Todos aquellos que han tenido una entrevista al menos una vez en su vida saben que este es un acontecimiento extremadamente emocionante, por lo tanto, el resultado siempre es impredecible. Tanto para quienes buscan empleo como para los reclutadores. Algunos pueden encontrar que las preguntas del gerente de contratación son demasiado inadecuadas, mientras que otros pueden presenciar un comportamiento extraño por parte de un candidato justo en medio de una entrevista.
En los procesos de contratación y selección de personal, los profesionales de Recursos Humanos se enfrentan a ciertas actitudes que los hacen encender una “alerta roja”. ¡Ciertamente, mentir no es una buena opción! Pero parece que hay candidatos que siguen recurriendo a esta estrategia, a sabiendas de que serán evaluados por profesionales especializados (muchos de ellos psicólogos). También suelen encontrarse con errores ortográficos y gramaticales, fotos inapropiadas... ¡de todo un poco!
La Organización Internacional del Trabajo afirma: en 2017, había 192,7 millones de desempleados en el mundo. Encontrar el trabajo adecuado no es tan fácil: los gerentes de recursos humanos desarrollan pruebas de múltiples etapas y hacen preguntas tramposas para los posibles candidatos.
Las oficinas no solo están llenas de tareas y proyectos; también son un hervidero de emociones y, muchas veces, tensiones entre compañeros. En un ambiente en el que todos buscan destacar y avanzar en sus carreras, la competencia profesional puede ser una chispa que enciende pequeñas rencillas y, si no se manejan bien, pueden escalar rápidamente. Justo eso es lo que le pasa al chico de esta historia, quien, acabó ganándose varios enemigos, por su forma de trabajar.
La capacidad de mezclar inteligencia, lógica y emociones se llama inteligencia emocional, ¡y es nuestra especialidad! La inteligencia artificial puede lograr mucho, pero todavía está muy lejos de competir con los humanos cuando se trata de soltar un comentario fuera de lugar y estar convencido de que es el argumento más sensato.
Si los compañeros han abandonado la noción de sentido común, la vida cotidiana en el trabajo se convierte en un auténtico show de supervivencia. Sin embargo, muchos no están dispuestos a tolerar estas situaciones y acaban saliendo airosos.
En los lugares de trabajo en los que el trabajo en equipo es fundamental, a veces resulta difícil conciliar las necesidades personales con los objetivos colectivos. Esto es especialmente cierto cuando las circunstancias personales, como las responsabilidades familiares, difieren entre los compañeros. Nuestra lectora pide consejo sobre su dilema laboral: ¿debe esperarse que alguien sin hijos renuncie a sus días de vacaciones para que sus compañeros con hijos puedan tener más tiempo libre?
Recibimos una carta de una chica que se encuentra sumida en la desesperación tras rechazar la propuesta de matrimonio de su novio, que le llevó a convertir su vida en una pesadilla. En su carta, una chica nos cuenta su plan de venganza. Sin embargo, le remuerde la conciencia, así que pide consejo a nuestros lectores.
En medio de un seminario de trabajo de dos días, una situación inesperada sacudió la cena de networking entre colegas de una empresa. Lo que comenzó como charla casual sobre mudanzas y hobbies pronto se convirtió en un enfrentamiento incómodo, revelando el desafío de mantener la compostura ante comentarios insensibles. Esta historia muestra cómo una respuesta tranquila puede cambiar el tono de un encuentro profesional, ofreciendo lecciones valiosas sobre manejo emocional en entornos laborales.
En el ritmo de una oficina bulliciosa surgen conflictos que transforman el día a día laboral. La historia que vamos a desvelar hoy nos sumerge en el complicado entramado de relaciones y decisiones dentro del ámbito laboral. Desde cambios en la gerencia hasta malentendidos sobre las horas extras, cada detalle cuenta en este relato de tensiones y confrontaciones.
El ambiente laboral, por naturaleza, puede presentar numerosos desafíos. Durante los días laborables, es común enfrentarse a situaciones inesperadas causadas por colegas, clientes y superiores. Estas pueden variar desde errores triviales, como vestirse inadecuadamente, hasta dificultades para realizar cálculos simples, como determinar la propia edad. Incluso, nos podemos topar con clientes que evitan especificar la cantidad de producto que desean adquirir.
Alba Vilches, una usuaria de TikTok, comparte regularmente sus vivencias laborales en el campo de Recursos Humanos. En esta ocasión, narró una anécdota que asombró a numerosos internautas en la plataforma.
Pocos y afortunados son aquellos que aman su trabajo y su situación laboral es buena, pero hay otros que por más horas extras que den, por más que se esfuercen simplemente no logran ser vistos, reconocidos o ascendidos. Y esto, puede llegar a hartar, tanto así que al trabajador no le queda de otra que bajar su motivación, o bien, renunciar y probar suerte en otro sitio. Aquí les dejamos varios ejemplos de lo que es dejar ir a alguien talentoso por no apreciarlos antes.
Este profesor de la una universidad comunitaria de Texas, fue abruptamente despedido por lo que muchos podrían considerar la injusticia más políticamente correcta del año y, después de que algunos de sus estudiantes se retiraron de su clase de reproducción humana, se enteró de que los conceptos científicos que enseñaba, eran ofensivos. Aquí te contamos su historia.
La vida puede estar llena de sorpresas y oportunidades. Algunas llegan solas, pero para otras debe ser uno mismo quien salga a buscarlas y hacerlas pasar. Así nos lo muestran dos jóvenes y talentosos argentinos (@dosartistasviajeros) que decidieron mudarse a Italia y descubrieron que mudarse de país puede ser todo un reto pero también una experiencia muy gratificante.
Encontrar un empleo que se adapte a nuestros intereses es como hallar una aguja en un pajar. Para lograrlo, nos enfrascamos en una búsqueda incansable de ofertas que tengan lo que buscamos y cuando por fin damos con uno que se ajusta a lo que queremos, lo celebramos en grande. Todo hasta que llegamos a la entrevista de trabajo, que resulta ser una verdadera pesadilla. Así nos lo relatan 16 usuarios de redes que compartieron cómo fue esa entrevista que los hizo recapacitar si realmente necesitaban ese empleo.
Sería bueno que todos los jefes fuesen como nuestros mejores amigos o nuestras mamás, pero por desgracia, no todo el mundo corre con la misma suerte. Así como hay lugares de trabajo que son como el paraíso del trabajador, hay otros en los que ni siquiera se puede pedir un día libre porque te sitúan en la cuerda floja. En esta ocasión te traemos una serie de historias en las que queda muy claro que algunos jefes se olvidaron por completo de que un día fueron los empleados.
Ponerle fin a una relación puede llegar a ser bastante incómodo, sin importar cuál sea tu posición. Sin embargo, por muy dura que sea la situación, más vale terminar con un amor tóxico que seguir viviendo malos momentos que solo nos arruinan la existencia. Por otro lado, también hay personas que, luego de terminar su compromiso en pareja, se dan cuenta de sus errores y le dan un giro de 180 grados a su vida.
Son muy pocos los afortunados que pueden subsistir sin trabajar. La mayoría de los mortales tenemos que ganarnos la vida, y, por lo general, para que eso suceda, primero debemos pasar exitosamente una entrevista de trabajo. Muchas veces nos ponemos nerviosos, ya que es como un examen que hay que superar. Y sucede que, en la búsqueda del candidato perfecto, algunos entrevistadores dejan a los solicitantes completamente estupefactos con sus preguntas.
Siempre tendremos buenas y malas experiencias en el mundo laboral. No cabe duda de que recordaremos con cariño al jefe que fue comprensivo con nuestros problemas y nos tuvo paciencia en los momentos difíciles. Sin embargo, no siempre es así. Muchas veces nuestros superiores son unos desalmados, las condiciones de trabajo dejan mucho que desear o el ambiente que se genera con nuestros compañeros es estresante.
La carrera por ganar un puesto de trabajo comienza desde el mismo momento en que empezamos a revisar las opciones disponibles en el mercado laboral. Por eso, estar bien preparados desde esas primeras instancias hasta el final de un proceso de selección, puede hacernos destacar entre otros aspirantes y, finalmente, llevarnos a obtener el empleo deseado.
Según los especialistas, estar en buenos términos con tu jefe se encuentra directamente relacionado a cuan exitoso eres en tu trabajo. Pero esa relación entre jefe y empleado puede ser complicada si estás casado con tu superior, ya que los asuntos personales terminan mezclándose con el trabajo.
Es una verdad absoluta que la mayoría de nosotros debemos trabajar. Al final, es así que ganamos con mucho esfuerzo el dinero para poder vivir y adquirir cosas, pero ¿y cuándo el ambiente laboral no es el mejor lugar para estar, con pésimos jefes y pésimas condiciones de trabajo? Así y todo, aunque necesitemos lo que él nos da, terminamos pensando en renunciar y buscar nuevos aires para librarnos lo más rápido posible del empleo en el que estamos.
En el mundo existe gente buena y gente mala. Buenos y malos empleados, y buenos y malos jefes. Desafortunadamente, estos últimos suelen abusar de su poder y olvidar las leyes que rigen el trabajo. Es entonces cuando terminan aprovechándose de las debilidades de sus subordinados, y pensando que tienen todo tipo de derechos sobre ellos para finalmente explotarlos como mejor les parezca.
El trabajo es a menudo una lotería. Y el premio principal es un jefe adecuado y unos compañeros amables que están dispuestos a ayudar y compartir su experiencia. Pero a veces resulta que el equipo aparentemente normal de hecho solo trama intrigas y escándalos a tus espaldas. Y otras veces ni siquiera puedes soñar con cobrar a tiempo.
Las entrevistas de trabajo suelen ser estresantes tanto para el candidato como para el empleador. Los primeros se estremecen ante el recuerdo del patrón o representan en su cabeza mil veces lo que deberían haber dicho en lugar de la tontería que soltaron. Por otro lado, los empleadores siempre tienen un par de historias sobre candidatos a los que es mejor olvidar.
Las entrevistas de trabajo son una verdadera lotería y nadie conoce el secreto para conquistar el corazón de los gerentes y entrevistadores. Algunas personas logran elegir las mejores palabras y frases que automáticamente les garantizan un lugar en una empresa. Puede que sea cuestión de suerte, o puede que sea la adrenalina la que les da su poder creativo.
Muchos de nosotros, al volver del trabajo, seguimos pensando en proyectos, clientes, plazos. Y a veces parece que nuestro empleo es mucho más duro que el de los demás. Pero, de hecho, cada oficio tiene sus propios matices, de los que muchas veces ni siquiera sospechamos.
A veces, la tarea de encontrar el trabajo perfecto se convierte en un verdadero desafío. Son incontables los obstáculos que los buscadores de empleo tienen que superar en este tedioso proceso: periodos de prueba, formaciones, entrevistas y diferentes exámenes, luego de los cuales todas las demás dificultades de la vida pierden temporalmente su magnitud.
Tarde o temprano, cada uno de nosotros enfrenta la necesidad de buscar un empleo: algunos quieren ganar un poco de dinero extra durante las vacaciones, otros buscan un trabajo después de la universidad. A veces, encontrar un buen empleo se convierte en todo un desafío: si no es por el empleador que resulta ser un tirano, entonces es por las normas internas que violan todas las leyes del código laboral. Incluso hay casos cuando el propio solicitante, habiendo apenas ocupado el cargo, llega a entender: hay que huir de este lugar.
El personal de Recursos Humanos de una empresa se topa con cientos de personas deseosas de conseguir un empleo cuando abren una convocatoria. Cada uno cuenta con capacidades y experiencias distintas, y todas son válidas. Pero muchas veces, a la oficina de contrataciones llegan propuestas de candidatos que sinceramente les hacen decir: “¿Pero en qué estaba pensando?”.
En una entrevista de trabajo se decide la vida laboral, se hacen las preguntas más extrañas y en ocasiones ocurre alguna locura. Los protagonistas de las historias de la recopilación de hoy han hablado de diferentes motivos de rechazo, y solo les quedó una pregunta: “¿Dónde está la lógica?”.
Cada uno tiene su propia idea sobre lo que es un trabajo ideal. Para algunos, es una semana laboral de cinco días con un salario estable y un pago por adelantado; para otros es el trabajo a distancia, y muchos están encantados con la creatividad libre en TikTok. No importa lo que hagas o qué te inspire, lo principal es que tu negocio te brinde placer y te permita una existencia digna.
Cruzando el umbral de un departamento de recursos humanos, siempre esperamos encontrar por fin el trabajo de nuestros sueños. Pero, en cambio, a menudo terminamos pasando por un montón de pruebas: test con preguntas personales sobre la familia, comentarios insidiosos sobre el embarazo, y en ocasiones, hasta la exigencia de acudir a un grafólogo.
A veces, la gente está dispuesta a aceptar cualquier trabajo después de un largo periodo de entrevistas. Pero, a menudo, al principio de una entrevista con un especialista de recursos humanos ya se reconocen las empresas en las que el trabajo no aportará ninguna satisfacción ni el bienestar económico esperado. Puede que no sea fácil rechazar una oferta de empleo, sobre todo si la búsqueda del puesto deseado llevó mucho tiempo. Pero los expertos nos recuerdan que el trabajo no es lo menos importante en nuestra vida, por lo que es vital encontrar un empleo adecuado.
Si alguien ha intentado engañarte alguna vez, ya sabes de qué trata este artículo. Imagínate la siguiente situación: regalas un viejo sofá a través de la red y unos desconocidos te piden que lo lleves hasta la casa de campo de su madre. Porque, bueno, ¿qué te cuesta?