota material antiguo.

En promedio, para crear un atuendo en una película se invierten de 9 a 20 mil USD. Frecuentemente, el dinero no alcanza, y los diseñadores tienen que hacer algo para confeccionar una bonita prenda que transmita el carácter del personaje y sea recordada por los espectadores.

Decenas de especialistas de diversos rubros participan en la creación de las imágenes de los personajes de las películas. Piensan en el estilo de los personajes y se aseguran de que el vestuario corresponda a la época en que se sitúa la trama. Pero a veces incluso los profesionales admiten que cometen inexactitudes, y los propios directores hacen la vista gorda a esos defectos en aras de hacer la imagen más “atractiva”.

La película terminada es el resultado del trabajo de un enorme equipo de personas. Muchos de ellos se ven eclipsados por los actores, los guionistas, el equipo y el director, y su contribución al proceso creativo puede parecer “insignificante”. Al menos, mientras hagan bien su trabajo, porque si alguno de los maquilladores o diseñadores de vestuario comete un error desafortunado, inmediatamente llama la atención del espectador y afecta la impresión general de la película.

Probablemente hayas escuchado la frase de que un atuendo no adorna a una persona. Sin embargo, cuando se trata de cine, son precisamente los atuendos brillantes y bien elaborados ​​lo que le gusta al espectador, además de revelar a los personajes. Y el trabajo fino de un diseñador de vestuario a veces nos impresiona al igual que la actuación.

A muchas personas les encanta cuidar su apariencia y experimentar con su imagen. Pero a veces resulta que cambiar la imagen habitual es bastante difícil, incluso si realmente lo deseas. Si llevas mucho tiempo pensándolo, pero aun así no te atreves, mira cómo lo hicieron las estrellas.

Un actor debe ser capaz de transmitir emociones y sentimientos aunque todo se trate de ficción. Un ejemplo de ello, es el de Ryan Gosling y Rachel McAdams, quienes debieron hacer surgir las chispas del amor durante las grabaciones de la película Diario de una pasión, aun cuando en el set no se estuviesen llevando tan bien. Por otro lado, los actores Patrick Stewart e Ian Mckellen, aunque lograron forjar una amistad en la vida real, tuvieron que plasmar una rivalidad en la pantalla para la trama de X-Men.