Cómo se vería el mundo si fueras un dinosaurio, un calamar o simplemente una bacteria

hace 3 años

Los pulpos ven el mundo con su piel, los murciélagos usan los ojos, algunas bacterias se convierten en lentes de cámara, y la visión de los escarabajos es bastante similar a un caleidoscopio. Todo porque la naturaleza ha inventado cientos de formas de descubrir el mundo, y tal vez lo mejor no ha sido destinado para el hombre, sino para un pequeño habitante de los mares subtropicales.

Genial.guru te cuenta sobre los mecanismos de visión más inusuales que se encuentran en la naturaleza. También nos gustaría ver el mundo de vez en cuando a través de los ojos de una gamba mantis, o leer los signos secretos de las flores, como lo hacen las abejas.

12. Dinosaurios

La visión de los dinosaurios variaba. La mayoría de los depredadores desarrollaron gradualmente una visión de colores aguda y una visión tridimensional. Los ojos de los ceratosaurios estaban a los lados de la cabeza, su campo de visión era de 360°; sin embargo, la imagen era borrosa.

El tiranosaurio y el hombre tienen la misma posición de los ojos. Habiendo recibido una excelente visión por naturaleza, el “T-Rex” distinguía más tonos de rojo que nosotros, y además tenía un olfato muy desarrollado. Estas cualidades lo convirtieron en un depredador peligroso e invencible.

La capacidad en estos animales de distinguir los colores rojos se convirtió en un logro evolutivo que condujo a la aparición de un matiz rojo en su apariencia: las hembras preferían los machos “de rojo”.

Y los carnosaurios, los depredadores más grandes, veían mal; su campo visual no excedía los 20°, y por lo tanto cazaban exclusivamente a los congéneres lentos.

11. Loros

El ojo de un pájaro es como el ojo de un reptil: su forma aplanada permite mantener un gran campo de visión en foco. Los ojos del pájaro están inmóviles, y para ver mejor el entorno, deben voltear la cabeza.

Si los humanos distinguen 3 colores básicos, entonces los pájaros pueden distinguir 4 a la vez. Para ellos, el mundo está lleno de colores brillantes e imperciptibles por nuestros ojos. Muchos pájaros son sensibles a la luz ultravioleta. Esto les permite encontrar rápidamente frutas y bayas jugosas, porque la superficie de la fruta madura está cubierta con una sustancia que refleja la luz ultravioleta.

Cuantos más colores distingue el pájaro, más colorido es. Habiendo aprendido a ver nuevos colores y a percibir la luz ultravioleta, las hembras prefieren a los machos que tienen un plumaje más colorido.

10. Serpientes

La tarea principal de los ojos de una serpiente consiste en rastrear el movimiento. Por lo tanto, dependiendo de las condiciones y el estilo de vida, las posibilidades de su visión varían. Por ejemplo, las serpientes que viven debajo de la tierra distinguen la luz de la oscuridad. Aquellas que viven en los árboles y cazan de noche, ven el mundo en ultravioleta, y las serpientes que prefieren el estilo de vida diurno, si bien no reconocen el ultravioleta, tienen una fuerte visión en colores.

Las serpientes son sensibles al calor, que no perciben con los ojos, sino con el órgano ubicado entre los ojos y la nariz, o gracias a los receptores ubicados en el hocico. Los datos recibidos se transforman por el cerebro en una imagen que se superpone a lo que reconocen sus ojos.

La evolución también afectó la pupila. Las serpientes activas durante el día recibieron una pupila redonda. Aquellas que cazan de noche preservaron las pupilas estrechas y verticales. Lo más inusual fue para las representantes del género Ahaetulla: una pupila larga, horizontal, como si fuera el ojo de la cerradura. Gracias a esto, el campo de visión ha cambiado, y ahora cada ojo ve una imagen completa, como los ojos de una persona.

Las serpientes tienen párpados fusionados transparentes que protegen los ojos, pero afectan la claridad de la imagen: la mejor visión que tienen estos reptiles es inmediatamente después de la muda, cuando cambian la piel de los párpados.

9. Camaleones

El campo visual de camaleón es de 360°. Sentado en una rama fina, ve una imagen panorámica de todo lo que sucede a su alrededor. Esto lo ayuda a esconderse de los depredadores y cazar. El ojo está escondido detrás de un párpado fusionado de múltiples capas, y queda visible solo la pupila.

Cada ojo se mueve de forma independiente y se enfoca instantáneamente en el objeto deseado, pero si el camaleón lo requiere, ambas imágenes en la cabeza se transforman en una.

De tal manera, durante la caza, el camaleón monitorea el medio ambiente con un ojo y con el otro sigue a su presa. Para calcular la distancia exacta de la víctima, justo antes del ataque ambos ojos se enfocan en la presa.

8. Murciélagos

¿Has oído hablar de que los murciélagos son ciegos? Esto es un mito. Para la orientación en el espacio dentro de un radio de 50-70 metros, utilizan la ecolocación, pero a menudo prefieren utilizar la imagen que ven. Los ojos del murciélago reconocen los rayos polarizados del sol, que les sirven de guías, igual que una brújula. Algunos murciélagos ven la imagen del mundo en color, otros reconocen el ultravioleta.

7. Pulpos y sepias

El pulpo y la sepia recibieron un campo de visión de 340°- 360° sin puntos ciegos debido a la ubicación, la estructura de los ojos y la forma de la pupila. No distinguen colores como los humanos, pero perciben el ultravioleta y ven la polarización de la luz.

Con esta habilidad, los invertebrados se comunican entre sí cambiando el color y el dibujo de la piel, usan patrones especiales y camuflaje para esconderse de los depredadores.

El pulpo observa el mundo también usando la piel. Mientras la visión percibe el entorno en detalles, la piel del pulpo reacciona al brillo de la luz gracias a proteínas fotosensibles similares a las que antes se encontraban únicamente en los ojos.

6. Gamba mantis

Para la gamba mantis, el mundo es un arcoíris. Si una persona es capaz de reconocer solo 3 colores esenciales, la gamba mantis reconoce 12, percibe la luz ultravioleta, infrarroja, distingue la polarización lineal y circular de la luz. Estos estomatópodos tienen el mecanismo de visión más complejo. Cada ojo ve 3 imágenes a la vez.

Al mismo tiempo, tienen una excelente memoria visual: recuerdan a los “vecinos” para no atacarlos. A pesar del tamaño, son unas pequeñas máquinas asesinas: el golpe de caza de la gamba mantis es reconocido como el más rápido, la garra se mueve a una velocidad de 72 km/h bajo el agua, y patea más fuerte que una bala de gran calibre. Además, sabe gruñir.

5. Mantis religiosa

Recientemente, los científicos colocaron lentes a las mantis y les mostraron películas. Resultó que sus ojos ven desde varias perspectivas transformadas por su cerebro en una imagen profunda. Las mantis tienen la visión en 3D, que se considera prerrogativa de los mamíferos y los depredadores.

El humano también ve el mundo tridimensional, pero las mantis no perciben imágenes tridimensionales estáticas. La ilusión óptica de la imagen de arriba no puede engañarlas.

4. Abejas

La capacidad de percibir la luz ultravioleta ayuda a los insectos a determinar cuánto polen contiene la flor y dónde se encuentran las zonas de la planta más convenientes para acceder al néctar. Las abejas reconocen un espectro de matices inusuales para nosotros.

La abejas ven los colores azul y verde con sus matices mejor que otros colores; no reconocen el rojo, pero distinguen entre naranja y amarillo.

3. Escarabajos

El caparazón dorado de los escarabajos refleja la luz, “doblándola” en cualquier dirección, como si el insecto vistiera una armadura de espejos microscópicos. Los escarabajos, reflejando la luz, se comunican entre sí, por esta razón saben reconocer la polarización circular de la luz.

2. Algas

Algunas algas unicelulares, por ejemplo, la verde euglena, tienen un orgánulo que no ve, sino que siente la luz. Se llama “mancha ocular” y, con su ayuda, las algas flotan hacia la parte más iluminada del estanque para crecer y multiplicarse.

1. Cianobacterias

Las cianobacterias no tienen ojos, pero ven la luz igual que los humanos. El mecanismo de su visión recuerda a la cámara: utilizan la superficie curva de sus propias células corporales en lugar de la lente, y enfocan la luz en el otro lado de la membrana celular. Obtienen una imagen invertida y muy borrosa. Esta visión es una de las más antiguas del mundo.

Imagen de portada pixabay, depositphotos

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