8 Lugares que se convirtieron en micronaciones y que comparten interesantes historias sobre su fundación

Curiosidades
hace 2 años

Si un día se te ocurre fundar tu propio país, no creas que es imposible. En el mundo existen lugares denominados micronaciones, o pequeñas “naciones”, en las que una persona o una comunidad han decidido reclamar la soberanía de un territorio. Aunque no son reconocidas oficialmente por ningún gobierno ni organismo, sus habitantes con mucho ingenio crean elementos simbólicos como bandera, constitución, himno y pasaporte. También eligen a sus líderes y no se conforman solo con el cargo de presidente, podemos encontrar hasta duques y princesas.

En Genial.guru hicimos una lista con algunas micronaciones que tienen historias muy curiosas sobre su fundación, y queremos compartirla contigo.

1. República de Saugeais

Surgió como consecuencia de una broma. Al este de Francia, en 1947, el prefecto del departamento de Doubs estaba de visita en Montbenoît y entró a comer en un establecimiento a cargo de Georges Pourchet, quien le preguntó con humor si tenía permiso para circular por la República de Saugeais. El prefecto le siguió el juego y lo proclamó presidente de ese país recién inventado.

Cuando Georges falleció, su esposa Gabrielle fue elegida su sucesora con aplausos como votos, y posteriormente y hasta el día de hoy, este cargo lo ocupa su hija Georgette. La nación incluye una docena de pueblos, con casi 5 mil habitantes, tiene un primer ministro y embajadores, y su principal monumento (y atractivo turístico) es la Abadía de Montbenoît. Antes de entrar, los visitantes deben solicitar una especie de visa.

2. Ladonia

En 1980, el artista sueco Lars Vilks empezó a construir su gran escultura de madera Nimis en la reserva natural de Kullaberg, situada en Suecia, y cuando las autoridades lo descubrieron, comenzaron una serie de disputas legales porque no querían construcciones en la reserva. Lars no solo se oponía a destruir su obra, sino que la siguió ampliando y creando otras. Declaró Ladonia como “república independiente” en 1996.

Según información de su web, en 1997 ya tenían 1000 ciudadanos y empezaron a organizar su forma de gobierno: constitución, presidente y reina (la actual es la reina Carolyn). Hoy tienen cerca de 23 mil habitantes (no residen allí) y el lugar recibe unos 40 mil visitantes al año, ya que finalmente Nimis atrajo la atención de muchos. Tienen su propio diario, The Ladonia Herald, en el que aseguran tener una lengua con solo dos palabras.

3. Gran Ducado de Westarctica

En el año 2001, Travis McHenry se dio cuenta de que nadie en el mundo había reclamado un espacio de 1 610 000 km2 en la Antártida Occidental, localizado en la tierra de Marie Byrd, y decidió hacerlo él mismo. Pocos años después, lo llamó Gran Ducado de Westarctica, soberano e independiente, y, tras algunos altibajos, Travis continúa como el gran duque de esta micronación.

En 2014 decidió convertirlo en una corporación sin fines de lucro para lograr la misión que pensó para Westarctica, vinculada con la conservación ambiental de la Antártida, según se indica en su web. Ninguno de sus ciudadanos registrados vive allí y Travis gobierna a distancia.

4. República de las Islas Dumpling del Norte

Dean Kamen es un empresario e inventor comprometido con la ciencia y la tecnología. En 1986, compró esta isla (parte de Fisher Island, EE. UU.) y después de que le negaron la construcción de una turbina eólica, decidió referirse a ella como la República de las Islas Dumpling del Norte. Finalmente, logró hacer su turbina eólica y también incorporar paneles solares que le brindan energía al lugar, en búsqueda de un modelo de vida sustentable. Como dato curioso, tiene también una réplica del monumento prehistórico Stonehenge.

5. Imperio de Atlantium

Queda en Australia y fue fundado por George Francis Cruickshank con unos amigos cuando eran adolescentes, en 1981, para ser más específicos. Él se convirtió en el líder como el emperador George II y después de un periodo de inactividad, retomó solo su plan y en 1999 refundó el Imperio de Atlantium. Compró unas tierras situadas en la región de Nueva Gales del Sur y estableció la Provincia de Aurora (0,76 km2) con su capital, Concordia, donde hay una sencilla casa amarilla a la que llama Golden House, y es la sede del gobierno.

Tiene bandera, constitución, moneda, postales y sello propios. Cerca de la casa principal, hay monumentos que son muy destacados por su líder como atractivo turístico, especialmente una pirámide donde los visitantes pueden apreciar la belleza del paisaje y tomarse fotos.

6. Reino de Sudán del Norte

Todo comenzó cuando la pequeña Emily, a sus seis años de edad, le preguntó a su padre, Jeremiah Heaton, si ella podía ser una princesa. Jeremiah se tomó muy en serio el deseo de su niña y buscó un territorio que no tuviera dueño ni fuera reclamado por Estado alguno para crearle su reino. Consiguió Bir Tawil, unas tierras desérticas ubicadas entre Egipto y Sudán, sin infraestructura ni mucho menos habitantes. Cuentan en su web que en el séptimo cumpleaños de Emily, en 2014, él logró ir y plantar su bandera.

La intención de este padre dio un giro en los años siguientes hacia la creación de un proyecto de agricultura sostenible en el reino, pero no vimos más noticias sobre ello.

7. República de Molossia

Su historia se remonta a finales de los años setenta, cuando Kevin Baugh era un niño y quiso crear una nación con un amigo; desde entonces, ha tenido muchos cambios de nombres y gobiernos. Pero Molossia, como se conoce actualmente, fue el proyecto de país que retomó Kevin en su adultez. A finales de los noventa, compró un terreno en Nevada (EE. UU.) y estableció su pequeña república con su familia como ciudadanos.

Ahora es un atractivo turístico en la zona, donde Baugh, su presidente, recibe a los visitantes con su característico uniforme y sus medallas, y también con mucho humor. Los turistas deben anunciar su visita previamente y antes de pasar por su aduana, deben tener en cuenta que están prohibidas cosas como los focos incandescentes, las bolsas de plástico, el bagre, la espinaca, las cebollas y las morsas (sí, las morsas).

8. República de Užupis

Está localizada en Vilna, la capital de Lituania, tiene una superficie de 0,6 km2 y su frontera está marcada por el curso del río Vilnius. A mediados de los noventa, estaba abandonada y varios artistas ocuparon el lugar, le dieron una nueva vida con aire bohemio y el 1.º de abril de 1997 la proclamaron república independiente. Tiene su propio gobierno, moneda, himno y una llamativa constitución. Entre sus símbolos se encuentra la escultura de un ángel en la plaza central, que representa la libertad artística. Actualmente sigue siendo hogar de artistas e intelectuales.

Uno de los atractivos de la República de Užupis es su constitución, que fue creada en apenas 3 horas. Este manifiesto está escrito en más de 20 idiomas, en placas dispuestas en las paredes de la calle Paupio. Aquí te dejamos 6 de los 41 artículos de la Constitución de Užupis para que te hagas una idea del espíritu de los lugareños:

  • 5. Todos tienen derecho a ser únicos.
  • 11. Todos tienen derecho a cuidar de un perro hasta que uno de los dos se muera.
  • 13. Un gato no está obligado a amar a su dueño, pero lo debe ayudar en los momentos difíciles.
  • 16. Todos tienen derecho a ser felices.
  • 26. Todos tienen derecho a celebrar o a no celebrar su cumpleaños.
  • 33. Todos tienen derecho a llorar.

Vamos a dejar volar nuestra imaginación un poco. Si pudieras crear tu propio país soñado, ¿cómo sería? ¿Qué nombre le pondrías? ¿Qué norma divertida te gustaría implementar?

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