Cuando estés aburrido o triste, mira a tu alrededor y podrás encontrar muchas cosas que antes habías pasado por alto. Esto es especialmente cierto con la naturaleza, ya que puede asombrarnos en el momento menos esperado. Incluso un grupo de mariquitas puede ser impresionante y hacer que quieras tomarle una foto.
Como seres humanos, apreciar las bellezas que nos rodean es algo que está en nuestra esencia; eso explica que asistamos a los museos a ver obras de arte creadas por otras manos. Sin embargo, a veces olvidamos que nuestra madre tierra es la mejor de las artistas, y sus creaciones, hechas sin tener que esforzarse tanto, pueden dejarnos sin aliento si nos detenemos un rato a contemplarlas. Nunca está de más bajarle unas cuantas revoluciones a nuestro día a día y apreciar la vida así, al natural y sin fachadas.
Desde halos de luz con aspecto alienígena hasta lagos del color del chicle, la naturaleza siempre encuentra una manera de dejarnos con la boca abierta y recordarnos que a veces la realidad supera a la ficción. Colores, formas y texturas se forman en los lugares menos pensados, tanto que parece necesario ver para creer.
Sabemos que la naturaleza puede sorprendernos con animales que lucen como de otro mundo, plantas hermosas y paisajes que parecen sacados de una pintura. Hay fenómenos naturales que pueden ser igual de difíciles de olvidar, aunque probablemente solo unas pocas personas los hayan podido experimentar.
Tenemos claro que todos los seres humanos somos distintos, tanto emocional como físicamente. Sin embargo, hay quienes tienen rasgos tan atípicos que parece que la naturaleza se hubiera inspirado más con ellos. Si bien ser “diferente” a veces no es tan fácil, la vida se trata de encontrar lo positivo en cada cosa que nos pasa, y eso es lo que hacen muchas personas que deciden enorgullecerse de sus cuerpos, a tal punto de mostrarle esas peculiaridades al mundo.
Según un estudio, las actividades al aire libre pueden ayudarnos a reducir la ansiedad y a mejorar nuestro estado de ánimo. Sin embargo, a veces la naturaleza no está predispuesta a pasarla bien. Podemos encontrar muchos ejemplos bastante desconcertantes en Internet de cómo la madre naturaleza ha arruinado los planes de algunas personas.
Los seres humanos nos caracterizamos por contar con rasgos únicos que nos distinguen de los demás. Muchas de esas peculiaridades son heredadas, por lo cual, algunas personas las consideran regalos genéticos de la naturaleza y muestran con mucho orgullo su belleza singular.
La naturaleza no requiere de nada para crear grandes obras de arte. Por sus propios medios, y casi sin quererlo, nos regala imponentes vistas e imágenes que dan ganas de recorrer el planeta Tierra entero. Algunas personas son testigos de la belleza y creatividad que nos puede dar el lugar donde vivimos y pueden fotografiarlo para la posteridad.
Una abeja sin rayas negras, una nube que parece un tiburón y unos dedos de los pies que intercambiaron lugares son algunas de las cosas que pueden ocurrir cuando la naturaleza se cansa de trabajar. Sin embargo, quieras o no, ella nunca deja de sorprendernos con sus alocadas creaciones.
Mientras que algunas personas tienen ojos normales, otras tienen palabras “escritas” en el blanco de estos. Y unos afortunados tienen una medialuna perfecta en la parte inferior de sus ojos. Es imposible no fijarse en estas cosas y, a menudo, nos quedamos absolutamente asombrados e incluso nos da un poco de envidia cuando las vemos.
Instagram, la televisión, las publicidades y muchas cosas más nos llenan la cabeza de estereotipos, de cómo deberíamos vernos. Los dientes deben ser blancos y perfectos; la piel, lisa, sin arrugas ni marcas; las manos, con cinco dedos. Afortunadamente, hay ciertos foros de Internet donde los usuarios destacan lo que no forma parte de lo “normal”, y le dan la importancia que realmente merece.
La naturaleza nos recuerda todos los días que somos los invitados en su hogar. Desde plantas creciendo en el concreto hasta árboles inmensos que parecen estar diciendo “este espacio es mío”, hay acontecimientos que dejan perplejos a muchos y nos hacen reconocer que la fuerza de nuestro planeta es magnífica.
Con los años, la civilización va avanzando sobre la naturaleza, interviniéndola de todas las maneras posibles. A pesar de ello, la madre tierra nos deja señales de que sigue ahí, fuerte, y que nos está vigilando.
Cada día las personas ocupan más espacio en el mundo. Aunque el ser humano se ha extendido a sus anchas en la tierra, el medio ambiente nos demuestra que no existe quien pueda con él. En cuestión de años o incluso de meses, los lugares de los que alguna vez el hombre se apropió son recuperados por la fuerza de la naturaleza y nuevamente se llenan de vida.
Si en algún momento hemos llegado a pensar que somos los mejores, los más innovadores y talentosos a la hora de inventar cosas, hay una fuerza muy poderosa que parece demostrar con creces lo contrario. La naturaleza nos lleva mucha ventaja en cuanto a creaciones artísticas y lo evidencia en cada uno de sus rincones con escaso o nulo esfuerzo.
Una de las características más curiosas de los seres humanos es que no existe uno que sea exactamente igual a otro. Y justamente es en esta diversidad en donde reside la belleza. Más altas, más bajitas, con lunares en la cara, hoyuelos en las mejillas, marcas de nacimiento, las personas siempre tienen algún rasgo que las distingue del resto. Sin embargo, en algunas ocasiones, la genética y la naturaleza se ponen de acuerdo y crean algunos ejemplares humanos cuyos atributos los tornan excepcionales.
Las creaciones de la naturaleza nunca dejarán de sorprendernos: algunas por su inteligencia, otras por sus elaborados sistemas y sutiles conexiones, otras por su apariencia. Gracias a Internet y a los fotógrafos, tenemos la oportunidad de conocer todo tipo de animales de diferentes partes del mundo, lo que nos hace extremadamente feliz.
La naturaleza es capaz de brindarnos las cosas más increíbles y hermosas de este mundo y, sin lugar a dudas, los animales son una de sus grandes obras maestras. Si de por sí, los animales de cualquier edad, características y tamaños son capaces de robarnos el corazón y dejarnos completamente prendados en tan solo un pestañeo, esto se incrementa cuando se trata de sus versiones más pequeñas, adorables y tiernas: los bebés.
La naturaleza es tan generosa que nos regala pequeñas maravillas en diferentes formas y tamaños. Los fenómenos naturales que presentaremos hoy son aún más especiales, porque en muchos casos son esporádicos, impredecibles y de una duración de segundos. Quizás no lleguemos a poder verlos todos con nuestros propios ojos, a menos que estemos en el lugar y en el momento ideal.
Cuando la actividad humana se detiene en un sitio, suele suceder que la naturaleza busca cómo ocupar estos espacios sin importar los obstáculos que tenga delante, como si estos elementos y lugares abandonados fueran absorbidos por la Madre Tierra.
Los seres humanos podemos considerarnos expertos a la hora de crear perritos perfectos. Y es que muchas de las razas que conocemos hoy provienen de una delicada y cuidadosa selección artificial. Pero, a veces, la naturaleza decide intervenir en ese proceso y da lugar a ejemplares únicos que, en su imperfección, son verdaderamente hermosos.
La fauna es tan grande y diversa que toda una vida no es suficiente para aprender todo sobre ella. Algunos hechos son incluso difíciles de comprender. ¿Quién hubiera pensado, por ejemplo, que los canguros grises son zurdos y los osos polares son, en parte, “invisibles”?
La naturaleza ha demostrado en numerosas ocasiones que es una gran artista. Es capaz de darles vida a los escenarios más increíbles y a animales que son dignos de admiración. Pero no solo eso, pareciera que, durante el proceso de creación, se ha visto inspirada en numerosas oportunidades y regaló a algunos ejemplares determinadas características que los hacen distinguirse del resto de los de su especie.
En ocasiones, la naturaleza demuestra su habilidad creativa adornando a los animales con colores más que inesperados y combinando tonos variados en las plantas y las frutas. Si creías que ya lo habías visto todo, puede ser que te sorprendas gratamente con las tonalidades diversas y pintorescas que consiguen hacer que este mundo sea más colorido.
Hay un buey cuyo cuerno mide aproximadamente 262,5 centímetros de largo y hay una afección cutánea que hace que tengas las palmas sudorosas todo el día. Por difícil que sea de creer, son cosas verdaderas, y hay mucho más en la naturaleza que sobrepasará tu nivel de comprensión.
Ya hemos visto miles de veces cómo la Madre Naturaleza siempre encuentra maneras, sin importar cuáles sean, para sorprendernos. Y así como ella no se cansa de hacerlo, nosotros tampoco, porque no hay nada más satisfactorio que ver fotografías que capturan el magistral trabajo de la naturaleza.
Normalmente, la naturaleza nos tiene mucha paciencia, aunque no la cuidemos bien. Pero existen ocasiones en las que ella misma decide que ha tenido suficiente de nosotros y que es momento de actuar, así que no le importa, por ejemplo, florecer en un árbol en medio de la calle; si así lo quiere, así lo hará.
Desde camuflarse como el bocadillo perfecto hasta actuar de una manera que nadie puede predecir, la naturaleza está llena de sorpresas. Mientras que los trucos suelen ser a menudo divertidos, también pueden ser fantásticos, obligándote a preguntarte cómo algo así pudo suceder en primer lugar.
La naturaleza puede llegar a ser muy caprichosa, y somos testigos de ello todos los días en muchos de los rincones de este mundo. Al igual que cada ser humano es único, los animales también lo son, y es que todos tienen sus propias particularidades, las cuales pueden convertirlos en seres totalmente alucinantes e impresionantes.
La naturaleza nos regala muchos momentos especiales. Un día entendemos por qué a las berenjenas les dicen “eggplants” en inglés. Nos encontramos con un bebé murciélago y nos damos cuenta de lo pequeño y dulce que es. Además, podemos apreciar a un hongo que ha comenzado a crecer a través del techo. Son pequeños milagros con los que la naturaleza nos sorprende cada día.
Por todo el mundo se encuentran vestigios de casas, aviones, barcos y lugares que solían tener una función, pero que por azares del destino han caído en manos de la naturaleza. En un grupo de Reddit, los usuarios comparten su visita por estos lugares y retratan el paso del tiempo y las huellas que ha dejado en estos objetos o construcciones, convirtiéndolos en parte del paisaje.
Hoy en día, es difícil sorprender a alguien con una mascota. Los gatos, los perros, los roedores y las tortugas se han convertido en parte de la vida humana. Pero los protagonistas de este artículo destrozaron todos los estereotipos imaginables y concebibles y adoptaron a habitantes de la naturaleza que ellos mismos salvaron, brindándoles su amor y cuidado.
En la naturaleza podemos encontrar un sinfín de cosas maravillosas, como hermosos paisajes sacados de un cuento de hadas, fenómenos naturales que impactan con sus grandiosas fuerzas y muchísimos tipos de animales conocidos alrededor del planeta. Pero también hay animales que, por sus colores, pelajes y formas distintivas, nos sorprenden con lo ostentosa que puede ser la naturaleza.
En la naturaleza no hay dos cosas iguales. En ocasiones, es mucho más fácil sobresalir entre la multitud que disimular la individualidad, especialmente para las personas que nacieron con una peculiaridad muy llamativa.
Vías del tren enterradas en la maleza; sótanos abandonados donde nadan peces de colores; anfiteatros, casas cubiertas de arena, escaleras mecánicas y parques de diversiones invadidos de tierra, agua, pasto y musgo. El tiempo pasa y mucho queda en el camino, abandonado y olvidado. Sin embargo, la naturaleza nunca se detiene y aprovecha para ocupar aquellos espacios que, desde un principio, fueron suyos.
No hay necesidad de ir muy lejos para descubrir paisajes asombrosos. Ante nuestros propios ojos, durante un paseo por el campo, podemos ver una comadreja montando un pájaro carpintero o un roble completamente verde a pesar de estar medio quemado por un rayo.