Solo conocía la del gato de Schrödinger
10 Paradojas para entretener un buen rato a nuestro cerebro
La lógica y el sentido común son nuestras mejores herramientas cuando se trata de resolver situaciones en nuestra mente, ayudándonos a encontrar la mejor solución que nos haga llegar al resultado deseado. Sin embargo, las paradojas son aquellos dilemas que ponen a prueba a nuestra mente, ya que su resolución pareciera más bien un laberinto que nos lleva a la raíz del problema.
¿Conoces alguna otra paradoja que te haya dejado pensando por horas? ¿Crees tener la solución para alguna de las anteriores? Comparte tus conclusiones en los comentarios.
1. La paradoja de los cuervos
También es conocida como “paradoja de la negación” y fue propuesta por el filósofo Carl Hempel. Su objetivo era probar que, cuando los hechos coinciden a lo largo del tiempo con lo delimitado en una teoría, nuestra confianza en esta teoría aumenta. Para ilustrar su argumento, puso como ejemplo la teoría de que “todos los cuervos son negros”.
Si se examinan millones de cuervos y se observa que todos son de color negro, confiaremos cada vez más en esta teoría, a partir de la cual “todas las cosas que no son negras no son cuervos” es una afirmación verdadera. Al observar una manzana roja que, por no ser negra, no es un cuervo, la convicción de que todos los cuervos son negros es mayor.
2. La paradoja de Epiménides
En Creta de la Antigua Grecia, un hombre llamado Epiménides de Cnosos decía que todos los cretenses eran unos mentirosos. Pareciera una afirmación sencilla, pero si fuese verdad que todos mienten, entonces Epiménides, que era cretense, no estaría diciendo la verdad.
Y en caso contrario, si resultara falso que todos mienten, la afirmación de Epiménides terminaría siendo verdadera, pero siendo cretense, tendría que considerarse una mentira.
3. La paradoja de Abilene
Esta paradoja social fue propuesta por Jerry B. Harvey, en su libro La paradoja de Abilene y otras meditaciones sobre la administración. En el ejemplo, una familia está jugando dominó en el pórtico. Están presentes los suegros y un matrimonio.
El suegro propone ir a Abilene, un poblado a 80 km de donde se encontraban. La esposa dice que es una buena idea realizar el viaje, aunque no se encuentra convencida porque es un día caluroso, creyendo que nadie opinará igual que ella. El marido también acepta, asumiendo que su suegra tiene muchas ganas de ir y, entonces, emprenden el viaje. Como lo previó la esposa, fue largo, caluroso y cansado.
La comida del café que visitaron fue mala y decidieron volver a casa después de unas horas. En el camino de vuelta, la esposa menciona en un tono sarcástico que el viaje no ha sido muy bueno. El esposo respondió que él solamente aceptó por darle gusto a su suegra, que realmente no opinó al respecto y el suegro dice haber sugerido el viaje porque todos se veían aburridos.
Quedaron perplejos de haber emprendido en conjunto una acción que nadie quería hacer. Así, Harvey intenta explicar cómo es que algunas situaciones nos obligan a hacer cosas que no necesariamente son nuestra voluntad.
4. El gato de Schrödinger
El físico austríaco Erwin Schrödinger creó un sistema compuesto por una caja opaca en la que había un matraz con veneno, un dispositivo con una sola partícula radiactiva con el 50 % de probabilidades de desintegrarse y activar el mecanismo que romperá el matraz con el veneno, y un gato. De modo que el gato tiene el 50 % de probabilidades de sobrevivir en la caja.
Los electrones tienen la capacidad de estar en dos lugares al mismo tiempo, como los receptores que indican si el gato está vivo o muerto, por lo que presentan ambos resultados a la vez. Sin embargo, no es sino hasta que la caja sea abierta cuando se sabrá si el gato ha muerto o no. Mientras la caja esté cerrada, ambas afirmaciones son correctas, lo que da lugar a la paradoja.
5. Paradoja del abuelo
A este dilema también se le conoce como la paradoja del viaje en el tiempo y fue propuesta por el autor de ciencia ficción René Barjavel en 1943 como parte de su novela El viajero imprudente. En ella, supone que un hombre viaja al pasado y mata su abuelo, padre de su padre biológico.
Si su abuelo muere en el pasado, entonces él nunca hubiera sido concebido, por lo tanto, no sabemos quién pudo haber asesinado al abuelo en este supuesto. Entonces, tal vez el abuelo sobreviviría, haciendo posible que el viajero fuera concebido y así sucesivamente.
6. Paradoja del barbero
Esta paradoja también tiene otro nombre, y es “paradoja de Russell”. Demuestra la teoría de conjuntos y se le atribuye a Bertrand Russell, filósofo, matemático y escritor. Este dilema narra la historia del barbero de un antiguo emirato, As-Samet, quien era hábil para el afeitado de cabezas y barbas. Un día, el emir ordenó que, debido a la falta de barberos, los barberos existentes solo debían afeitar a aquellos hombres que no pudieran afeitarse ellos mismos e impuso la norma de que todo el mundo estuviera afeitado.
Mientras As-Samet afeitaba al emir, le contó que, en su afán de cumplir con la ley, se encontraba en un gran dilema. Él era el único barbero del pueblo y no podía afeitarse a sí mismo, pues si lo hacía, por ser el único barbero del pueblo, por ley no debía afeitarse. Al emir este pensamiento le pareció tan profundo que le dio a As-Samet la mano de una de sus hijas.
7. Paradoja de los gemelos
Fue propuesta por Albert Einstein para explicar la teoría de la relatividad, y establece que la medida del tiempo no es absoluta, pues depende del movimiento y la perspectiva del espectador. La paradoja parte de la historia de dos gemelos; uno de ellos haría un largo viaje interestelar a gran velocidad y el otro permanecería en la Tierra durante unos 20 años.
La predicción establece que el gemelo que se queda en casa envejecerá más rápido gracias a la dilatación del tiempo, es decir, su reloj va más rápido. Por lo tanto, el gemelo que se ha ido en su nave espacial regresará luciendo más joven, ya que, al haber viajado a alta velocidad, para él el tiempo fue corriendo de manera más lenta. Todo esto se debe a que el tiempo es relativo.
8. El hotel infinito de Hilbert
Para explicar los hechos paradójicos dentro del concepto de infinito en las matemáticas, Hilbert utilizó como ejemplo la historia de dos grandes hoteleros que ambicionaban construir el hotel más grande del mundo. Al preguntarse cuántas habitaciones tendrían, llegaron a la conclusión de que, si alguien construía un hotel con más alojamientos, pronto dejaría de ser el más grande del mundo. Por eso, decidieron construir un hotel de habitaciones infinitas.
Al abrir las puertas del infinito hotel, tuvo una gran aceptación, de modo que sus infinitas habitaciones se encontraba ocupadas por infinitos huéspedes, no había espacio para uno más. Para solucionarlo y ocupándose de que ningún invitado se quedara sin un cuarto, pidió a cada huésped que sumaran 1 al número de su habitación y se mudaran ahí. De esta forma, la persona de la habitación 1 se mudó a la 2, el de la 2 a la 3 y así sucesivamente, de forma que el alojamiento número 1 quedara disponible.
Tiempo después, llegaron infinitos huéspedes y, una vez más, no hubo problema en alojarlos. Se le pidió a los invitados que multiplicaran por dos el número de sus habitaciones, de modo que todos ocuparan una habitación par. Así los infinitos huéspedes ocuparían los infinitos número impares.
9. Dilema del cocodrilo
Este dilema fue utilizado para dejar ver los problemas de la lógica acerca de lo que aún no conocemos pero tenemos cierta noción de lo que puede ocurrir. La paradoja es ilustrada con la historia de un cocodrilo que roba a un niño de los brazos de su madre. El cocodrilo le promete a la mujer que le devolverá a su hijo solamente si logra adivinar qué hará con él.
La madre responde que se lo comerá, creando un dilema para el reptil. Si el cocodrilo decide comerse al niño, estaría rompiendo con su promesa, pues la madre habría adivinado y entonces el niño tendría que ser devuelto. En caso de que el cocodrilo decidiera entregar al niño, la madre estaría equivocada, pero igual tendría a su hijo de regreso.
10. El barco de Teseo
Según la leyenda griega, Teseo volvía de Creta junto con varios jóvenes hacia Atenas en un barco de treinta remos que había sido conservado por generaciones y se encontraba en buen estado, pues cada que una tabla de la nave se estropeaba, esta era reemplazada por una nueva.
Esto hizo que, entre los filósofos, se dividiera la opinión acerca de si el barco era el mismo o sus piezas habían sido reemplazadas hasta formar un barco diferente. Preguntándose, si las piezas del barco original fueran reunidas ¿cuál sería entonces el barco de Teseo: el que ha sido reparado a través de los años o las piezas viejas?
Comentarios
Me gustó la del abuelo
Muy interesante la paradoja de los gemelos
Mi favorito fue el del cocodrilo
que bueno!!