Imagina que contratas a alguien para que te haga un trabajo, como cortarte el cabello, pero luego descubres que esa persona en realidad no tenía que estar allí. Eso es lo que le pasó a una usuaria de TikTok llamada Kirsten (@kir.a.lo) cuando fue a una peluquería. Compartió su extraña experiencia en TikTok, y obtuvo mucha atención. Al final del artículo, también te espera un enorme bono.
A todas nos gusta lucir arregladas, con el cabello cuidado y en perfectas condiciones, pero no siempre tenemos el dinero suficiente para ir a la peluquería con la frecuencia que quisiéramos. A veces, no podemos darnos ese lujo, pero el cabello pide a gritos un cambio de look. Y así, los protagonistas de hoy se enfrentaron a la difícil tarea de arreglar su cabello por sí mismos. El resultado no tardó en llegar. Al menos estos héroes tuvieron el suficiente sentido del humor como para compartir su fracaso en Internet.
Incluso el trabajo creativo acaba convirtiéndose en una rutina: reuniones, plazos, proyectos que van uno detrás de otro. Pero, como demuestran las revelaciones de los usuarios de la red, a veces ocurre algo en una oficina dolorosamente familiar que rompe esta rutina. Un cliente llega a la peluquería con una petición inesperada, o un cliente dirá que solo se está en el trabajo por dinero.
A veces hay situaciones que no requieren talento, sino todo un talentazo para salir de ellas con elegancia. Los héroes de nuestro artículo se metieron en un lío de este tipo, pero consiguieron orientarse a tiempo y pusieron claramente los puntos sobre las íes.
Las relaciones en el seno de la familia siguen siendo complejas e imprevisibles incluso después de muchos años de matrimonio. A veces, las mujeres caen en el estupor por el comportamiento de sus propios esposos, a veces, los parientes de repente comienzan a meterse en algo que no les concierne, y a veces, incluso los extraños que de repente deciden descargar su ira en sus parejas las sacan del quicio. Hemos recogido los gritos al cielo de las mujeres relacionados con su vida familiar, que sin duda resonarán en todo el mundo.
Si eres dueño de un perro como yo, sabrás lo difícil que puede ser que se quede quieto mientras le cortas las uñas. Muchas veces se sienten incómodos cuando debes ocuparte de ciertas partes de su cuerpo, especialmente la cola, las patas, las orejas y la boca. ¿Qué tal si pruebas con un poco de mantequilla de maní? Casi siempre funciona como premio. Si recortas las uñas de tu perro con frecuencia, las golosinas lo ayudarán a asociar todo este proceso con la obtención de algo agradable una vez que hayan terminado. Con el tiempo, puede que hasta notes que a tu perro le entusiasma que le corten las uñas.
Incluso hoy en día, cuando está de moda lucir un aspecto natural, se sigue oyendo decir a quienes nos rodean que debemos tener un look determinado. Dicen que hay que disimular las canas y que los hombres con el cabello largo tienen un aspecto extraño. Pero algunas personas prefieren no gastar tiempo y dinero extra en la peluquería y vivir con su pelo natural. Y están totalmente contentas con su elección.
Todos nos esforzamos por lucir atractivos. Por eso vamos regularmente a los salones de belleza y, de vez en cuando, pensamos en pequeños cambios o incluso en un cambio de look. Pero a veces, esos cambios no son más que una decepción. Por ejemplo, decides ir a una nueva peluquería y sales con un peinado que te da ganas de huir de la ciudad. O quieres hacerte la manicura por primera vez con un profesional, y luego te arrepientes 100 veces.
El nombre de Martha Harper es conocido por unos cuantos, pero sus inventos siguen siendo utilizados por los clientes de los salones de belleza. Esta mujer pasó por un complicado recorrido, desde ser una sirvienta hasta convertirse en la dueña de una cadena de 500 salones de belleza. Ella inventó la peluquería tal y como es hoy en día, creó su propia línea de productos para el cuidado del cabello y les dio la oportunidad de comenzar su propio negocio a cientos de mujeres de bajos recursos.
Todos, al menos una vez en la vida, han visitado una peluquería. Algunos soñaban con un look completamente nuevo, mientras que otros solo querían unos retoques del peinado. Pero a veces el resultado es diferente de lo que uno esperaba. Por lo que semejantes visitas permanecen en la memoria durante mucho tiempo.
Todas queremos vernos bien, claro. Y con esa idea en mente vamos a la peluquería, a la manicura, nos maquillamos, probamos distintos tonos de cabello y hasta nos animamos a hacernos tatuajes. En muchos casos, el resultado nos satisface, nos sentimos renovadas y distintas. Pero existen también los otros casos, esos en los que el resultado es tan distinto de lo que esperábamos que nos hace desear que las agujas del reloj giren al revés.
Turquía se ha convertido en un destino turístico muy popular gracias a su exótica cultura, hermosas playas y, por supuesto, su deliciosa comida. Sin embargo, hay muchas curiosidades fascinantes sobre la vida y las costumbres de las personas que no siempre encontraremos en las guías turísticas. Para conocer verdaderamente un lugar, no hay nada como sumergirse en el modo de vida de los locales.
A veces pareciera que encontrar a un especialista decente en un salón de belleza es más difícil que incorporarse al trabajo después de las fiestas. Por ejemplo, puede que gastes una gran suma de dinero solo para cortar las puntas, y resulta que al final del trabajo, has perdido una docena de centímetros de cabello. Incluso tal vez regreses a tu hogar con unas raíces rojas que definitivamente no habías pedido.
Cuando éramos niños, no entendíamos el deseo de nuestros padres de ahorrar dinero: comprar uniformes del colegio más grande “para cuando crezca”, usar ropa de nuestros hermanos mayores, controlar los interruptores de la luz para que no esté encendida innecesariamente. Pero ahora buscamos formas de ahorrar dinero y aprovechar al máximo la experiencia de compras. Promociones, cupones, tarjetas de bonificación: todos los tenemos. Pero eso es solo la punta del iceberg. Algunos se basan en la experiencia y en la observación para elaborar sus propios trucos de vida.
Es fácil para los hombres ser atractivos: los calvos son reconocidos como los representantes más bellos del sexo masculino. Y si para lucir elegantes solo necesitan usar una máquina para cortar el cabello, los demás tienen que inventar cada vez más nuevas formas de cuidar sus cortes y peinados. Sin embargo, por alguna razón, el resultado final de tales trucos no siempre es agradable a la vista.
Muchas mujeres comienzan a transformar sus vidas yendo a la peluquería. Recortar, cambiar el color, alisar o rizar, y a veces, todo en 1 mes. Porque las chicas saben que gracias al peinado adecuado, la autoestima puede aumentar instantáneamente, y una persona segura de sí misma puede enfrentarse a cualquier cosa.
Todo el mundo quiere lucir bien todos los días: esto nos da confianza. Pero es cierto que no siempre funciona. O en la peluquería no te cortan el pelo como pediste, o te maquillan de tal forma que te da miedo mirarte al espejo. Y también sucede que cuando comenzamos a experimentar con nuestra apariencia nosotros mismos, algo nos sale mal.
El cabello de un ser humano crece a una velocidad de 0,35 mm por día. Si cortas incorrectamente 5 cm del largo, entonces tardará casi 5 meses en crecer. Todos los que han caído en tal “robo” saben perfectamente lo desagradable que es. Pero no muchos entienden que a menudo las personas con las tijeras no tienen la culpa de un mal corte de cabello, sino nosotros mismos.
Para una mujer, ir a la peluquería siempre es más que una rutina. Sucede que solo querías cortarte unos centímetros extra de cabello, pero terminas repentinamente obteniendo ojos brillantes y una luminosidad muy tangible. Y muchos elogios, incluso de aquellos que adoran exclusivamente las trenzas hasta la cintura.
Estamos acostumbrados a hablar de mujeres exitosas o que llevan adelante una vida de ensueño. Sin embargo, el éxito es subjetivo. Cada persona tendrá sus propios parámetros para medirlo. Algunas mujeres considerarán que tener éxito es triunfar en el ámbito profesional, mientras que otras se sentirán exitosas por contar con una familia presente y saludable. No importa cuál sea la definición, existen algunos hábitos comunes que las mujeres exitosas atraviesan que son dignos de imitar.
De vez en cuando, todos nosotros queremos refrescar nuestra imagen: renovar el guardarropa o cambiar nuestro peinado. Pero desafortunadamente, no todos los experimentos terminan con éxito y en esos casos hay que suavizar sus consecuencias.
Los humanos no son los únicos que deben arreglarse el cabello de vez en cuando, los perros también lo necesitan. Es aconsejable que hagan una visita al peluquero, no solo para tener un aspecto más limpio y ordenado, sino también para dar a sus humanos otra razón para sonreír. Esto se debe a que, a veces, el aseo transforma a los perritos de manera tan drástica que sus dueños tienen que verificar si tienen a la misma mascota encantadora frente a ellos.
De media, las mujeres visitan la peluquería unas cuatro veces al año. No se sabe cuál de estas visitas puede convertirse para ellas en un cambio radical de imagen. Sin embargo, diferentes manipulaciones con el cabello en los salones de belleza no solo influyen positivamente en nuestra apariencia, sino que también mejoran nuestro estado de ánimo y aumentan la autoconfianza. Por supuesto, aquellas que se han decidido a un cambio total del peinado ya no tienen nada que temer.
Todo el mundo sabe lo importante y, a la vez, lo difícil que es encontrar al estilista perfecto cuando se trata de cortes de pelo. El contacto del preciado peluquero hábil que comprende sin palabras todos los deseos referentes a un peinado, se guarda bajo siete llaves. Y, como lo demuestra la vida, mucho más a menudo, el peluquero y el cliente hablan idiomas completamente diferentes y, como resultado, sucede lo que sucede.
Seguramente conoces esa sensación, cuando después de una exitosa visita a la peluquería pareciera que crecieron las alas. Y viceversa: si un corte de pelo salió mal, entonces todo saldrá del peor modo. Por cierto, ¿has notado que generalmente nos dan ganas de cortarnos el cabello, o de hacer un cambio extremo de peinado en los momentos bastante difíciles de la vida? Algunos tratan de “cortarse” todos los problemas y dejarlos en el pasado, mientras que otros, de modo inconsciente, quieren convertirse en una persona completamente diferente y, tal vez, cambiar así su propio destino.