No es ningún secreto que la familia real tiene una larga lista de protocolos estrictos, pero no hay nadie más indicado para romperlos que la propia Reina. No importa si se trata de dar autógrafos o de cambiar reglas centenarias, la reina Isabel II es tan humana como cualquiera de nosotros, y también le gusta un poco de desobediencia de vez en cuando.
La reina Isabel II ha sido la imagen principal de la realeza británica por más de 60 años, y en gran parte de su reinado un bolso ha estado a su lado. Este objeto se ha convertido en un complemento inseparable de Su Majestad durante los eventos a los que asiste dentro y fuera de la isla. Sin embargo, más allá del glamur y la elegancia que lo distingue, hay algo que algunas personas se preguntan: ¿qué contiene el bolso? Puede que lo que leerás a continuación te deje satisfecho... o con más preguntas de las que ya tenías.
Kate Middleton y su hermana Pippa Middleton cautivaron a los espectadores con su impecable sentido de la moda durante su aparición conjunta en Wimbledon el 14 de julio, pero sus atuendos escondían significados más profundos que iban más allá del mero estilo.
Aunque en un principio Photoshop fue utilizado por profesionales cualificados del mundo de la moda y la publicidad, su amplia accesibilidad ha creado una cultura de la realidad editada de la que no se libran ni las figuras más respetadas. ¿Las últimas víctimas de este fenómeno? La familia real británica.
En medio de los rumores en torno a la salud de la princesa de Gales y su ausencia, ha surgido un nuevo e impactante informe que afirma que el príncipe William está teniendo una aventura. Esto es lo que sabemos al respecto y sobre la misteriosa mujer.
Que nos digan que somos muy parecidos a nuestros padres, madres o abuelos es muy común. La genética suele estar muy presente en los distintos rasgos que componen a cada persona, y en el caso de la realeza, se aplica a muchísimos años de una estirpe que se extiende por generaciones desde la antigüedad. Eso provoca que sea curioso observar que tan parecidos son los soberanos del presente con los de hace más de un siglo.
Si te gusta planear viajes, es bastante probable que te imagines todas las cosas que podrían ocurrir durante el trayecto, ya sea para evitar imprevistos que arruinen las vacaciones, o para estar listo para la siguiente aventura. Algunas situaciones, sin embargo, pueden sorprendernos por el camino y transformar ese período en un recuerdo único en la vida, tanto por su belleza como por su singularidad.
Gracias a los maravillosos cuentos de la infancia o las películas animadas clásicas, muchas soñamos con ser princesas desde pequeñas. Tener un vestido largo, una corona de diamantes, vivir en un castillo y tener un guapo príncipe a nuestro lado se convierte en un sueño inocente. Aunque en los países latinos no es costumbre, del otro lado del mar existe una pareja conformada por un príncipe y una princesa muy queridos: Kate Middleton y el príncipe William, miembro de la familia real británica. A continuación te presentamos su historia de amor.
Ser guionista de una serie de televisión no es tarea para cualquiera; sobre todo cuando se es responsable de retratar la historia de la Corona británica, como en The Crown. La serie acompaña a la reina Isabel II en las distintas etapas de su vida. Y, aunque tiene un aire de biografía, termina utilizando la licencia poética para hacer las cosas más interesantes y dramáticas.
El proceso de creación de una serie es bastante complejo y requiere de mucho tiempo. Durante el rodaje ocurren muchos hechos anecdóticos, se producen situaciones únicas y se cometen errores. Por lo tanto, es absolutamente normal que en todas las producciones de este tipo se experimenten momentos curiosos ocultos de la vista de los espectadores.
Hay sucesos que irremediablemente paralizan el mundo y causan un gran impacto en la sociedad. Cuando una persona de gran transcendencia fallece, de inmediato hay repercusión, y los noticiarios y portales implosionan de noticias al respecto. Naturalmente, el deceso de la reina Isabel II del Reino Unido a sus 96 años, y tras haber pasado 70 de ellos en el reinado, dará muchísimo de qué hablar durante un buen tiempo.
Las joyas son mucho más que simples accesorios. A lo largo de la historia, estas piedras preciosas han servido para demostrar poder, como símbolo de amor y pasión e, incluso, para dar un mensaje. Desde brazaletes personalizados hasta diamantes de muchos quilates, personas de la realeza y famosos no resistieron la brillante belleza de estas gemas.
Downton Abbey está de regreso en la pantalla grande, y si aún no has empezado a ver la producción, nunca es tarde para un drama de época. Esta historia ha capturado no solo al público inglés, sino también al americano, hasta llegar a los corazones de los latinoamericanos. Y es que el equipo de producción y el creador y escritor de la serie y películas, Julian Fellowes, han sido cuidadosos en todo momento al mantenerse fieles a los personajes y al atender los detalles históricos, haciendo de esta una producción única. Tanto que hasta miembros de la realeza disfrutan ver los episodios.
Aunque los fanáticos más jóvenes probablemente solo la conozcan por su actuación en Harry Potter, la legendaria carrera de Maggie Smith se remonta a un par de décadas antes. Comenzó a actuar tanto en el teatro como en el cine en 1952 y, desde entonces, ha logrado casi todo lo que se puede lograr en la industria. Pero, a pesar de su inmensa popularidad y éxito, estamos seguros de que podemos sorprenderte con algunos datos interesantes sobre nuestra actriz favorita. En Genial.guru, hemos recopilado 10 datos sobre Maggie Smith que van a hacer que incluso los más grandes admiradores de la actriz digan “guau”.
Hay actores que se han ganado el corazón del público por su interpretación o su forma de ser, y Maggie Smith es una de ellos. Aunque cobró más reconocimiento internacional por su participación en Harry Potter, la actriz ya contaba con una extensa trayectoria y una vida de varios tropiezos: tuvo cáncer y una enfermedad autoinmune, pero nuca se dio por vencida y hoy, a sus 87 años, continúa en pantalla.
Helen Mirren forma parte del grupo de actrices con más trayectoria en la industria el cine y es fuente de inspiración para muchos, no solo por su gran talento, sino también por su forma de ver la vida. En varias ocasiones ha expresado sentirse muy segura de sí misma y de su edad, pues lejos de ser un impedimento, para ella, la edad adulta puede ser la mejor etapa de la vida, tanto de manera personal como profesional. Y es exactamente su edad la que ignoró al encontrar al amor de su vida.
A lo largo de la historia, las mujeres de la realeza usaban sombreros al ser vistas en público porque se consideraba impropio mostrar su cabello. Pero en los años 50, esta tradición cambió, y los sombreros se reservan ahora para eventos más formales. Hoy, estos tocados de la realeza han robado el protagonismo a sus dueñas de “sangre azul”.
Ver que la familia crece siempre es motivo de alegría. Para estos 10 famosos, envejecer ha significado que su familia se ha expandido mucho. No todos tienen la fortuna de decir que han podido conocer a sus bisnietos. Quizás, si acaso, a sus nietos, pero convertirse en bisabuelo es algo que muy pocos han podido experimentar.
Los accesorios son una parte muy importante de nuestra imagen, y eso es algo que la familia real británica sabe muy bien. Sus joyas, además de costar miles de dólares, son capaces de demostrar modernidad aunque fueran creadas hace décadas. Por eso, incluso hoy en día son una opción elegante para complementar el estilo de la realeza.
Las bodas reales son un gran acontecimiento. Uno de los momentos más esperados es, sin duda, la revelación del vestido. Cuando la novia pone un pie fuera del coche, todos los ojos están en ella. Entonces, no podemos evitar pensar en los cuentos de hadas que escuchamos cuando éramos niños. Pero aunque el momento es soñado, hay muchos detalles que pasan desapercibidos para el público.
Los miembros de la familia real británica pueden mantener costumbres sofisticadas al momento de sentarse a la mesa. Sin embargo, también tienen hábitos y preferencias similares a los de cualquiera, desde que la reina Isabel II come cereal en el desayuno hasta que el príncipe William ama tanto el chocolate como ella.
La participación del público y la celebración de las bodas reales británicas han cambiado a lo largo de los años, pero aún se mantienen en lo clásico. También hay cabida para nuevas tradiciones, alentadas quizás por el frenesí de los asistentes, que adoran participar de alguna forma en la celebración y la unión en matrimonio de los miembros de la familia real.
Ninguna figura famosa escapa del ojo público. Y esto sucede especialmente con los integrantes de la realeza, quienes deben reflejar una imagen impecable en cualquier evento social. Además de seguir los protocolos y tradiciones, también cuentan con algunos trucos sencillos que cualquier persona puede probar para lucir bien en todo momento.
Las joyas de la casa real británica incluye collares, aretes, insignias, piedras preciosas, coronas y tiaras, espadas y cetros de gran valor que han pasado de generación en generación; así como la colección privada de la reina Isabel II y las joyas de la princesa Diana de Gales, heredadas por sus nietos. Las colecciones son administradas por un joyero real que se encarga de su conservación. ¡Sería como tener a tu disposición un museo de joyas familiares del que solo puedes elegir en ocasiones especiales!
La mayoría de los miembros de una familia generalmente poseen similitudes que los distinguen de las demás. Con solo verlos podemos deducir si tienen algún parentesco sanguíneo o no. Un ejemplo de ello son las múltiples semejanzas que poseen los integrantes de la realeza, que tienen rasgos que han heredado de muchos de sus antepasados.
El tiempo pasa bastante rápido y, al vislumbrar las fotos antiguas, se pueden apreciar los cambios producidos a lo largo de los años. Lo mismo ocurre con los miembros de la realeza, quienes, además de alejarse de su juventud, también vivieron experiencias que fueron conformando la imagen que tenemos de ellos en la actualidad.
Sin duda, dos de los aspectos más conocidos sobre los que se sustenta la realeza británica son sus estrictas reglas y sus protocolos de comportamiento. Aún más cuando se trata de criar a los futuros herederos de la corona. Pero, ante las nuevas modas y revoluciones de la sociedad de nuestros días, los padres de la familia real británica se han dispuesto, intencionalmente o no, a cambiar las reglas para hacer más cómoda y actual la crianza de sus hijos.
Si hay algo que distingue a los miembros de la familia real británica es la forma en que utilizan accesorios lujosos y brillantes que son parte de su rutina. En muchas ocasiones se piensa que las joyas que las damas de la realeza llevan consigo solo sirven para engalanar sus atuendos, pero ese no es el caso de los broches. Van más allá de ser un simple adorno, ya que estos objetos tienen un significado o un origen que puede ser tan importante como el título que ostentan las royals o las obligaciones que tienen ante la sociedad.
La mayoría de las personas que compartimos nuestra vida con una mascota sabemos que solo existe una forma de tratarla: como un rey o una reina. Por solo existir, merecen caricias, juegos, premios y más. Este entusiasmo es algo que compartimos con los miembros de la familia real, quienes tampoco escatiman cuando se trata de consentir a sus compañeros no humanos favoritos.
La gran mayoría sabe quiénes son los miembros de la familia Windsor (más conocidos como la monarquía del Reino Unido). Siempre lucen muy elegantes. Sin embargo, en ocasiones, sus atuendos esconden mensajes secretos. Homenajes, señales y críticas: puede haber de todo detrás de la elección de un color o el diseño de un vestido.
La historia de la familia real británica abarca cientos de años, miles de eventos y mucha atención, tanto del pueblo del Reino Unido como de los medios de comunicación. Cuando algún suceso real formal o informal se lleva a cabo, regularmente se inmortaliza con un retrato familiar avalado por la realeza. Desde hace años, la fotografía se ha encargado de capturar la historia de cada miembro, y no pudimos contener la curiosidad por saber cómo el ojo de la cámara ha observado la evolución de los reyes, consortes y príncipes que conforman este clan.
Las familias reales cuentan en su historia con mujeres que, además de servir a la comunidad y realizar sus funciones dentro de la monarquía, han marcado un estilo de vestimenta que, en algunos casos, hace que sus actividades pasen a segundo plano. Sus zapatos no están exentos de las miradas de las cámaras y quienes siguen su bitácora. Solo es cuestión de observar detenidamente cada paso que dan las damas de la realeza para darse cuenta de que lo que llevan puesto no sirve solamente para caminar.
El mundo del espectáculo y el de la realeza no están alejados. Muchas celebridades tienen ancestros en común con la familia real, tanto de Inglaterra como de Escocia. Algunos famosos conocían sus orígenes desde niños, pero otros acaban de descubrir que tienen sangre azul gracias a una exhaustiva investigación llevada a cabo por renombrados genetistas.
En 1892, nació la primera caricatura del mundo. Émile Reynaud la presentó a su público teatral, la mayoría de los cuales, por cierto, eran damas y caballeros bastante mayores. A pesar de la sensación sin precedentes, el “teatro óptico” de Émile pronto fue rechazado por el cine. Ahora, la animación está ganando popularidad nuevamente. Los animadores modernos entienden que los adultos, como los niños, también quieren relajarse y permitirse finalmente divertirse desde el corazón. Y cualquier diversión se vuelve más agradable si se puede compartir con la familia.
Muchas veces escuchamos la frase “Detrás de un gran hombre, siempre hay una gran mujer”. Pero ¿qué sucede cuando las cosas se invierten? ¿Cuando la mujer es la más famosa o poderosa dentro de la relación? Meryl Streep, la reina Isabel II o Serena Williams son líderes en sus rubros, poseen un gran carisma y personalidad imponente, y, además de estar haciendo historia, tienen a su lado a buenos compañeros que no buscan ni desean el mismo protagonismo que ellas poseen.
En algunos países existe el dicho de que “te reciben por tu apariencia y se despiden de ti por tu inteligencia” y esto es especialmente aplicable a los miembros de la realeza, cuyos atuendos se analizan hasta el más mínimo detalle. A veces, para ellos, esta es casi la única posibilidad de expresarse públicamente, ya que, debido a las diferentes restricciones, no pueden permitirse revelar verbalmente todo lo que piensan. Así las cosas, las reinas y princesas de la casa real británica recurren a otras maneras de manifestarse en público. El vestido es una de las herramientas implícitas diseñadas para ayudar a expresar un determinado punto de vista. Y estas herramientas necesitan de una decodificación precisa.