Detrás de cada producción televisiva se esconde una historia desconocida para la mayor parte del público. Un mundo lleno de anécdotas divertidas, esfuerzos para lograr una escena perfecta y secretos del origen de nuestras telenovelas favoritas. Estos son solo algunos de los momentos que se experimentan detrás de cámaras, sin filtros ni cortes, y que solo pueden ser vividos por aquellos que forman parte de la creación o se encuentran en el set de grabación.
Latinoamérica es la cuna de las telenovelas, sin dudas. Es aquí donde se tejen esas tramas conflictivas que nos dejan con los ojos pegados a la pantalla desde el primer capítulo hasta el último. Amores prohibidos, desencuentros y pura pasión son el sello indiscutible de cada nueva producción. Pero igual de llamativos que estas historias son los lugares donde ellas se desarrollan. Mansiones lujosas, haciendas, espectaculares jardines. Esta vez, pusimos nuestra lupa muy cerca de estos bellos lugares y nos encontramos con que muchos de ellos se han “tomado prestados” entre sí para distintas ficciones.
Hay telenovelas con historias tan cautivantes que han sido versionadas en diferentes momentos. Tal es el caso de Teresa, un melodrama que salió al aire por primera vez en 1959 y que ha tenido hasta ahora cinco adaptaciones. Sus éxitos podrían deberse no solo al guion, sino también a las nuevas interpretaciones y a los giros en la trama que las convierten en producciones originales.
Hacer un capítulo de telenovela es como armar un rompecabezas, ya que cada detalle, como el vestuario, el maquillaje y hasta la ambientación, es un pequeño fragmento, y al unirse van formando la ficción que vemos en la pantalla. Además, a veces en una misma escena pueden aparecer tantos actores y extras que es difícil detectar si algún desprevenido cometió un error. Y aunque para la producción puedan ser solo detalles, reunimos 13 descuidos “insignificantes” que harían gritar a Soraya Montenegro más que la “lisiada”.
A lo largo de los años, muchísimas telenovelas han estado presentes dentro de los hogares latinoamericanos. Así es como tenemos una inmensa cantidad de recuerdos frente a la pantalla, disfrutando y emocionándonos con los argumentos y con amores tan difíciles como apasionados. Sin embargo, hay ciertos hechos o curiosidades que ignoramos, precisamente porque ocurrían detrás de cámara. Aquí te ofrecemos algunos secretos de las telenovelas mexicanas más inolvidables.
Si hay algo que caracteriza a las telenovelas, es la existencia de una pareja protagónica que, tras muchos capítulos de luchar por su amor, termina unida. Durante las distintas emisiones, los espectadores podemos ver cómo la química entre los actores va aumentando y solo queremos verlos besarse y alcanzar ese ansiado final feliz. Sin embargo, en varias ocasiones, lo que nos muestran las cámaras no es del todo cierto, no solo porque se trata de ficción, sino también porque los artistas no tienen una relación tan idílica como nos quieren hacer creer.
En nombre del amor es una telenovela mexicana, adaptación de Cadenas de amargura (1991). En el 2008, año en que se estrenó, logró que muchas personas esperaran con ansias el momento de sentarse frente al televisor para saber cómo continuaría la historia de la tierna Paloma en manos de su cruel tía Carlota. A pesar de haber pasado más de 10 años desde esto, muchos de nosotros seguimos recordando la historia que se hizo merecedora de varios premios.
Cuando una historia nos gusta mucho, solemos encariñarnos tanto con los personajes que no podemos imaginarnos a otro actor interpretando el papel. Sin embargo, es normal que en la producción de una telenovela ni los guionistas ni los productores sepan con certeza quién será el actor que dará vida a un personaje, y de un momento a otro, la estrella de la historia puede cambiar rotundamente.
La vida en pareja y tener una familia es algo que, de una u otra forma, sucede. Pero no todos necesitan o pasan por esa faceta de la vida para encontrar el amor o la felicidad. Hay quienes prefieren tener un compromiso sin leyes que lo avalen, y a otros, la vida simplemente les tiene preparadas otras cosas, las cuales de igual manera son maravillosas.
En ocasiones, el público puede cambiar su percepción sobre las series de televisión o las películas con el paso del tiempo. Sin duda, algunas telenovelas mexicanas no han sido la excepción. Por ello, cuando observamos con mayor atención las acciones de estos personajes ideales, puede que los veamos sin el filtro de rosas bajo el cual los recordábamos.
Las telenovelas latinas son conocidas por su dramatismo y pasión. Por eso no es sorpresa que muchas alcancen un gran éxito entre el público. Sin embargo, a veces no todo es color de rosa. En ocasiones los protagonistas se hacen daño y, a pesar de tener un final feliz, suele haber situaciones que convierten su relación en tóxica y no debemos pasarlas por alto.
En enero de 1999, se transmitió por primera vez la telenovela mexicana Nunca te olvidaré, protagonizada por Edith González y Fernando Colunga. La historia sobre un amor que surge en la infancia y que ni la distancia ni el tiempo puede borrar, en sus 94 capítulos, logró cautivar a la audiencia por su trama, actuaciones e incluso por el tema principal del mismo nombre escrito e interpretado por Enrique Iglesias.
Ya han pasado casi 13 años desde que salió al aire Mañana es para siempre, telenovela que fue una versión de la producción colombiana Pura sangre. El melodrama estuvo protagonizado por Silvia Navarro y Fernando Colunga, mientras que la actriz Lucero dio vida al rol antagónico de la historia. Obtuvo en el año 2009 el galardón de mejor telenovela en los Premios People en Español, además de otras nominaciones y premios que validaron su éxito.
Los personajes de las telenovelas necesitan una motivación para hacer lo que hacen, algo que los impulse y que haga avanzar la historia en la dirección que los guionistas quieren. Muchas veces, esa motivación es el deseo de buscar revancha contra aquellos que les hicieron daño, aunque en el camino se les aparezca un romance inesperado.
Las telenovelas son más que una forma de entretenimiento, pues han sido capaces de traspasar fronteras, al punto de que sus historias han llegado a muchos países y, algunas veces, fueron adaptadas a la idiosincrasia de ese lugar. Por ejemplo: Mi marido tiene familia es la adaptación de una producción coreana, Las Bravo es un remake de un melodrama chileno y Una familia con suerte hizo lo mismo, pero con una popular y exitosa trama argentina.
Las buenas historias de amor son el motor principal de varias de nuestras telenovelas y películas favoritas. Y, para que esas historias resulten creíbles, los actores deben meterse en el papel de los personajes e interpretarlos lo más genuinamente posible. Quizás sea por eso que muchos famosos que protagonizan romances en la ficción luego terminen llevándolos a la realidad.
Fernando Colunga es uno de los galanes más queridos de la televisión mexicana. Nos ha dado la oportunidad de disfrutar sus interpretaciones en telenovelas como María, la del barrio, La usurpadora, Soy tu dueña, Mañana es para siempre, Porque el amor manda y Pasión y poder, entre otras historias.
Hace 15 años se emitió por primera vez la telenovela de época Alborada, la cual contaba una intrincada historia de amor entre los personajes principales: Hipólita y Luis. De principio a fin, nunca faltaron los condimentos que mantenían a los televidentes pegados a la pantalla. El argumento también incluía hechos históricos ocurridos durante los años del dominio español en México. Pero lo más atractivo del programa era, sin duda, el importante elenco que daba vida a la trama.
Todos hemos visto una telenovela que nos conmovió hasta el punto de sentir ganas de volver a ver a los protagonistas en otra historia juntos, ¡y qué alegría cuando eso sucede! Y aún con otros nombres y con personalidades muy distintas a la historia anterior, la pareja vuelve a funcionar por el talento de los actores.
Abrázame muy fuerte fue una exitosa telenovela de principios del 2000 que contó con un aclamado elenco, entre los que destacan Fernando Colunga, Victoria Ruffo, Carmen Salinas y César Évora. La telenovela muestra dos historias de amor imposible; la de Cristina y Diego, y la de María del Carmen y Carlos Manuel. Los villanos de la trama hacen todo lo posible para que los protagonistas no conozcan la felicidad y lidien con muchas incertidumbres, pero como siempre, el bien triunfa sobre el mal. El proyecto obtuvo muchos reconocimientos locales y el tema musical principal estuvo a cargo de Juan Gabriel, “El Divo de Juárez”.
En el mundo de las telenovelas cada historia es especial, y allí podemos encontrar grandes dosis de romance, acción, pasión y sobre todo mucho drama. En algunas ocasiones, una historia llega a ser tan popular que en algún otro país deciden probar suerte y averiguar si sería igual de exitosa en su territorio. Entonces, se aventuran a adaptar la trama original con nuevos actores.
El mundo de la farándula está lleno de casualidades, como esas cuando algunos se convierten en importantes actores, humoristas y cantantes casi sin quererlo. Bárbara Mori fue descubierta mientras trabajaba en la pizzería de su padre; a Ricardo González “Cepillín” le ofrecieron hacer su propio programa de televisión luego de dar una charla sobre la higiene dental por recomendación de sus profesores, y Yalitza Aparicio fue a un casting para la película Roma solo por petición de su hermana. Estos personajes cambiaron sus vidas de la noche a la mañana sin esforzarse mucho por buscarlo, aunque sí se prepararon a posteriori porque les quedó gustando.
Estrenada en 1995, María la del Barrio fue la última novela en integrar, junto con María Mercedes (1992) y Marimar (1994), la “Trilogía de las Marías”, nombre que se les dio a las tres novelas mexicanas protagonizadas por Thalía y que alcanzaron rápidamente un éxito rotundo a nivel mundial. En América Latina, María la del Barrio se emitió por primera vez en 1997 y se repitió 6 veces, por lo que termina siendo una de las telenovelas más vistas en nuestro continente. Aún hoy, María la del Barrio es muy recordada, e incluso existen memes con escenas icónicas de esta telenovela. Hoy, nos preguntamos qué ha sido de los actores de esta magnífica producción casi 25 años después de su lanzamiento.
En junio de 2019, la telenovela La usurpadora cumplió 20 años desde su estreno en América Latina. Transmitida por las más importantes cadenas de televisión, esta producción fue todo un éxito, al punto que fue repetida seis veces, en 2000, 2005, 2007, 2012, 2015 y 2016, igualando en repeticiones únicamente a la telenovela María, la del barrio, también sumamente famosa. Muchos de los actores que formaron parte del elenco de La usurpadora se consolidaron en el imaginario del público, e incluso hoy siguen apareciendo en la pantalla chica; otros, en cambio, no solo cambiaron mucho su apariencia, sino que prefirieron no seguir con su carrera artística.