Algunos secretos que guardan los corsés, una prenda muy usada por las mujeres en la historia

Curiosidades
hace 1 año

A lo largo de la historia, la moda ha cambiado repetidamente, teniendo siempre algunas prendas que predominan según la época y que, en algunos casos, vuelven a usarse años después, como en la actualidad. Una de ellas es el corsé, que empezó a utilizarse en el siglo XVI, pero que hoy en día podemos ver nuevamente en las pasarelas, aunque existan varios mitos o datos poco conocidos relacionados con él.

En Genial.guru decidimos investigar más sobre los corsés y descubrimos varios mitos y datos sobre ellos, los cuales decidimos compartir contigo.

1. Los hombres también usaban corsés

En la primera mitad del siglo XIX, la moda dictaba que tanto los hombres como las mujeres debían marcar sus cinturas, por lo que solían utilizar un corsé para lograrlo. En comparación con los usados por los caballeros, los femeninos eran menos apretados y elevaban el busto.

2. Algunos se hacían con metal o huesos

En el siglo XVI, las personas encargadas de confeccionar corsés empezaron a utilizar varillas de madera o huesos de animales, como los de las ballenas, en la parte delantera de estas prendas, con la finalidad de darle un aspecto más plano al abdomen de las mujeres, así como para disminuir visualmente el ancho de sus cinturas. En algunos lugares incluso llegaron a usarse varillas de hierro para lograr tales efectos en el cuerpo de las damas.

3. No solo servían para afinar la cintura

A fines del siglo XIX, las mujeres rara vez usaban los corsés para reducir sus cinturas más de una o dos pulgadas. Generalmente no los apretaban al máximo, sino que dejaban un espacio abierto en la espalda, lo que les permitía moverse y respirar más cómodamente.

4. Los corsés no creaban malformaciones en el hígado

A lo largo de los años se le ha atribuido una serie de enfermedades o malformaciones a esta prenda, como deformar algunos órganos internos, por ejemplo, el hígado. A pesar de ser un accesorio poco recomendable de usar todos los días, no era mortal. En la actualidad, podríamos compararlo con los tacones de aguja.

5. Su uso constante modificaba la forma del torso

Algunas mujeres usaban el corsé tan apretado que, a la larga, terminaba convirtiéndose en una moda deformante, puesto que modificaba la forma del torso debido a la presión que se ejercía sobre los huesos de las costillas. Esto sucedía porque la estructura interna del cuerpo buscaba adaptarse a la constricción a la que se sometían algunas damas que los llevaban.

6. No causaban desmayos

Los corsés en sí mismos no causaban desmayos. Esto sucedía cuando las mujeres se los amarraban de una forma demasiado ajustada o usaban la talla incorrecta. Contrariamente a lo que se cree, a través de la historia, las damas rara vez se ajustaban el corsé al máximo, por lo que no sufrían de desmayos.

7. No todas las mujeres que lo usaban tenían una cintura pequeña

Las mujeres de la historia que usaban esta prenda a diario podían tener distintos tipos de cuerpo, ya sea que fueran atléticas y muy delgadas o, más bien, robustas. El hecho de usar un corsé no estaba limitado a aquellas que tenían una cintura angosta. Abby Cox, una historiadora de vestidos, mostró en su canal de YouTube algunas prendas victorianas cuyas cinturas medían alrededor de 76 centímetros.

8. Pasaron de moda entre 1910 y 1920

En la década de 1920, los vestidos con corsé dejaron de usarse y fueron reemplazados por los de estilo flapper. Esto debido a que ya no se buscaba la forma de reloj de arena en la silueta de una mujer. Las damas jóvenes y solteras empezaron a llevar prendas sueltas, que les daban más libertad de movimiento.

¿Sobre qué otras prendas de vestir te gustaría conocer más datos o mitos? Cuéntanos en los comentarios.

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