En la mayoría de las telenovelas siempre vemos un factor común: el guapo e incrédulo galán que protagoniza el melodrama. Sin embargo, en los últimos años, ha habido nuevas y arriesgadas apuestas de parte de los productores, al sumar estelares de diversas edades, buen sentido del humor, nada musculosos ni bronceados, porque para ellos —y la mayoría del público—, el talento actoral opaca la belleza física.
Algunos preconceptos son útiles e incluso pueden salvar vidas: la convicción de que unos perros callejeros definitivamente pueden atacar a la gente obliga a que una persona sea precavida. Existen actitudes complementarias que te hacen sentir bien y estereotipos molestos que solo ahora comienzan a ser cuestionados, como por ejemplo, que los niños deben vestirse de azul y las niñas de rosa.
Yo soy Betty, la fea es una de las telenovelas más queridas y exitosas de todos los tiempos; es difícil que alguien en Latinoamérica no la haya visto ni haya oído hablar de ella. Su éxito quizá se deba a la construcción de los personajes y al fascinante mundo emocional que se esconde detrás de ellos, que termina acercándolos más a la realidad de nuestro diario vivir.
En el mundo actual persiste el estereotipo de que, a partir de los 35-40 años, una mujer debe ser ya una dama sedentaria, comprar cosméticos antienvejecimiento y, preferiblemente, acudir a una esteticista. Además, la ropa y el maquillaje deben elegirse según la edad para evitar las miradas. Pero las heroínas de este artículo demuestran que incluso después de los 40, y en general a cualquier edad, la mujer es bella, sin maquillaje y con él, con la ropa y el estilo que le gusten.
Es muy común tener algún complejo con nuestro físico o el rostro y querer cambiarlo con cirugía estética si tuviéramos la oportunidad de hacerlo. Pero muchas veces no nos damos cuenta de que lo que parece feo, en realidad, puede ser una característica única que los demás pueden amar. A los famosos, eso también les sucede, pues tienen sus inseguridades como nosotros.
A menos que hayas estado viviendo bajo una roca, probablemente hayas oído hablar (si no lo has visto ya) del drama distópico de Corea del Sur llamado El juego del calamar. Se convirtió en una de las series más importantes de Netflix y se abrió camino rápidamente hasta el primer lugar en 90 países. Pero con más ojos mirando, también hay un mayor escrutinio sobre los defectos y las sorpresas ocultas en la serie.
No cabe duda de que los hombres pueden demostrar en la cocina la misma atención al detalle, tanta pasión y perfeccionismo como en otras actividades. No es casualidad que haya tantos chefs célebres del sexo masculino. Sin embargo, el estereotipo de que la cocina es territorio exclusivamente femenino sigue siendo demasiado tenaz.
Los letreros de “Cuidado con el perro” son una señal universal para hacer notar que hay un perro dentro de esa propiedad y que si alguien intenta entrar, el perro puede hacerle daño. Aunque esa es la idea principal de estos letreros, muchas veces funcionan de manera muy diferente, ya que los animales que protegen la casa no son realmente imponentes.
Se cree que solo una mujer puede crear un ambiente acogedor en casa y que un hombre soltero está destinado a vivir en un departamento lleno de calcetines sucios y basura. Sin embargo, en realidad este estereotipo se ha vuelto obsoleto y hay que deshacerse de él.
Generalmente, los superhéroes que aparecen tanto en la pantalla grande como en la chica tienen unos cuerpos trabajados, con esos músculos marcados que todos soñamos tener. Pero ¿alguna vez te has imaginado cómo se verían si salieran de ese estereotipo y tuvieran unos kilos de más? Para saciar nuestra curiosidad, decidimos utilizar la aplicación FaceApp, que realiza este tipo de modificaciones. El resultado fue interesante... y muy gracioso.
Cada uno de nosotros ha escuchado al menos una vez este dogma de la generación anterior: “Esta juventud de ahora es muy insensata, en nuestros tiempos...”. De hecho, no hay justificación para ese tipo de declaraciones. Por el contrario, según la investigación científica, la humanidad solo se vuelve más inteligente cada año. La hipótesis, que se llama efecto Flynn, sugiere que, en el siglo XX, la humanidad dio un salto inexplicable en el coeficiente intelectual, y ahora sigue creciendo poco a poco, especialmente en las mujeres.
Parecería que el estereotipo de que la amistad femenina no existe debería haber quedado en el pasado hace mucho tiempo. Pero todavía se pueden escuchar por aquí y por allá chistes machistas sobre las mujeres que supuestamente se envidian constantemente y les ponen palos en las ruedas a todas las chicas a su alrededor. No diremos que no existen mujeres así, pero la mayoría de las chicas siempre están dispuestas a ayudarse entre sí, incluso en las situaciones más extrañas.
Muchos suelen pensar que la vida de las personas hermosas es fácil, y, de alguna manera, tienen razón. Sin embargo, hay muchos estudios que demuestran que su rutina diaria no es un paraíso. Algunas incluso pueden sorprenderte, ya que aseguran que la belleza es más una maldición que una bendición.
Muchas personas piensan que las madres se ocupan de los niños mucho más que los padres, pero eso es solo un estereotipo. Hay muchos padres en el mundo que, por diversas razones, se quedaron solos con sus hijos. Pero no se dan por vencidos y hacen todo lo posible por cumplir tanto el rol paterno como el materno: hacen trenzas, ayudan a pintar uñas y afeitan piernas, hornean pasteles y envuelven regalos.
Por alguna razón, existe el estereotipo de que la amistad femenina no existe y una verdadera amiga es una especie de personaje mítico del que todos hablan, sí, pero que nadie ha visto en realidad. Por eso, decidimos desacreditar este mito a través de unos comics llamativos que revelan la misma amistad llena de color, sincera y fuerte que existe entre las mujeres.
Estás registrada en varios sitios de citas desde hace mucho tiempo, te comunicas activamente con los chicos y sueles salir en citas. Pero todos tus intentos han fracasado: todavía no has encontrado a tu otra mitad. Quizás lo mejor que puedes hacer en esta situación es tomar un descanso y disfrutar del derecho a estar sola.
Hace mucho tiempo que una mujer al volante no es algo raro de ver, y el estereotipo de que no saben conducir pasó de moda hace bastante. Aunque cada una tiene su propio estilo de manejo, sus habilidades especiales o momentos que no poseen ninguna lógica, hay ciertos tipos de conductoras que puedes encontrar en las carreteras de cualquier rincón del planeta. ¡Y estos cómics muestran claramente a cada una de ellas!
Se estima que 1 de cada 1000 niños recién nacidos en el mundo presentan una alteración genética llamada síndrome de Down, o trisomía 21, que básicamente se define como la aparición de un cromosoma de más en el organismo. En palabras más claras, las células de nuestro cuerpo están distribuidas en 23 pares, y los niños que nacen con esta condición tienen tres cromosomas en el par 21, en lugar de dos. A pesar de que es un trastorno bastante común, no deja de ser mal visto por la gran cantidad de mitos que lo rodean en la sociedad actual. Pero, contrario a esto, existen miles de personas en el mundo que día a día luchan por cambiar esa percepción de diferencia ante los niños con este síndrome.
Mientras que algunos científicos debaten sobre si es posible desarrollar inteligencia durante la vida o si nuestras habilidades mentales están limitadas por cuestiones genéticas, otros se han dedicado a resolver problemas más apremiantes. Han averiguado cómo aparentar, si no ser más inteligente, al menos, no empeorar la imagen que das a los demás.
¿Con qué ronronean los gatos, a qué velocidad corría el tiranosaurio y cómo en realidad llamaban al emperador Calígula? En las clases escolares no nos cuentan muchas cosas curiosas, pero nunca es tarde para llenar ese vacío.
Un día, el fotógrafo Eli Rezkallah de 31 años de Líbano, estaba en la cena de Navidad con sus parientes y escuchó cómo sus tíos hablaban de que las mujeres deberían realizar sus tareas mejor: limpiar y cocinar. Esto lo inspiró para reinventar la publicidad de los 1940’s, 1950’s y 1960’s, donde cambió de lugares a hombres y mujeres. “Sé que no todos los hombres son como mis familiares, pero estaba muy sorprendido de que tales puntos de vista aún existan. Por eso preparé este proyecto, para que ellos puedan probar su propio veneno sexista”.
