Cansado de que los osos le robaran la miel, un apicultor de Turquía decidió convertirlos en catadores de sus colmenas

Animales
hace 2 años

Muchos recordamos la tierna imagen de Winnie-the-Pooh con su tarro de miel, pero la idea de un oso devorando ese alimento dejó de ser enternecedora para un apicultor de Turquía, quien se cansó de los desastres causados por estos animales que robaban su producción. Es por eso que decidió hacer algo brillante: los convirtió en sus catadores.

En Genial.guru nos encanta reconocer el ingenio de las personas, así que queremos compartir contigo esta historia en la que una situación problemática se transformó en una buena oportunidad.

Un problema feroz y hambriento

Ibrahim Sedef es un ingeniero agrícola de Sürmene, una región al noreste de Turquía conocida principalmente por sus artesanos, quienes fabrican desde cuchillos hasta barcos, pero también por ser el lugar de origen de la que es considerada la mejor miel del mundo, llamada Anzer, particularmente sabrosa y aromática.

Ibrahim produce ese alimento, pero tuvo que enfrentarse a un gran problema: Big Boy, un oso que anda suelto en el área donde están sus colmenas y a quien no le importa nada con tal de conseguir su preciada miel. Esto puso en conflicto a los apicultores, pues no querían hacerle daño al oso, pero sus constantes ataques causaban grandes pérdidas de dinero.

Ibrahim Sedef limpiando el desastre causado por los osos.

Cansado de que este oso y sus compañeros le robaran la miel, causaran destrozos y amenazaran la tranquilidad de su familia, decidió tomar acciones al respecto. Lo primero que hizo fue seguir sus movimientos colocando cámaras de visión nocturna, así logró captarlos dañando las jaulas de acero y abriendo las cajas de las colmenas.

Si no puedes con el enemigo, úsalo a tu favor

Hasta ese momento, las cámaras solo le habían servido para ver cómo los osos hurtaban la miel, pero la situación seguía repitiéndose cada noche. Entonces, Ibrahim pensó que, si eso seguía así, al menos intentaría sacarle el mayor provecho posible y tuvo una idea increíble: usar a Big Boy como catador de su miel.

Comenzó construyendo una mesa que resistiera el peso del oso sin dañarse y colocó allí recipientes con distintos tipos de miel: la exquisita Anzer, miel de castaño, miel de flores, mermelada de cerezas y algunas frutas. Los recipientes tenían etiquetas que servían para identificarlos incluso de noche, a través de las cámaras.

La primera noche, cuando Big Boy llegó, comenzó a olfatear las diferentes opciones y se decidió por la miel de Anzer. Solo después de haberla terminado decidió probar el resto. Para asegurarse de que el oso fuera un buen catador, Ibrahim siguió realizando pruebas con distintos tipos de mieles, pero cambiando el orden de los recipientes. El resultado fue siempre el mismo: Big Boy siempre iba primero por Anzer.

El exigente paladar de este oso comprobó que la miel de Anzer tiene una calidad superior al resto y vale cada centavo que se paga por ella, ya que es la más cara del mundo: medio kilo puede costar casi 175 dólares. Su costo es tan elevado porque se considera que tiene propiedades curativas, sobre todo para enfermedades respiratorias, pues tiene mucha más vitamina C que cualquier otro tipo de miel.

Ibrahim Sedef mostrando orgulloso sus colmenas de miel de Anzer.

Ahora que se hizo viral, Big Boy se convirtió en un aliado de marketing que ayuda a avalar la calidad de la miel de Anzer. Si quieres disfrutar del video completo, puedes ver el reportaje del medio truco DHA aquí.

Bono: ¿por qué los osos comen miel?

Los osos son animales omnívoros y comen lo que tengan disponible en la región en la que estén. Los polares comen principalmente grasa y carne de otros mamíferos marinos como focas, mientras que los osos negros y pardos tienen una alimentación más variada que incluye vegetación, insectos, pescados, carne y, por supuesto, miel.

Sin embargo, lo más atractivo de las colmenas para los osos no es la miel en sí, sino las abejas y las larvas dentro de ellas, siendo una buena fuente de grasas y proteínas. Por supuesto, las abejas hacen lo que pueden para defenderse picando la cara y orejas de los osos, pero penetrar su pelaje y piel es muy complicado para ellas, y los grandes animales terminan sacudiéndolas como si fueran gotas de agua.

¿Qué hubieras hecho en el lugar de este apicultor? ¿Cómo lidiarías con un animal de 500 kilogramos que se come tu producción? Coméntanos en la sección de comentarios.

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