La entrega de comestibles y otros artículos directamente a la puerta del hogar se ha vuelto una práctica común. Sin embargo, para algunos, recibir sus productos en casa puede ser una aventura, ya que los repartidores, siendo también humanos, pueden enfrentar situaciones inesperadas.
Quizá te preguntes si es posible que un perro sea más tierno y acariciable. Pues sí, lo es. Ese es el caso de los animales que son entrenados para brindar un servicio, como los guardianes de ganado, guías de personas con capacidades diferentes o perros de terapia para ayudar a la gente a disminuir el estrés. Estos cachorros hacen tan bien su labor que resulta irresistible desear darles un abrazo.
Mucho se dice por ahí que “el cliente siempre tiene la razón”. Si bien esta creencia tiene sus excepciones, los emprendedores suelen hacer lo posible por satisfacer al público para crearse una buena reputación. La verdad es que nada cotiza un negocio más que su buen servicio, pero hay quienes tienen tanta imaginación que hallan la manera no solo de complacer al cliente, sino también de dejarlo con ganas de volver por más.
Lamentablemente, nos encontramos con un mal servicio mucho más seguido que con un servicio de calidad. Ya nadie se sorprende ante los productos malos, la falta de respeto y la rudeza por parte de los empleados, o por una publicidad engañosa. Debido a eso, no es nada raro que un personal educado o una empresa que muestra atención a su cliente parezcan algo fuera de lo común.
Algunas empresas han establecido su servicio tan bien que cada cliente sentirá que lo tratan como VIP, ya que frecuentemente el cuidado y el respeto hacia los consumidores se manifiesta mediante pequeñas atenciones. Por ejemplo, agregar una sorpresa útil a un producto para facilitar aún más su uso, o cumplir un pequeño capricho del cliente, aunque esté fuera de las normas.
En todo el mundo se llevan a cabo muchos concursos de hoteles: los establecimientos reciben premios por el mejor diseño, el mejor servicio e incluso por el mejor restaurante. Y nosotros decidimos crear nuestra propia nominación: “La mejor creatividad hotelera”. Por eso, te invitamos a unirte a asumir el papel de examinador y evaluar el ingenio de estos establecimientos y su personal.
Es posible aprender casi cualquier cosa, desde desatascar un desagüe o limpiar hasta obtener el brillo más deslumbrante. Sin embargo, si hay una oportunidad de delegar tareas desagradables o poco familiares a los expertos, parece un pecado no aprovecharla. Así lo decidieron los protagonistas de nuestro artículo al delegar algunas tareas domésticas a otros. No obstante, no todos quedaron satisfechos.
Los servicios de entrega ya son parte de nuestra vida cotidiana. Se han vuelto tan comunes que rara vez nos sorprenden. Sin embargo, el destino siempre encuentra la manera de darnos un buen susto, y tanto los repartidores como los clientes pueden protagonizar historias que solo te dejan juntar “me gusta”.
Cuando un demandante de empleo oye la apreciada frase “Ha sido usted aceptado”, piensa que por fin puede respirar tranquilo. Después de todo, la agotadora búsqueda de vacantes adecuadas y las entrevistas de horas y horas han terminado, y lo único que queda es trabajar duro. Pero no es así. Algunos ni siquiera han empezado sus funciones y ya les han enseñado la puerta. Y con razón.
Todos cometemos errores de vez en cuando. Algunos, por los nervios, olvidan el nombre de la empresa en la que solicitan trabajo; otros, por falta de sueño, meten todas las pertenencias del bebé en el coche, pero al mismo niño lo dejan accidentalmente en casa. Y hay quienes simplemente se indignan tanto en un momento, así que presentan una queja a la persona equivocada.
Se supone que las vacaciones deben ser una alegría, pero no siempre es así. Por extraño que parezca, a menudo, no son nuestros vecinos de hotel quienes nos estropean las vacaciones, sino nuestros seres queridos. Algunos lo consiguen incluso a miles de kilómetros de distancia.
Sábanas blancas impecables, recepcionistas amables, limpieza y tranquilidad en la habitación, eso es lo que sueña cualquier persona que se hospeda en un hotel. Sin embargo, resulta que incluso detrás de esta imagen perfecta puede haber muchas sorpresas desagradables, desde suciedad en la alfombra hasta chinches en la cama. Y a veces, hasta los propios empleados del hotel quedan asombrados por el comportamiento de los huéspedes. De esto trata nuestro artículo.
El escritor Alvin White sostenía que el genio se encuentra más a menudo en una olla agrietada que en una entera. Aunque no puede decirse que los héroes de este artículo sean genios, es muy probable que no se les hubieran ocurrido ideas y hallazgos tan brillantes si no hubiera habido una necesidad urgente.
A veces, resulta tentador delegar nuestros problemas en manos de profesionales. Por ejemplo, en lugar de dedicar todo el fin de semana a una limpieza exhaustiva, preferiríamos contratar un servicio de limpieza. O, en vez de intentar quitar las manchas difíciles de una chaqueta, simplemente la llevaríamos a la tintorería. Parecería lógico esperar resultados excepcionales por el dinero invertido. Sin embargo, en ocasiones, al observar el resultado final, nos invade la sensación de que habría sido mejor hacerlo todo por nuestra cuenta.
En el reino de los miles de esmaltes de colores y limas, a veces ocurren situaciones que los maestros de manicura y los visitantes de los salones recordarán durante mucho tiempo. Resulta que allí suceden todo tipo de cosas.
Durante nuestra infancia, a muchos nos decían: “Si no te esfuerzas en tus estudios, acabarás limpiando suelos”. Se tenía la percepción de que cualquier otro trabajo era preferible antes que eso. Pero en la actualidad, esta profesión ha resurgido con una renovada valoración.
Una mujer de 29 años se enfrentó a un dilema poco después de aceptar una oferta de trabajo. Le dijeron que tenía que disimular su cabello rosa o buscar trabajo en otro sitio. Aceptó el reto y su divertida forma de superar la restricción se ha hecho viral.
¿Alguna vez has notado las rayas de colores pintadas en los vagones de tren? Resulta que las empresas ferroviarias no desperdician pintura solo por motivos estéticos. Cada diseño de rayas, o librea, el término correcto para ello, tiene un significado especial y cumple un propósito muy importante. Las rayas pueden indicar la velocidad del tren, el destino y el tipo de vagón o servicio. Pero también son parte de la variedad de símbolos que ayudan a los pasajeros a comprender la información relacionada con el tren y a navegar por la estación y el transporte. A veces, puedes encontrar rayas especiales pintadas en diferentes colores sobre la última ventana de algunos vagones: advierten a los pasajeros que este vagón en particular es, de alguna manera, diferente de los demás.
Muchas personas deciden elegir un restaurante lindo para festejar, para pasar el rato con sus seres queridos o simplemente para salir a tomar un café con las amigas y enterarse de los últimos chismes. Uno espera que la experiencia ahí sea agradable, que el servicio sea bueno y la comida, sabrosa. Pero tristemente, no siempre es así. A veces las cosas no salen como quisiéramos y todo se convierte en un desastre.
Vivimos rodeados de objetos que utilizamos todos los días en forma automática una y otra vez. Sin embargo, probablemente no reparemos para nada en su valor. Pero claro, cuando uno de nuestros abuelos nos regala algo que le pertenecía y también usó mucho durante sus tiempos de juventud, comenzamos a querer indagar sobre ese elemento y hasta nos interesamos por su calidad e historia. Esto les pasó a varias personas de la red, que obtuvieron cosas con un valor emocional inimaginable.
A veces, en la vida, ocurren algunos sucesos extraños en los que cuesta trabajo creer. Cosas que no tienen una explicación lógica y hasta hechos que dan miedo. Las personas de este artículo saben de primera mano qué se siente al vivir este tipo de circunstancias y decidieron compartir sus experiencias en las redes con el mundo.
Los restaurantes y cafeterías cada vez compiten más en atraer la atención de los clientes. Además de ofrecer un ambiente agradable, comida de buena calidad y un buen servicio, los chefs tratan de llamar la atención de los consumidores con la presentación de los platillos, proponiendo nuevas ideas creativas. Pero a veces, tratando ser únicos, cruzan todos los límites, dejando a sus clientes bastante desconcertados.
Ir a comer a un restaurante puede ser toda una experiencia. Algunos se limitan a ofrecer comida que satisfaga el apetito de sus comensales, pero otros deciden darles un plus. Decoración novedosa, nuevas formas de presentar los platillos, promociones fuera de serie; todo con tal de que los clientes lo conviertan en su lugar favorito para salir a comer. ¡Y vaya ingenio que han tenido algunos! Acompáñanos y descubre cuánta creatividad se puede poner en juego dentro de un restaurante.
Enamorarse no es tan fácil como se ve en las películas; normalmente uno no encuentra el amor verdadero a primera vista, ni le alcanza con solo ver a alguien un par de veces para tener la certeza de que se halló al compañero de vida indicado. Y por eso las citas son tan buena idea, porque nos permiten conocer en profundidad a las personas para saber si el afecto puede ser mutuo. Pero hay ocasiones en las que por mucho que estemos buscando vivir un momento romántico, alguna de las partes vuelve la situación toda una comedia o un thriller psicológico.
Muchas veces necesitamos que los productos que adquirimos nos faciliten la vida, o que un lugar tenga un servicio que mejore nuestra estadía en ese momento. Para que las empresas puedan realmente satisfacer estas demandas, se tienen que esforzar un poco más y sacar todo el ingenio a fin de que sus estrategias de marketing den resultado, y que al final del día, los clientes no dejen de compartir su agradable experiencia.
Posiblemente alguna vez hayas visto un cartel en una tienda que dice: “No cargamos crédito para estacionamiento”, o algo similar. Bueno, este es un claro ejemplo de un sitio que se cansó de recibir una y otra vez la misma pregunta, y para ahorrarles tiempo a ambas partes, lo avisan de antemano.
Salir a comer puede resultar una experiencia sorprendente. Tal vez no pase siempre, pero es muy posible que el servicio o la comida te hagan largar una carcajada. Normalmente elegimos los restaurantes dependiendo de los platos que venden, pero ¿y si no fueran necesariamente platos?
Las personas que pasan por alto los salones de manicura se están perdiendo de mucho en la vida. Y no se trata de tener uñas espectaculares, sino de esas historias inesperadas que solo suceden en un salón de belleza en donde brindan un servicio con un montón de esmalte en gel y limas.
Los vecinos sueles ser diferentes: algunos saludan y tratan de mantener bonito el edificio, mientras que otros literalmente espían con binoculares o irrumpen en el departamento solo para ver cómo vives. Y ni hablar sobre los ladridos de perros por las noches o el ruido de taladro sin parar durante todo un mes.
No es tan fácil encontrar un manicurista, un peluquero y un experto en cejas competentes. En los salones de belleza no siempre trabajan profesionales que hacen su trabajo a la perfección. Y debido a esto los clientes salen llorando y decepcionados.
Cuando estamos en casa o bien andamos por nuestros caminos habituales, no esperamos toparnos con sorpresas o hallazgos. Pero si encontramos algo, sin duda nuestra atención se desviará de los asuntos cotidianos, incluso aunque se trate de algo aterrador. Por otra parte, podríamos ampliar nuestra manera de ver las cosas aparentemente más familiares.
A la hora de ir a un restaurante, esperamos pasar un rato agradable y en gran parte decidimos si regresar o no al lugar por el servicio que recibimos. Pero a veces olvidamos que para obtener lo mejor del personal, también debemos aprender a ser buenos clientes y tenemos que dejar atrás algunas actitudes que, aun con buenas intenciones, no suelen ser del agrado de las personas que nos atienden.
Cuando los novios deciden hacer la boda a lo grande, se convierte en el acontecimiento más esperado por la familia y amigos. Generalmente, la planificación del evento hace que los más allegados terminen exhaustos, dando pie a que se cometan errores que se sentirán como el fin del mundo, pero que de seguro le darán el toque único y hasta gracioso a la noche.
En ocasiones nos topamos con un mal servicio, otras con uno bueno, pero también hay veces en que nos atienden de forma muy afectuosa. Literalmente hay ocasiones en las cuales los fabricantes o dueños de negocios realmente se preocupan por sus clientes o compradores como si fueran sus propios hijos.
Las personas que trabajan en el comercio y el servicio saben que el cliente siempre tiene la razón, pero ser amable y satisfacer al cliente no siempre resulta fácil. La base de un servicio de calidad es la comunicación respetuosa, y esta debe ser recíproca. Algunos consumidores, por desgracia, lo olvidan.
La calidad del servicio es uno de los indicadores clave de la profesionalidad. Pero por desgracia, el servicio no siempre es excelente. A veces puede estropearse por falta de tacto del personal, por el deseo de ahorrar dinero o por la absoluta incompetencia de los empleados.