Cada día nos encontramos, queramos o no, con una gran cantidad de personas, la mayoría de las cuales vemos por primera y última vez. El transporte público, la calle, los edificios de oficinas, las tiendas y los restaurantes: todos estos espacios deben compartirse con otras personas. No es sorprendente que en tales circunstancias nos irriten pequeños detalles que, de otro modo, pasarían desapercibidos.
Todos hemos utilizado alguna vez el transporte público, ya sea para ir a trabajar, estudiar o simplemente para salir a pasear. ¡Incluso los que aman viajar en auto, alguna vez terminan usando el metro o el autobús! Pero lo más interesante de todo son esos compañeros de viaje tan curiosos que nos encontramos en el camino y que son tan increíbles que ¡tenemos que compartirlo con todo el mundo!
Cada vez que subimos a un transporte público, lo hacemos con la esperanza de pasar un tiempo tranquilos, en el que podamos ir leyendo, escuchando música o mirando el paisaje hasta llegar a destino. Sin embargo, nadie sabe a ciencia cierta con qué se va a encontrar mientras hace un viaje. Y las imágenes a continuación son la prueba viva de que, en un medio de transporte, puede haber cualquier cosa.
Al salir de nuestro país, experimentamos otras culturas y lugares que pueden despertarnos en cuanto a todo lo que conocíamos y creíamos cotidiano. México está lleno de costumbres, comidas y tradiciones distintas a las de otros sitios. Como mexicanos, ya estamos acostumbrados a ellas y quizás podrían ser insignificantes para algunos; sin embargo, a otros podrían cambiarles el panorama y sacarles un genuino “¡guau!”.
Vas en el transporte público y frente a ti hay dos personas. Una de ellas está hablando por teléfono a gritos, usando el altavoz. La otra está utilizando un audífono, sin molestar a nadie. Como este ejemplo existen miles, pues en el mundo la gente actúa ante una misma situación de manera tan diferente como lo es el día de la noche.
El moderno Estado de Israel tiene poco más de 70 años, pero en ese corto tiempo ha conseguido convertirse en un lugar único que atrae a un gran número de personas de todo el mundo. He aquí algunos datos interesantes sobre Israel: es el único país en el que hoy crecen más árboles que hace 50 años, tiene el mayor número de museos per cápita y es también uno de los pocos países del mundo que no tiene constitución.
A menudo, la gente no se pone de acuerdo en ciertos temas relacionados con la crianza, como por ejemplo, si hay que complacer los caprichos de los niños y cómo enseñarles el valor del dinero. Hay quien piensa que es necesario tener a los niños bien cortitos, mientras que otros dicen que hay que darles total libertad y no negarles nada.
Incluso los viajeros ávidos, los aficionados a los restaurantes populares y los usuarios habituales del transporte público pueden verse sorprendidos por un detalle insólito en el interior de un autobús de línea, una cafetería decorada con estilo o un servicio de comida original. Estamos en lugares públicos casi todos los días, pero aun así, en cualquier momento pueden provocarnos un choque emocional tan grande que tenemos que levantar la mandíbula del piso y poner los nervios en orden.
Muchos de nosotros pasamos varias horas al día en el transporte público. Ocurre que en el camino a veces nos encontramos ante un comportamiento descortés por parte de los pasajeros: las personas que impiden a los demás entrar o salir, que estorban a otros con mochilas pesadas, que ponen bolsas en los asientos de al lado o incluso comen.
Nuestra vida es impensable sin el transporte público. Pasamos mucho tiempo en autobuses, tranvías, trenes y aviones, y por supuesto, queremos que nuestros viajes sean lo más cómodos posible. Por desgracia, no siempre funciona así. Y el problema no son solo los asientos incómodos o la falta de aire acondicionado. Al fin y al cabo, hasta un viaje perfecto puede ser arruinado por algunos compañeros de viaje.
Podrías estar caminando por la calle, pidiendo comida para tu casa o subiéndote a tu auto cuando, de la nada, un extraño comienza a ser demasiado amigable. Por supuesto, no todo el mundo tiene malas intenciones, pero es importante saber qué hacer cuando tus instintos te dicen que algo anda mal. A veces, es mejor mentir o verificar la identidad del sujeto para mantenerte a salvo.
Saber luchar y defenderse puede salvar vidas. Pero antes de eso, hay algunas cosas que puedes hacer para que tu entorno sea más seguro, o al menos para minimizar el riesgo de terminar en una situación peligrosa. Cosas aparentemente sin importancia, como cómo y dónde estacionas tu auto o qué asiento eliges en el transporte público, pueden realmente trabajar a tu favor.
Pocas personas dirán que entre las cualidades nacionales de los franceses está su tendencia a ahorrar, dado que Francia se asocia con una bonita vida y con saber disfrutar de ella. Pero en realidad, los habitantes de este país distribuyen razonablemente los gastos y tienen muy claras sus prioridades.
¿Alguna vez has sentido pena ajena por personas que discuten en voz alta todas las sutilezas de su vida privada en el transporte público? La mala educación es tan notoria como la ropa sucia. Por desgracia, el primer elemento no se puede llevar a la lavandería o colocarlo en un gancho dentro del guardarropa.
A las personas les gusta ahorrar, esto es un hecho. Sin embargo, no siempre el ahorro está justificado. A veces obtenemos beneficios solo a corto plazo, mientras que a la larga podemos acabar perjudicando nuestra salud y calidad de vida. No resulta extraño que por eso se diga que lo barato, a veces, sale caro.
Se sabe que hay 3 cosas que la gente puede mirar sin parar: cómo arde el fuego, cómo fluye el agua, y cómo una persona hace frente a todo tipo de problemas (desde el calor sofocante en el transporte público hasta la falta de una barbacoa al aire libre). No hay situación a la que las personas ingeniosas no puedan encontrar una salida. Y aquí hay evidencias claras de eso.
Después de saber que existen estudios que afirman que los niños japoneses son de los más sanos del mundo, todos deberíamos echarles un vistazo para saber cómo hacen para mantenerse tan saludables e incorporar sus hábitos en nuestras propias rutinas. De hecho, muchas normas culturales desarrolladas en otros países asiáticos han resultado extremadamente útiles a la hora de mantener a los niños sanos, a menudo en formas que nunca hubiéramos imaginado.
Es poco probable que lavar se pueda citar como un pasatiempo favorito. Normalmente esta es una obligación de la cual queremos deshacernos lo más rápido posible. Aunque las lavadoras nos facilitan bastante la vida, de todos modos gastamos tiempo y esfuerzos para lavar la ropa, los zapatos y otros objetos.
Hay muchos trucos psicológicos y técnicas de PNL (programación neurolingüística) de las cuales se han escrito muchos libros e impartido conferencias. La mayoría de ellos realmente ayudan a los profesionales a manipular a las personas de manera desapercibida, así como evitan la influencia de los demás. Pero, ¿a qué trucos, con más frecuencia, recurre la mayoría de los mortales?
La representante de una de las familias aristocráticas del Reino Unido, Diana Spencer, era la candidata perfecta para el papel de princesa. Muy rápidamente, logró eclipsar con sus acciones y comportamiento a todos los demás miembros de la familia real. La imagen de la princesa dejó de ser algo sublime e ideal, le mostró a la gente que no era una estrella de otra galaxia, sino que era igual que todos los demás.
El país donde se toman 8 mil millones de litros de cerveza cada año, donde puedes jugar un partido de ping-pong en el paso de peatones, y se asignan espacios de estacionamiento especialmente cómodos para las damas. Tal vez este sea el único lugar en el planeta donde las mujeres pueden dejar a sus esposos en una guardería sin remordimiento de conciencia, y cualquier residente puede sorber serenamente su bebida favorita con sabor a salchichas o salsa de curry. Todo esto es posible si estás en Alemania.
Un importante empresario latinoamericano, que administraba una empresa líder en su país, decidió vivir durante seis meses con el salario mínimo para ponerse en los zapatos de los operarios a los que dirigía. Durante ese tiempo este hombre conoció la forma en que la mayoría de personas viven en su país; descubrió sus necesidades y nunca volvió a ver con los mismos ojos su cargo o el de sus subordinados.