Cuando solicitamos un empleo, tenemos una idea aproximada de las responsabilidades y condiciones. Pero nadie nos advierte de que en la oficina nos encontraremos con clientes o compañeros poco recomendables que nos harán la vida imposible. Los casos más épicos los recuerdan los héroes de esta selección.
El estadounidense promedio pasa 34,5 horas a la semana en una oficina. ¡Eso es casi un tercio de su vida! Sentirse cómodo en el trabajo es tan importante como sentirse cómodo en casa. Aquí hay una lista de trucos de oficina que podrías usar y que te ayudarán a superar tu día laboral con éxito.
Después de nuestra casa, nuestro lugar de trabajo es el sitio en el que más horas pasamos. Una persona promedio trabaja 44 horas por semana. Teniendo esto en cuenta, ¿por qué resignarnos a que sea un espacio triste o que no resulte de nuestro agrado? Existen maneras de mejorar tu lugar de trabajo para que la idea de pasar ahí mucho tiempo no te agobie tanto.
Dicen que puedes saber mucho de una persona por sus zapatos, y en el mundo profesional esto es completamente cierto. Tu calzado es una extensión de tu marca personal, una declaración silenciosa de tu confianza y eficiencia. ¡Así que exploremos juntos el emocionante mundo del calzado profesional y asegurémonos de que siempre pongas tu mejor pie adelante!
Algunas personas van a trabajar por pasión, otras solo por el dinero, pero todas pasamos una cantidad increíble de tiempo en el trabajo. Eventualmente, te enteras de todos los detalles sobre el embarazo de tu colega o de que esa clienta complicada acaba de divorciarse. A veces, el trabajo te ofrece historias que podrías contar en un monólogo de comedia.
Hagas el trabajo que hagas, al menos una vez en la vida te has encontrado con compañeros, jefes o clientes inadecuados. Hemos recopilado algunas historias de personas que solo querían hacer su trabajo, pero acabaron en una historia digna de un post en Internet.
No creas que las aventuras y los personajes curiosos solo se encuentran en los libros. Búscalos más de cerca: quizá todas las cosas interesantes estén ocurriendo justo en tu lugar de trabajo. Nuestros héroes viven allí todo tipo de curiosidades. A veces molestas, a veces divertidas, pero siempre muy memorables.
Antes, el trabajo remoto era algo fuera de lo común, pero ahora muchos han tenido la oportunidad de experimentarlo en carne propia. Por supuesto, no ha estado exento de situaciones embarazosas: una de las más usuales es cuando, durante una videollamada, algún familiar pasa frente a la cámara “a lo natural”. Con esta recopilación, podrás echar un vistazo a las peculiaridades del día a día de quienes trabajan desde casa.
Incluso el trabajo creativo acaba convirtiéndose en una rutina: reuniones, plazos, proyectos que van uno detrás de otro. Pero, como demuestran las revelaciones de los usuarios de la red, a veces ocurre algo en una oficina dolorosamente familiar que rompe esta rutina. Un cliente llega a la peluquería con una petición inesperada, o un cliente dirá que solo se está en el trabajo por dinero.
A veces, para lograr tu objetivo o dar una lección a un insolente, no es necesario montar un escándalo ni insistir en lo tuyo. Un poco de astucia puede ser muchas veces más eficaz, y una instrucción oficial puede hacer que el infractor aúlle de frustración.
Es probable que a cada uno de nosotros nos haya ocurrido una situación misteriosa al menos una vez en la vida. Puede haber sido una extraña coincidencia, un juego de la imaginación o un simple olvido. O algo místico. Y por más que encontremos todo tipo de explicaciones para esos momentos, es poco probable que sepamos con certeza de qué se trataba. Estas son las historias que comparten los héroes de nuestro artículo.
Algunas personas aman tanto su trabajo que literalmente viven para él. A veces, estos profesionales se olvidan de que hay vida más allá de su oficina y terminan en situaciones cómicas.
Si los compañeros han abandonado la noción de sentido común, la vida cotidiana en el trabajo se convierte en un auténtico show de supervivencia. Sin embargo, muchos no están dispuestos a tolerar estas situaciones y acaban saliendo airosos.
Las tareas domésticas diarias requieren mucho tiempo y a menudo se dan por sentadas. Los miembros de la familia se acostumbran tanto a las camisas planchadas, los platos siempre limpios y el suelo brillante que empiezan a pensar que todo esto es su derecho de residencia. Pero el responsable de la limpieza, tarde o temprano se cansa y empieza a insinuar: “¿Y por qué ustedes, queridos familiares, no se unan al proceso?”. Y así es como se resuelve esta cuestión en diferentes familias.
En el trabajo, aunque a veces puede ser un tanto monótono, ocurren episodios tan impresionantes que dejan huella por años. Así les ocurrió a los personajes de nuestras historias, quienes se apresuraron a compartir sus experiencias en las redes.
A menudo nos encontramos con pequeños inconvenientes cotidianos: parientes fastidiosos que nos visitan, la escuela que recauda fondos para «cortinas», o simplemente el desafío de mantener nuestro jardín en buen estado. Sin embargo, existen personas que harían lo que fuera para esquivar estos problemas y salir victoriosos. Algunos incluso van más allá de lo necesario, como la suegra mencionada en una historia de este artículo.
Algunas personas trabajan junto a colegas tan excepcionales que podrían preguntarse si se encuentran en una oficina, en una comedia cinematográfica o quizás en un jardín de niños. Las fotos e historias que siguen muestran cuán entretenida puede ser la vida en una oficina .
En el ritmo de una oficina bulliciosa surgen conflictos que transforman el día a día laboral. La historia que vamos a desvelar hoy nos sumerge en el complicado entramado de relaciones y decisiones dentro del ámbito laboral. Desde cambios en la gerencia hasta malentendidos sobre las horas extras, cada detalle cuenta en este relato de tensiones y confrontaciones.
Pasamos tanto tiempo en el trabajo que es como si ya viviéramos allí. Conocemos todos los hábitos del jefe y los detalles de la vida personal de nuestra colega Inma. Y, claro, a menudo ocurre que en el trabajo no puedes evitar pensar: “Quizá debería dejarlo y empezar a ganar dinero tejiendo gorros”.
Todos los que han tenido una entrevista de trabajo al menos una vez en su vida saben que nos puede aguardar cualquier sorpresa en el proceso. Estamos preparados para diversas pruebas, preguntas capciosas y un molesto interés por parte del departamento de seguridad. Pero a veces los entrevistadores recurren a tales trucos que uno se siente tentado de buscar una cámara oculta en la oficina o de averiguar si se está grabando la conversación para poder emitirla luego en un programa de humor. Sin embargo, seamos sinceros, los solicitantes de empleo también pueden portarse de manera poco habitual.
Pocas personas asocian el lugar de trabajo con la alegría y la diversión, pero solemos esperar al menos cierta tranquilidad en él. A veces, sin embargo, los compañeros, los jefes o simplemente las condiciones pueden ser tan específicas que el único pensamiento que nos viene a la cabeza es: “Debería haberme largado de aquí aún en la entrevista”.
El ambiente laboral, por naturaleza, puede presentar numerosos desafíos. Durante los días laborables, es común enfrentarse a situaciones inesperadas causadas por colegas, clientes y superiores. Estas pueden variar desde errores triviales, como vestirse inadecuadamente, hasta dificultades para realizar cálculos simples, como determinar la propia edad. Incluso, nos podemos topar con clientes que evitan especificar la cantidad de producto que desean adquirir.
La vida nos depara a menudo sorpresas. Por eso, incluso el viaje más rutinario al kínder puede convertirse en una verdadera historia de detectives, y pasar un examen, en todo una película de acción.
La menstruación fue un tema tabú durante mucho tiempo. Antes las mujeres lo ocultaban, o sentían vergüenza cuando estaban en “esos días”. Pero la sociedad fue cambiando y hoy, por suerte, es un tema más naturalizado. Lamentable, no para todos es así, y esta usuaria de Reddit vivió un polémico momento con su profesor que no la dejó llevar sus pertenencias al baño.
Equilibrar las tareas laborales con la crianza de un recién nacido es un desafío tan difícil como indiscutible. Y la situación se complica todavía más si no tenemos a alguien que nos ayude en casa. Sin embargo, de alguna manera lo resolvemos. Y en algunos casos, logramos un balance perfecto entre el trabajo y la maternidad. Al menos esto le ocurrió a la protagonista de esta historia, que decidió llevar a su pequeña recién nacida al trabajo. Aquí te contamos cómo reaccionó su jefa al verla en su escritorio junto a la bebé.
La vida puede estar llena de sorpresas y oportunidades. Algunas llegan solas, pero para otras debe ser uno mismo quien salga a buscarlas y hacerlas pasar. Así nos lo muestran dos jóvenes y talentosos argentinos (@dosartistasviajeros) que decidieron mudarse a Italia y descubrieron que mudarse de país puede ser todo un reto pero también una experiencia muy gratificante.
En el mundo laboral, no todo son desdichas. Hay personas que disfrutan de su trabajo y encuentran grandes amistades entre sus compañeros. También, hay empleados que se sienten felices y agradecidos con sus jefes. Hoy, serán ellos quienes nos cuenten cómo sus empleadores dejaron una huella en sus vidas, ya sea a través de gestos generosos, apoyo y comprensión, o por haber sabido crear un entorno laboral sano y motivador que les permitió crecer profesionalmente.
Día 1. Te despiertas de un salto, completamente desorientado. ¡¿Qué sucede?! ¡Tu casa tiembla y se sacude! ¡Debe ser un terremoto! Tomas tu almohada y tu gato, que está tan confundido como tú y ni siquiera se resiste. ¡¿Qué más?! Tus documentos, tu laptop... ¡¿Eh?! Parece que tu casa... ¡está moviéndose! Ves cómo los árboles de tu jardín pasan frente a tu ventana. No puedes moverte de tu lugar, tu gato está aferrado a tu pecho. El edificio que te envuelve, tu casa de 30 años, cruje, chilla y hace todo tipo de ruidos perturbadores.Unos fuertes ruidos que provienen de tu cocina te sugieren que tu nuevo juego de té debe estar haciéndose trizas en este momento. Los muebles se mueven por toda la habitación, y te ves obligado a apoyarte contra una pared. Oh, mira eso, ¡ya estás en el jardín de tu vecino! Y parece que tu casa decidió tomar un descanso. Ya se detuvo. Sales con mucho cuidado. Te tiemblan las piernas, tu gato está sospechosamente inmóvil en tus brazos. El Sr. Brown está esperándote bajo un manzano. Está pálido y tiene los ojos abiertos de par en par. Después de hablar un momento, llegan a la conclusión de que debe haber sido un deslizamiento de tierra. Aún no saben qué harán para regresar tu casa a donde solía estar, pero están de acuerdo en que es un problema para otro día.
No es fácil renunciar a un empleo, y cuando lo hacemos, normalmente nos queda la sensación de que no expresamos todo lo que sentíamos realmente. Pero también hay personas que deciden irse por la puerta grande, y no dejan su sitio sin antes cantarle las cuarenta al jefe que tan malos ratos les hizo pasar.
Lo hemos visto en muchas películas, pero la realidad es que los jefes extraños existen en la vida real. Hay gente que nunca se ha encontrado con alguno de ellos, pero podría decirse que son los menos, unos verdaderos afortunados. No es el caso de estos 24 trabajadores, que intentaron hacer sus deberes, pero al lado de estos jefes les fue imposible.
Hay quien dice que el tiempo que hay que permanecer en un trabajo son 8 meses, mientras que otros piensan que para demostrar profesionalismo, deberíamos estar en el puesto al menos 6 años. Pero la única regla que quizás sea válida para dejar un empleo es que haya dejado de gustarte. A veces, solo se trata de encontrarle el lado positivo. Después de todo, además de servir para agrandar el currículum, la experiencia es aprendizaje... o al menos nos deja alguna que otra situación tragicómica digna de compartir.
Nuestro sentido del olfato es como una maquinaria muy compleja que procesa la información que recibe del exterior de manera muy meticulosa. Y aunque parezca que el trayecto que hace un perfume hasta llegar a nuestro cerebro es rápido y sencillo, esta actividad implica todo un complejo proceso entre ese órgano y la nariz, el cual desconocemos totalmente, aunque el cuerpo sea nuestro.
Seguramente seamos capaces de recordar aquellos días escolares en que lo que más nos importaba era que nuestros compañeros no nos excluyeran de los eventos a los que asistirían todos los del salón. Pues bien, estas cosas no solo nos ocurren durante la infancia o la adolescencia; aunque nos cueste admitirlo, también tenemos la necesidad de sentirnos incluidos durante nuestra vida adulta.
El hábito de planificar los gastos es algo bueno. Pero algunas personas no siempre consiguen detectar la fina línea que separa el ahorro de la avaricia. Así es como nacen las historias sobre los tacaños que, teniendo cama, duermen en el suelo, y de la gente que siempre está dispuesta a enriquecerse a costa de los demás.
Por lo general, en un ambiente profesional, hay ciertas reglas y formalidades específicas que conviene seguir. En otras palabras, se consideran inapropiados algunos temas de conversación y determinados comportamientos. Sin embargo, el deseo de causar una buena impresión con nuestros jefes o colegas y la falta de experiencia nos pueden llevar a pasar por momentos incómodos o vergonzosos.