Cuando algo te apasiona, se nota en todo lo que haces. No hay circunstancias lo suficientemente fuertes para detenerte; no hay pretextos, y cada cosa que entregas está llena de amor. Ingeborg ha dedicado 43 años de su vida a ser maestra, y como últimamente no puede ver a sus queridos alumnos en las clases habituales, decidió hacer pequeños muñecos de ellos, con la intención de extrañarlos un poquito menos y tenerlos muy cerca de ella.
Cuando ser madre soltera se convierte en un juego de ajedrez con su propia madre como rival, las cosas pueden complicarse rápidamente. En esta historia, una mamá valiente navega por el mar de celos y decisiones familiares, todo mientras busca lo mejor para su pequeña Anna. La dinámica familiar se agita y el ingenio se convierte en el mejor aliado en su lucha por la estabilidad y la felicidad. A veces, ser mamá implica tomar decisiones difíciles, pero siempre hay un camino por recorrer.
Probablemente todos tenemos una anécdota graciosa en la manga sobre el kínder. Algunos de nosotros, de niños, colamos gusanos en el grupo o lamimos cubitos de hielo. Y algunos, de adultos, hemos tenido algún incidente con nuestro propio hijo.
En cada trabajo hay secretos detrás de escena y matices interesantes. Los protagonistas de nuestro artículo decidieron compartir sus secretos profesionales en línea. Algunos de ellos aún nos sorprenden.
Durante la temporada navideña, muchas compañías adoptan costumbres para crear un ambiente festivo entre los empleados. Una práctica común es el juego del “amigo invisible”, donde a cada persona del equipo le toca un colega al azar y le hace un obsequio. Pero, ¿qué sucede si la premisa es “regalar algo que fastidie”? ¿Y si te toca tu jefe? Esto le ocurrió a Noe Sánchez, una creadora de contenido que tuvo que ser la amiga invisible de su jefe y, con su regalo, fue la mensajera de una gran mayoría... Aquí está su historia completa.
En un valiente acto de honestidad y coraje, una joven maestra ha abierto los ojos de los internautas al exponer el maltrato al que es sometida por sus propias alumnas. En un video viral que ha conmovido las redes sociales, la joven derramó lágrimas mientras narraba las situaciones de abuso y falta de respeto que enfrenta a diario en el aula.Su testimonio ha despertado una reflexión necesaria sobre la educación y el trato hacia los docentes, y su valentía nos invita a tomar medidas para un cambio significativo en las escuelas.
Ser madre es mucha responsabilidad y, honestamente, un trabajo difícil. Hay mujeres que de plano deciden no traer a ningún niño al mundo mostrando algunas razones válidas para ello. Sin embargo, también las hay quienes, aun sin querer tener hijos, deciden decirle sí a la maternidad porque su pareja quiere ser padre. Acceder puede ser muy arriesgado, podría terminar siendo la mejor decisión o la peor.
No se puede negar que los niños ven el mundo de una manera muy especial, en parte gracias a esa inocencia que tanto los caracteriza. Lo que ellos opinan y piensan suele ser de lo más divertido y sorprendente. Sin embargo, hay veces en que los adultos no sabemos cómo lidiar con los colores que adquiere nuestro rostro cuando no nos queda otra que oír, delante de mucha gente, uno de esos comentarios tan espontáneos como imprudentes que salen por su boca.
Los niños suelen traer del kínder no solo manualidades hechas con plastilina y cartulina de colores, sino también historias muy divertidas. Cada madre tiene una docena de estas que han pasado de generación en generación. Con las siguientes anécdotas no solo queremos elevar tu estado de ánimo, sino también hacerte recordar aquella época en la que el pasto era más verde y el cielo más azul.
Solo quien ya se postuló a diversas vacantes laborales y no fue llamado para ninguna entrevista conoce la frustración de no tener la oportunidad de demostrar sus capacidades. Pero aún peor es ser convocado para una selección y no ser contratado —y lo más aburrido es escuchar disculpas estrafalarias después—. Por tal motivo, seleccionamos los mejores (o peores) relatos de personas que pasaron por un rechazo nada convencional.
Ser padre o madre de un niño pequeño es un verdadero trabajo, y cualquiera que esté en contacto con niños en edad preescolar a diario lo entiende como nadie. Me llamo Nadia y tengo 7 años de experiencia como madre y 15 como maestra de jardín de niños. Por lo tanto, tengo información y consejos útiles para compartir, incluso con madres y padres muy experimentados.
Tener a un niño en la familia es garantía de que las carcajadas nunca van a faltar en la casa. Todo copian y todo aprenden, pero en el proceso, su inocencia se hace presente en los momentos más impensados. Desde comentarios disparatados hasta pensamientos de lo más locos, a continuación compartimos 21 ocurrencias de niños que nos han dejado lágrimas de alegría en los ojos.
Muchas veces, cuando pensamos en una excursión, llegan a nuestra mente distintos recuerdos, como la vez en que fuimos a un museo en particular, en la que visitamos la fábrica de nuestros dulces favoritos o conocimos el zoológico. De igual forma, solemos revivir alguna anécdota que hayamos tenido en estos paseos, ya sea que algunos compañeros se perdieron o que aprendimos a compartir lo poco que teníamos con los demás.
Qué orgullosos nos sentíamos cuando sacábamos un 10. Rara vez uno no se veía afectado si obtenía una mala nota. Recién cuando nos hacemos mayores nos damos cuenta de que las excelentes calificaciones de un estudiante sobresaliente no son garantía de éxito y que, a menudo, estos chicos pueden ser muy infelices. Algunos alumnos obtienen las mejores notas por la reputación que se han ganado o por la simpatía que el profesor siente por ellos, por lo que el conocimiento aquí puede no tener nada que ver.
La escuela debería ser un espacio para aprender y jugar, y en el que podamos crear recuerdos que seguirán con nosotros el resto de nuestra vida, pero lamentablemente, no siempre sucede esto. Así como hay maestros entrañables y superlindos que no olvidaremos nunca, hay otros que desearíamos poder olvidar cuanto antes o no haber conocido nunca.
Mientras que, a finales de la década de 1970, las mujeres estaban dispuestas a tener más de 3 hijos, con el tiempo, esa tendencia ha ido disminuyendo. A partir de 2014, se ha podido ver que la situación ha cambiado drásticamente. El modelo otrora dominante de 4 hijos ha sido sustituido por uno con solo 2. Sin embargo, todavía hay personas a las que les gusta tener una familia numerosa.
La comunicación con las personas generalmente incluye un intercambio de experiencias, puntos de vista sobre la vida y consejos. Pero no es posible tener una conversación agradable sin un mínimo sentido del tacto. A menudo justificamos nuestra falta de educación con un deseo de ayudar o la calificamos de una curiosidad inofensiva. Sin embargo, no debemos olvidar que no tenemos derecho a decirle ni siquiera a una persona cercana cómo debe lucir, con quién comenzar una relación, cuándo tener hijos, etc.. A menos, por supuesto, que nos haya pedido nuestra opinión al respecto. Es una pena que haya tanta gente que no entiende esta simple verdad.
Hay algunas experiencias en la vida que seguramente recordamos pensando: “¡Cómo me libré de eso!”. Esto también sucede cuando, por azar, toca convivir con jefes, compañeros de trabajo o clientes desagradables, que logran que cualquier empleado quiera tomar sus cosas y salir corriendo para nunca volver. Y todo gracias a la tremenda falta de respeto de la que fueron objeto en su lugar de trabajo.
Quien tiene niños en casa sabe que ellos son tan creativos e imaginativos que es casi imposible no sorprenderse con las cosas que inventan. Es que ellos están conociendo el mundo que los rodea y, muchas veces, nos dejan boquiabiertos con las conclusiones que sacan, basadas en aquello que descubren.
No elegimos nuestro nombre y, mucho menos, nuestro apellido al nacer. Esta importante tarea recae en los hombros de nuestros padres y, a veces, las personas terminan recorriendo la vida con nombres y apellidos memorables que dibujan sonrisas en el rostro de quienes los rodean.
Todos hemos tenido una maestra o maestro favorito, alguien que nos inspiró, nos motivó, que logró que aprendiéramos algo que veíamos difícil o que incluso no creíamos posible. Eso ocurrió con Erin Gruwell, quien con sus métodos de enseñanza poco convencionales, transformó la vida de 150 estudiantes.
Los exámenes suelen poner nervioso a cualquiera, y los alumnos estudiosos no son la excepción. Pero hay veces, en la escuela o la universidad, en que estas situaciones no terminan tan mal. Dependiendo de a quién se le pregunte, una prueba puede convertirse en una historia de la cual reírse en un futuro.
Es genial que los padres apoyen a sus hijos y los amen sin razón. Sin embargo, desafortunadamente a veces el amor de los padres es condicionado. Durante la infancia, tienes que “sacar solo buenas calificaciones” o ser “un buen niño y lava los platos”. Sin embargo, a medida que una persona crece, la lista de exigencias y quejas se hace más grande. Si tienes un trabajo creativo, incluso con un buen salario, entonces eres un flojo. Además, pueden criticar a tu cónyuge, tu ropa, tus aficiones... y la lista de reclamos continúa.
Seguro que en más de una ocasión, viendo a terceros hacer algo, pensaste: “No parece tan difícil, yo podría hacerlo”. Y es que visto desde fuera, todo parece siempre mucho más sencillo de lo que es. Ciertas cosas, por su complejidad o riesgo, es siempre mejor dejarlas en manos de profesionales, pero con otras en las que el peligro de “desastre” es menor, podríamos arriesgarnos a hacerlas por nuestra cuenta. A esas historias de autoemprendimiento va dedicado este artículo.
Sabemos que la maternidad está llena de retos a la paciencia, pues lidiar diariamente con las travesuras y ocurrencias infantiles no es tarea fácil. Sin embargo, dentro de esas mismas vivencias también podemos encontrar momentos divertidos, sobre todo los que ocurren en plenas pataletas. Y es que, con un poco de actitud positiva, una rabieta puede convertirse en una historia chistosa digna de contarla en las tardes de café con las amigas.
A veces, justo cuando estamos pasando por un momento importantísimo, ocurre algo inesperado que nos desconcentra por completo. Por ejemplo, durante un examen. De repente, alguien comienza a cantar por la ansiedad de no saber una determinada respuesta, o bien surge de la nada una vaca e interrumpe momentáneamente la evaluación.
La tarea de ser padres es una misión no solamente ardua, sino también casi heroica. Todos esos acuerdos, reglas, límites, preguntas sin respuestas, y más cosas que conlleva criar a personas pequeñitas no son pan comido. Sin embargo, hay padres que destacan por su enorme creatividad y sentido del humor, y sacan provecho hasta de las situaciones más inverosímiles.
La infancia es una etapa donde todos somos una fuente inagotable de curiosidad, y a veces, los pequeños datos que aprendemos en el día a día se quedan grabados en nuestra memoria por muchísimo tiempo. Por eso, al crecer y enterarnos de que algo que creíamos era cien por ciento verdad es, en realidad, un error, no nos queda más que reír por nuestra ingenuidad.
Es poco probable que haya un adulto en el mundo que nunca haya estado en situaciones incómodas en su vida. En el momento de un fiasco aplastante, a muchos de nosotros nos dan ganas de morirnos de vergüenza o desaparecer de la faz de la Tierra. Pero después de algunos años, estas ocasiones, en su mayor parte, ya no parecen tan desastrosas.
Para algunas personas, los años escolares fueron maravillosos, pero otras los recuerdan con horror. Hay muchas razones para odiar la escuela. Por ejemplo, maestros inadecuados que hacían difícil la vida de niños y niñas. O los bravucones que molestaban todo el tiempo.
Es importante para todos los hijos, tanto los niños pequeños como los adolescentes rebeldes, sentir que su madre los ama tal y como son. Un apoyo así no solo da una sensación de seguridad, sino también una especie de alas: libertad para actuar, crear, soñar. Y en ese momento no importa en absoluto si la edad del “bebé” es de 5, 15 o 50 años.
El código de vestimenta ayuda a establecer el tono de la compañía, dicen los líderes empresariales. Disciplina a los niños, dicen en las escuelas. Pero la moderación siempre es clave y, a veces, la administración va demasiado lejos. Sin embargo, a veces también sucede lo contrario: algunas personas nunca piensan en cómo se ven, ni siquiera cuando van en busca de trabajo.
La crianza de los hijos no es una tarea fácil de por sí. Y si en la familia aparece el hijo de otra persona, la situación puede terminar en un punto muerto: a menudo hay conflictos de todo tipo entre padrastros y madrastras y sus hijastros e hijastras. Sin embargo, existen algunas agradables excepciones a esta regla.
Las reuniones de padres no solo no son del agrado de los niños, que esperan ansiosamente el regreso de sus papás en casa, sino tampoco de algunas mamás y papás. ¿A quién le gusta cambiar su horario, pedir permiso en el trabajo para salir temprano y apretujarse nuevamente en un escritorio escolar, escuchando durante horas a los maestros, lamentando el tiempo perdido y esperando que hoy no haya que sonrojarse por la descendencia?
Tener el trabajo soñado es algo que todos deseamos. Una vez que lo logramos, lo cuidamos, queremos aprender todo de él, ser el empleado del mes. Sin embargo, las cosas no siempre salen perfectamente bien, y eso lo saben usuarios de la red, quienes compartieron las razones más increíbles por las cuales los despidieron de sus empleos.
Para trabajar con niños, es necesario tener un corazón lleno de paciencia ilimitada y nervios muy resistentes. Y a veces esto no es suficiente, porque los niños son impredecibles y pueden hacer cosas para las que uno no siempre está preparado. Pero afortunadamente, hay muchas personas que saben cómo lidiar con los niños y lo hacen con todo su corazón.