N.° 1: Burj Al Babas. Si alguna vez visitaste Disneyland, probablemente tengas problemas para imaginarlo vacío. Pues bien, esta antigua aldea de lujo en Turquía te dará una buena impresión de cómo podría ser. Burj Al Babas se compone de más de 500 minicastillos al estilo de Disney, y está rodeado de un majestuoso bosque. Desde lejos, este escenario de fantasía puede parecer un cuento de hadas. Pero, si te acercaras lo suficiente, verías que la obra solo ha sido completada a medias, con un coste total de 200 millones de dólares. Inspiradas en el Castillo de Chenonceau, en el valle del Loira, Francia, estas casas fueron construidas siguiendo un curioso diseño. Contaban con terrazas en la azotea y torretas de estilo gótico: un hogar digno de la realeza de Disney.
Cada vez que pensamos en una princesa de Disney, no podemos evitar que sus vestidos característicos se nos vengan a la mente. Sin embargo, si bien estamos acostumbrados a ver a Bella en su traje amarillo al bailar con la Bestia, la realidad es que, en el siglo XVI, la moda no tenía nada que ver con eso que nos mostraron. Por eso, le pedimos a una inteligencia artificial que diseñara las versiones correctas de los vestidos de estos personajes y ahora te compartimos los resultados.
Las telenovelas latinoamericanas han cautivado a millones de espectadores durante décadas. El secreto del éxito de estos dramas está en que toda la familia los miraba. Literalmente, corríamos para encender el televisor y pasar la tarde con otro capítulo de nuestra novela favorita. Por otro lado, los clásicos de Disney han corrido una suerte parecida: varias generaciones los conocen o al menos los han oído nombrar. Ambas producciones tienen su propio estilo, pero eso no nos impide utilizar la imaginación y fusionar ambos mundos.
Disney y sus películas han formado parte de la infancia de muchos, de tardes de cine en familia y de horas frente a la televisión viendo en bucle nuestra favorita hasta aprendernos los diálogos. Cintas como La Sirenita, El rey león o Aladdín son ya clásicos que les ponemos a nuestros hijos con nostalgia, pero no por ello están exentas de algunos errorcillos. Por eso hemos sacado nuestra vista de lince para traerte una lista con detalles que podrían cumplir con la conocida frase: “si no lo veo, no lo creo”.
Muchos hemos crecido con las películas de Disney; sin embargo, ahora que nos hemos convertido en adultos, podemos verlas desde otra perspectiva y descubrir mensajes que van mucho más allá de lo que solemos pensar. Además de entretener a niños y mayores, cada una de nuestras cintas favoritas ha logrado transmitirnos valiosas enseñanzas sobre las relaciones de familia, el amor y lo más esencial de la vida, tal y como descubriremos a continuación.
Disney suele hacer que veamos las cosas con mucha magia. Por eso nos tomó por sorpresa cuando hizo de los padres de estas producciones unos cuya dinámica familiar no quisiéramos tener en lo absoluto. Estos personajes hacen cosas cuestionables y nada recomendables que ningún libro de paternidad aprobaría. ¡No te pierdas el bono al final!
Sus travesuras eran de lo más visto en la década del 2000, y se volvieron muy exitosos a una edad en la que la mayoría de los niños viven una vida normal. Estamos hablando de los gemelos Sprouse, a quienes quizá recuerdes por Zack y Cody. Luego de sus años como estrellas y millonarios adolescentes, decidieron desaparecer para poder vivir, al menos por un tiempo, como desconocidos en una gran ciudad.
Durante nuestra infancia, fuimos testigos de un sinfín de caricaturas, tanto en la pequeña como en la gran pantalla. La mera noticia de que una nueva película de Disney estaba por estrenarse era motivo suficiente para mantenernos despiertos durante noches enteras, llenos de emoción y expectativa. Entre los recuerdos más entrañables y amados se encuentran aquellas historias protagonizadas por valientes princesas, quienes a lo largo del tiempo han experimentado una evolución constante para mantenerse al día con los cambios de nuestra sociedad.
Muchos crecimos con las películas de Disney, disfrutando cada uno de sus estrenos y suspirando con cada nueva historia. Pero ¿qué pasaría si el mundo mágico de los dibujos animados desapareciera por un instante y nuestros personajes favoritos vivieran en el mundo real? Seguramente sus preocupaciones serían tan banales como las nuestras.
En la historia reciente de la civilización, difícilmente un humano no ha oído hablar de alguno de los personajes de Disney. Crecimos con ellos, los hicimos nuestros héroes y hasta lloramos cuando ellos lo hicieron. Pasaron los años y atesoramos esos dibujos animados como parte de nuestras vivencias. Sin embargo, en esta relación quedaron muchos secretos ocultos.
Las películas de caricaturas de Disney que nos sentaban cargados de emoción frente al televisor cuando éramos niños y que lograban que nuestros padres nos llevasen al cine, también tenían ese personaje que se encargaba de hacer la historia compleja, pero también más entretenida. Cuando les hacían la vida imposible a los protagonistas de las historias solo queríamos que desaparecieran, pero lo cierto es que sin ellos la aventura no habría sido la misma.
Disney es una verdadera máquina de contar lindas historias, las cuales probablemente marcaron gran parte de nuestra juventud. Y, si hay algo común en ellas, es que sus protagonistas suelen ser princesas. Mujeres que se ven espléndidas en todo momento, con figuras esbeltas, cabellos voluminosos y vientres planos. Para desmentir un poco este ideal ficticio sobre cómo debe ser una dama y también para acompañar su propio embarazo, la ilustradora Anna Belenkiy decidió convertir a las princesas en mamás y dibujarlas atravesando todas las etapas de un pre y posparto real.
Es muy posible que tu primer acercamiento a los cuentos más clásicos que existen haya sido a través de las adaptaciones que hizo Disney a película. Es que todos hemos crecido con una u otra de sus historias como parte de nuestro entretenimiento. Sin embargo, hay versiones menos conocidas que no solo son más peculiares, sino que logran ser más fieles a las historias originales.
Disney lleva años entreteniendo a niños y no tan niños con sus maravillosos films. Algunos con tramas más simples, otros con un trasfondo profundo y emocionante que aunque los pequeños aún no son capaces de entender, los adultos disfrutamos a lo loco. Lo que sí tienen en común todas sus películas es que están llenas de matices y sorpresas, que muchas veces como espectadores escapan a nuestros ojos.
Las películas de princesas de Disney suelen ser tan populares que podemos creer que conocemos cada una de las escenas y de los personajes que aparecen en ellas. La mayoría nos han acompañado a lo largo de toda nuestra vida. Incluso ¡Blancanieves y los siete enanitos está cumpliendo 85 años!
Las películas de Disney se dejan ver a través de sus parques temáticos llenos de alegría y diversión, y para que todo lo que vemos sea posible existen muchos secretos detrás del telón. El mexicano Emiliano Ochoa, a través de sus redes sociales, cuenta su experiencia después de trabajar ahí en 2018 y muestra cómo es que ocurre la magia.
Muchos crecimos viendo caricaturas tanto en series de televisión como en la gran pantalla, y la emoción de saber que una nueva película de Disney llegaba a los cines, podía dejarnos sin dormir unos cuantos días. Algunas de las cintas más recordadas y queridas tenían como protagonistas a princesas, que han ido evolucionando y cambiando para adaptarse a los tiempos.
Quizá los fanáticos de Disney crean conocer todos los detalles de sus películas porque no se han perdido ninguna de ellas, pero detrás de cada una hay muchos procesos creativos, personajes y elementos que fueron cambiando hasta convertirse en lo que hoy conocemos.
Hay actores que destacan tanto en su rol que es simplemente imposible imaginar a alguien más interpretando a dicho personaje. Sin embargo, a veces es divertido especular en lo que hubiera hecho otro intérprete, y cómo esa actuación habría repercutido en la película que después pudimos ver en pantalla.
Muchos de nosotros hemos crecido viendo las distintas producciones de Disney, ya sean series o películas. Puede que, incluso, tengamos a algunos actores o actrices favoritos, que nos gustaba ver interpretando a distintos personajes. Algunos de ellos han seguido con su carrera actoral, mientras que otros han dado un giro distinto a su vida.
A 15 años de su estreno, es imposible no recordar High School Musical con mucho cariño. Así como resulta inevitable cantar “Breaking Free” o “We’re all in this together”, canciones que sin duda serán recordadas por muchos años más y que marcaron el filme. Sin embargo, la perfección de Disney a veces no es tal y nuestros audaces ojos (más la posibilidad de revisar las escenas varias veces) dejaron al descubierto varios errores que se aprecian en las películas.
Las animaciones de Disney tienen personajes interpretados por animales que se han vuelto entrañables para muchos. Pero ¿has pensado qué pasaría si fueran personas, al igual que nosotros?
Los villanos de Disney son malvados, ingeniosos y astutos. No paran de armar todo tipo de planes y artimañas para hacer caer a los héroes en sus trampas. Pero ¿qué pasaría si fueran personas comunes que viven en el mundo moderno y solo se filman en su casa, usando las herramientas que tienen a mano, para parecer geniales ante sus seguidores y fanáticos?
¿Alguna vez te has preguntado cómo se verían personajes como Elsa y Anna, de Frozen, convertidos en héroes de acción? Pues bien, el diseñador gráfico francés Samuel Chevé fue más allá de la imaginación, transformó a nuestros queridos personajes de Disney y a otros más en verdaderos héroes y los publicó en su cuenta de Instagram.
Quienes han visto las películas de Disney, llenas de colores y movimientos, no alcanzan siquiera a imaginar el largo proceso que se requiere para darle vida a un mundo animado tan rico en detalles. Detrás de las historias que deleitan a una legión de fanáticos, decenas de profesionales se encargan de crear la apariencia y la identidad de los elementos presentes en cada escena. Y esto incluye a los héroes y villanos que tanto amamos. Solo para que tengas una idea, para llegar al resultado que el público ve en las pantallas, los equipos del estudio dibujan muchísimos bocetos diferentes de una misma figura hasta obtener la que será la definitiva.
Algunos hemos visto ya cómo lucirían los personajes animales de las pelis de nuestra infancia convertidos en nuestra especie: humanos. Pero ahora es momento de convertir a los personajes humanos en distintos animales que aparecen en sus relatos y ver cuánto llevan de sí en su versión animal.
Qué objeto seríamos si nos convirtiéramos en cosas comunes y corrientes es algo que nunca sabremos, pero los habitantes del castillo de la Bestia, sí. A pesar de que cayeron bajo un lamentable hechizo que los convirtió en objetos comunes, cada uno conservó su personalidad. Incluso mantuvieron algo de sus rasgos y siluetas. Por eso nos surgió la idea de imaginar cómo se verían algunos de los personajes populares de Disney si les hubiera pasado lo mismo.
Las mascotas de Disney son adorables. Bueno, cada una a su modo: hay algunas que se lucen junto a los protagonistas y los acompañan en sus aventuras; otras son más traviesas y, a la par de los villanos, preparan fechorías. Sin embargo, no dejan de ser encantadoras e inolvidables. ¿Te acuerdas de todas?
Los personajes de Disney se ven elegantes y refinados incluso en las situaciones más desafiantes. Ariel siempre se ve bonita y nunca recibe un imprevisto golpe de una ola desde atrás, Pocahontas recorre los ríos de una selva salvaje sin sufrir ningún episodio bochornoso, las princesas están rodeadas de pájaros y nunca reciben un “regalito” de su parte, etc., etc. y etc. Pero ¿qué pasaría si nuestros personajes favoritos estuvieran en un ambiente un poco más realista?
Las chicas de Disney viven en épocas remotas, usan vestidos largos y frecuentan castillos, pequeñas chozas o casas señoriales. Pero ¿qué pasaría si vivieran en un futuro lejano, rodeadas de dispositivos modernos, tecnología de punta y ropa “inteligente”?
Disney es una empresa que se ha posicionado como la referente de las películas animadas durante generaciones. Y siempre está pendiente de cada detalle para crear sus diseños, dar algún mensaje oculto o, incluso, brindar homenajes a famosos en cada una de sus producciones. Esto se puede apreciar en muchos de sus clásicos, que siguen maravillando a niños y adultos con su magia y encanto.
La magia del cine nos transporta a lugares que tal vez ni siquiera existen, nos hace viajar en el tiempo y creer en la magia. Durante el tiempo que dura una película, nos sumergimos en el universo que nos regala y percibimos sus escenarios como reales. Pero para crear estos mundos ficticios, los creadores recurren a un sinfín de trucos y métodos que incluyen fondos verdes, arneses, ventiladores y máquinas de humo.
Cada época tiene su encanto y atmósfera particular. Hoy decidimos dejar volar nuestra imaginación y ver cómo serían las escenas famosas de Disney si hubieran sucedido en un momento histórico diferente.
Jafar hipnotizó y manipuló al pobre sultán por poder. Gastón no tenía vergüenza de ser un patán ni de querer acabar con la Bestia. Hades no pararía hasta llevar a todas las almas al olvido. Los villanos de Disney pueden ser muy, muy malvados. Pero ¿qué pasaría si los editáramos un poco y los convirtiéramos en las dulces protagonistas a quienes buscan atormentar?
Dentro de toda la magia que envuelve al mundo de Disney hay algo en especial llamado Hidden Mickeys, que es cuando se encuentra algún Mickey Mouse, o en su defecto, la clásica silueta formada por tres círculos dentro de algún sitio. Estos Mickeys están presentes en muchos lugares, como por ejemplo: los parques de Disney, productos de la franquicia y por supuesto también en sus películas.
Y vivieron felices para siempre... Pareciera que la vida de las princesas se volvió perfecta, pero eso no sucede con nosotros. En ocasiones nos chocamos con situaciones inesperadas que nos malogran el día. Somos humanos y el mundo no es perfecto, por lo que creemos que luego del final de las películas, las chicas de la realeza de Disney tampoco lo pasaron tan bien toda su vida.
