Se han dicho muchas cosas sobre el estilo de la princesa Diana, pero sigue sorprendiéndonos. Tenía muchos secretos que solo unos pocos conocían, y algunos eran bastante inusuales. Por ejemplo: tenía una técnica especial para que las tiaras se fusionaran con su cabellera, poseía una colección de carteras para cubrir su escote y proteger su reputación, y evitaba usar guantes.
La princesa Diana sigue siendo uno de los miembros de la realeza más queridos y recordados. A través de los años, su nombre ha aparecido en noticieros, revistas y periódicos por el gran legado que dejó después de su muerte. Su estilo impecable y buen gusto hicieron de “Lady Di” uno de los mayores íconos de la moda del siglo XX. Así, se han subastado muchas de las pertenencias de la querida princesa, desde ropa y joyas hasta el pastel rancio de su boda.
A la princesa Diana la llamaban la reina de corazones. Se distinguió por su sinceridad, su franqueza y por poseer un espíritu verdaderamente rebelde. Lady Di no tuvo miedo de romper las reglas reales y lo hizo desde los primeros días de su aparición en el palacio. Ella misma eligió el anillo de compromiso, reescribió el texto del voto matrimonial y tuvo su propia perspectiva sobre la crianza de los hijos.
La princesa Diana puede considerarse, sin exagerar, un icono de estilo. Pero el milagro no sucedió de inmediato. Lady Di le contó a su biógrafo que antes de casarse con el príncipe Carlos, en su guardarropa “tenía un vestido largo, una camisa de seda, un par de zapatos elegantes y eso era todo”. Después de formar parte de la familia real, Diana se empezó a preocupar por la moda y comenzó a planear sus atuendos hasta el más mínimo detalle. El estilo de su ropa fue cambiando dramáticamente a lo largo de su vida y reflejaba ciertos sucesos de su destino.
La difunta princesa Diana era muy conocida por ser una figura rebelde pero inspiradora de la realeza británica. Rompió más protocolos reales de los que podemos contar con los dedos de las manos. Sin embargo, aquí estamos, décadas después de su muerte, aún siendo condescendientes y usándola como ejemplo maternal.
La depresión posparto es un trastorno del estado de ánimo de larga duración que muchas mamás experimentan después de dar a luz. Pocas personas lo saben, pero la princesa Diana lo sufrió después de dar a luz a su hijo William. No podía decirle a nadie sobre su estrés y preocupaciones y tuvo que luchar con la ansiedad por completo. En un par de entrevistas que dio años más tarde, le contó al mundo los problemas psicológicos que enfrentó y cómo la depresión posparto la afectó con tanta fuerza.
Pasar una tarde viendo una película o una serie de televisión ya es una gran alegría para los cinéfilos. Pero otro placer consiste en encontrar pistas en las que nadie más ha reparado. Por ejemplo, en la serie Merlina se daba una pista sobre quién era el villano principal de la serie, y en La casa del dragón había referencias a Game of Thrones. Repasamos las películas y series más sonadas del año pasado en busca de detalles curiosos que probablemente se te hayan escapado. Y al final del artículo, te hablaremos del padre de un querido actor que, de repente, decidió ponerse a prueba en una película.
Gracias a los maravillosos cuentos de la infancia o las películas animadas clásicas, muchas soñamos con ser princesas desde pequeñas. Tener un vestido largo, una corona de diamantes, vivir en un castillo y tener un guapo príncipe a nuestro lado se convierte en un sueño inocente. Aunque en los países latinos no es costumbre, del otro lado del mar existe una pareja conformada por un príncipe y una princesa muy queridos: Kate Middleton y el príncipe William, miembro de la familia real británica. A continuación te presentamos su historia de amor.
El anuncio del embarazo de una celebridad es un acontecimiento muy esperado no solo por los familiares de los futuros padres, sino también por los fans. A veces, los padres famosos anuncian la buena noticia con una emotiva publicación en las redes sociales. Y algunos eligen una manera más original: grabar todo un video o interrumpir un concierto para compartir su felicidad.
El estilo no se trata de la ropa en sí, sino de cómo la usas. Y esa es la parte divertida de la moda: deja la puerta abierta para que explores tu personalidad. Pero lo cierto es que, con un mundo de posibilidades y tendencias, a veces necesitamos una pequeña ayuda para guiar nuestro instinto fashion y sacar lo mejor de cada look.
Ver una película es sinónimo de relajarse y disfrutar. Este no es el caso de todas las personas, porque hay muchas que se encargan de prestar atención a todos los detalles. Después, las teorías surgen en sus cabezas casi como por arte de magia. Pueden pensar en otros finales, conexiones entre filmes o hasta posibles traiciones y nuevos villanos.
Al aparecer en eventos importantes, muchas celebridades pueden llamar la atención con sus atuendos. Algunas mujeres famosas visten prendas que usaron antes: las reciclan o les agregan nuevos detalles. Otras hasta pueden cambiar el atuendo sobre la marcha, y sorprender a todos.
Prestarle alguna prenda a un amigo o familiar cercano es algo que quizás muchos hayamos hecho alguna vez. Pero tal vez suene extraño saber que entre las familias reales compartir la ropa también es una costumbre bien vista. Más aún, imitar el estilo de alguien más es, muchas veces, motivo de elogio.
Los bolsos se han utilizado desde los tiempos del Antiguo Egipto. Pero hasta hoy, no todo el mundo sabe que hay reglas de etiqueta diseñadas específicamente para este accesorio. Y estos consejos, por cierto, no solo ayudan a tener un aspecto más sofisticado, sino que también facilitan la vida.
Por lo general admiramos a los hombres famosos por su éxito, su riqueza, su poder y su buen aspecto. Pero hay algunos que deberían ser admirados por su dedicación a sus parejas. A menudo, sobre todo en el mundo del espectáculo, los romances y los matrimonios terminan demasiado pronto, dejando a los fans preguntándose si el amor verdadero existe realmente. Por suerte, hay algunos ejemplos de parejas sobresalientes que han permanecido junto a sus parejas en las buenas y en las malas, y siguen fortaleciéndose con el paso del tiempo.
Un verdadero cinéfilo disfruta mucho de encontrar detalles ocultos en las películas. Por lo tanto, los creadores de cintas o series a menudo juegan con el público: esconden easter eggs o insinúan acciones posteriores de la trama. No obstante, solo los espectadores atentos pueden notarlos a tiempo.
Pensar en la infancia como una etapa en la que hay que preocuparse por seguir protocolos y tradiciones al pie de la letra puede sonar extraño para la mayoría de las familias. Pero esto no es así para la familia real británica. Ser parte de ella conlleva sus responsabilidades y algunas incluso deben cumplirse desde antes de nacer.
Los accesorios son una parte muy importante de nuestra imagen, y eso es algo que la familia real británica sabe muy bien. Sus joyas, además de costar miles de dólares, son capaces de demostrar modernidad aunque fueran creadas hace décadas. Por eso, incluso hoy en día son una opción elegante para complementar el estilo de la realeza.
No hace falta ser un experto en el mundo de la moda para nombrar algunos nombres de diseñadores cuyas creaciones son apreciadas en todo el mundo. Jimmy Choo seguramente estará entre ellos como el maestro del calzado. Después de todo, prefiere el trabajo manual minucioso a la producción en masa y, debido a eso, sus zapatos son tan deseados por las mujeres amantes de la moda por todo el mundo.
La familia real representa los valores culturales de la sociedad inglesa y participa en múltiples eventos sociales, en los que ayuda a forjar la imagen y la identidad británicas. Ya sea para un compromiso público o familiar, sus integrantes se caracterizan por seguir un código especial de vestimenta, elegante y conservador, que en ocasiones guarda historias que no imaginábamos.
Que el dinero no sea un problema para la familia real británica no significa que gasten innecesariamente todo el tiempo. Aunque seguro se nos vengan a la mente comidas ostentosas, atuendos caros y otros lujos, la verdad es que ellos son todo lo contrario. La reina Isabel es una persona muy modesta, y sus hábitos lo demuestran.
Con más de 10 siglos desde su origen, la monarquía inglesa, encabezada por la reina Isabel II, es una institución que cuenta con una gran tradición. Hoy en día, muchos de los protocolos reales llaman la atención por mantenerse todavía en pie, aunque ya acumulen cientos de años de historia.
La princesa Diana es una de las figuras públicas más fascinantes que han vivido en este planeta. A casi 24 años de su muerte, todavía seguimos hablando de ella. Y es que la llamada “princesa del pueblo” tenía ángel y mucho carisma, además de ser una mujer muy comprometida con todo lo que creía con el corazón.
La princesa Diana era una mujer que supo ganarse los corazones de muchos con su simpatía, su transparencia y su hermosura, y a pesar de los años, aún sigue teniendo un lugar especial en la memoria de sus seres queridos y su legado continúa vivo.
Las joyas de la casa real británica incluye collares, aretes, insignias, piedras preciosas, coronas y tiaras, espadas y cetros de gran valor que han pasado de generación en generación; así como la colección privada de la reina Isabel II y las joyas de la princesa Diana de Gales, heredadas por sus nietos. Las colecciones son administradas por un joyero real que se encarga de su conservación. ¡Sería como tener a tu disposición un museo de joyas familiares del que solo puedes elegir en ocasiones especiales!
Es bien sabido que los miembros de la familia real deben seguir ciertos protocolos, y esto también se aplica a su apariencia. Sin embargo, si la duquesa o la princesa quieren transmitir un mensaje determinado al público, lo pueden hacer de forma codificada, utilizando algunos detalles. En este artículo te contaremos más sobre estas “señales”.
Entre las figuras más representativas de la familia real británica hay una que desde siempre se llevó todo el amor y la admiración del pueblo. La princesa Diana quedó marcada en los corazones de sus fanáticos, y su recuerdo es inmune al paso del tiempo. Sin embargo, hay quienes construyeron una imagen de ella a partir de rumores, pero muchas de esas creencias no son más que mitos que no reflejan en absoluto cómo era su personalidad real.
La mayoría de los miembros de una familia generalmente poseen similitudes que los distinguen de las demás. Con solo verlos podemos deducir si tienen algún parentesco sanguíneo o no. Un ejemplo de ello son las múltiples semejanzas que poseen los integrantes de la realeza, que tienen rasgos que han heredado de muchos de sus antepasados.
Desde que su romance con el príncipe Harry se hizo público, Meghan Markle dio pequeñas pistas de la gran admiración que sentía hacia su difunta suegra, la princesa Diana. Durante su paso por la familia real, Meghan se aseguró de mantener viva la memoria de Lady Di en la gran mayoría de sus eventos importantes. No obstante, lo hizo de una manera tan discreta que quizás muy pocos se dieron cuenta de sus detalles.
Muchas veces pensamos que los romances entre la realeza y los plebeyos se ven nada más en películas y no en la vida real, pero eso está muy alejado de la realidad. Existen muchos ejemplos de relaciones que podrían ser excelentes candidatas para la gran pantalla, desde un encuentro casual durante unas olimpiadas en Sídney hasta una cita a ciegas. Al final, estas historias de amor no son tan distintas de otras.
Muchas personas tienen joyas que cuentan con una gran historia o con un significado profundo, y los miembros de la familia real no son la excepción. Ellos no solo eligen minuciosamente sus atuendos, sino también los accesorios, ya que estos son capaces de expresar mucho sin decir ni una palabra.
Los cumpleaños siempre son una fecha importante, a algunos les encanta tener toda la atención y hacer una fiesta, y otros prefieren que el día pase lo más rápido posible. Si alguna vez te han dicho aguafiestas por esto último, ¡no te preocupes! Porque los cumpleaños de la familia real británica no son nada excepcionales por estas particulares tradiciones (excepto si se trata de la Reina, por supuesto).
Existe la creencia de que las personas famosas tratan de no usar los mismos atuendos dos veces, pero la vida ha demostrado que las celebridades modernas siguen la tendencia de la moda sostenible, y los miembros de la familia real no son la excepción. Las damas de la realeza a menudo se ven usando sus atuendos favoritos más de una vez, agregando solo algunos pequeños ajustes que le dan a sus atuendos “viejos” un aspecto diferente.
Cuando pensamos en cuentos de hadas con finales felices, es usual que se nos vengan a la mente diferentes princesas con sus respectivos príncipes, y es que la infancia de muchos estuvo llena de historias con carruajes y coronas. Sin embargo, los príncipes y princesas de la vida real también tienen sus propias experiencias, y aunque para muchos han sido cuentos de color rosa, la verdad es que esa no es una regla que se aplique para todos. Entonces, ¿cómo se conocieron las parejas más emblemáticas de la familia real británica?
Las bodas reales son acontecimientos multitudinarios observados por los ojos de todo el mundo y que hacen suspirar a los románticos con sueños de príncipes y princesas. Pero detrás de los lujos y las historias de amor, los casamientos reales cargan con tradiciones y reglas que deben cumplirse para tener el visto bueno de la Reina, aunque muchas de ellas pueden ser un poco disparatadas.
Las casas reales llevan una enorme cantidad de bagaje cultural. Por lo tanto, no es de extrañar verlos rindiendo homenaje a las generaciones anteriores o incluso a tradiciones de siglos a través de su ropa y sus accesorios. Afortunadamente, tienen los fondos para respaldar cualquiera de sus elecciones de moda, por lo que deben lucirlas con estilo.