Decidimos averiguar cuánta propina hay que dejar habitualmente y cuándo debe hacerse

hace 1 año

Hay muchas opiniones sobre si hay que dar o no propina, qué cantidad hay que dejar y a quién. Hemos decidido llegar al fondo de esta cuestión y examinar las ideas más comunes sobre el tema.

¿A quien sí o sí le dejas una buena propina?

¿Una propina es un insulto a la dignidad de una persona?

Hay varias razones por las que esto puede ser cierto.

  • La propina se extendió como una forma de animar a los sirvientes. Se originó en Inglaterra durante el período Tudor (1485-1603). En aquella época, los nobles que poseían criados les daban dinero extra por un buen trabajo. En el siglo XVII, entre los nobles que se quedaban a dormir en una casa ajena, se originó el hábito de dejarles propina a los sirvientes de la casa. Después, la costumbre de dejar propina se extendió a los cafés londinenses.
  • La suma recibida a menudo no depende de la profesionalidad de la persona, sino del género, la edad y la apariencia. En concreto, las camareras que tienen una apariencia atractiva tienen más probabilidades de recibir propinas de hombres, y en mayor cantidad. Esto sugiere que los caballeros suelen dar una recompensa impulsados ​​por el deseo de coquetear y demostrar su estatus.
  • En algunos países, como SingapurChina, el personal no espera que sus huéspedes dejen propina. En Japón, puede percibirse como un insulto, ya que da la impresión de que el empresario no le paga al personal como es debido, y los japoneses están orgullosos tanto de su trabajo como de sus jefes.
“Una vez en China, en un restaurante, quise dejar propina por costumbre. Aún recuerdo la mirada fulminante de la camarera, que se lo tomó como una humillación”.
“En Israel no hay obligación de dar propina, pero si el servicio es bueno, se da un 10 %. Un día fui de vacaciones a Alemania con mi familia y comimos en un restaurante. Por costumbre, añadí un 10 %. La camarera, una mujer de mediana edad, se quedó atónita cuando lo vio y dijo: ’Es agradable recibir propina. Pero ¿por qué tanto?’. No recuerdo lo que murmuré en ese momento, pero empecé a dar menos cantidad en Alemania”.

En qué casos hay que dar propina

“Ese es el tipo de propina que me han dejado hoy durante el doble turno”.

  • Por desgracia, hay muchos países en los que el servicio de camareros no está incluido en la factura, por lo que la carga de pagarle al personal se traslada a los clientes. La persona que no deja propina simplemente priva a los empleados de las ganancias. A veces, las propinas de los camareros se recaudan juntas y se reparten entre el resto del personal.
“Nuestros camareros, aunque tienen los salarios más bajos, comparten su propina con los cocineros, los recepcionistas y los bármanes. Mi hijo ha estado trabajando como camarero desde que tenía 15 años. Es su único dinero de bolsillo, y la verdad, lo que gana es muy poco”.
  • Existe la percepción de que las propinas benefician al cliente y no a los camareros, ya que animan a estos a hacer un buen trabajo. Pero en realidad, solo en el 4 % de las ocasiones la propina estaba relacionada con la calidad del personal. En el resto de los casos, influyeron otros factores, como el aspecto físico o el género del camarero. Sin embargo, la misma creencia de que los ingresos dependen de la calidad del servicio motiva a los camareros a trabajar mejor.
“En algunos restaurantes, la propina está incluida en la cuenta. Mi amiga y yo no queríamos dejar propina por el pésimo servicio que nos brindaron, pero igual tuvimos que pagarla. Este tipo de cosas no me gustan. Los camareros se comportaron como reyes, sabiendo que de todos modos recibirían propina. De ese modo pasamos la velada en el restaurante más elogiado de la ciudad”.
  • Normalmente, la gente acude a un café o a un restaurante no solo para comer, sino también para disfrutar del ambiente. El trabajo del camarero es hacer que tu velada sea lo más agradable posible. Un buen empleado explica la diferencia entre los tipos de uva y los tipos de pasta, y atiende los deseos del cliente. En este caso, una propina es una forma fácil de darle las gracias a la persona que te ha alegrado la noche. Y si un taxista hizo todo lo posible para que no llegaras tarde al trabajo, eso también merece una recompensa.
“Ayer, en un restaurante, le dejamos una propina de 9 dólares al mesero, y no nos dolió en absoluto. El joven creó una atmósfera preciosa. ¡Nos reímos mucho! Y el servicio fue impecable”.

Qué cantidad dejar

Para evitar que la propina parezca una limosna y que el cliente pase por un avaro, es mejor saber de antemano qué cantidad hay que dejar. Los expertos en etiqueta brindan las siguientes reglas:

  • En un banquete tipo bufé, basta con dar el 10 % de la cuenta a los camareros. Para un servicio de mesa normal, puedes dar entre un 15 y un 20 % de la cuenta.
  • Si vienes al restaurante a buscar tu pedido y te lo llevas, no es necesario dejar propina. Pero si el pedido es grande y tiene muchos productos diferentes, se puede dejar un 10 %.
  • Puedes dejarle de un 10 a un 15 % de la factura al repartidor.
  • Si, por ejemplo, ves un frasco de propinas en una cafetería, no hace falta que pongas dinero en él. Pero si el camarero o el barman te invitó algo que no has pedido, o si eres un cliente habitual, deberías dejar propina.
  • Puedes dejarle un cambio extra al personal de limpieza, dependiendo de lo bien que mantenga la habitación.
  • Si te gusta el resultado, puedes dejarle entre un 15 y un 20 % de la factura al peluquero, al manicurista o al especialista que te brindó servicios de depilación en el salón o que realizó procedimientos cosméticos. En una peluquería, este dinero debe dividirse inmediatamente entre todos los que te atendieron.
  • Al viajar, se aconseja dejarles a los taxistas entre un 15 y un 20 % de propina, pero no menos de 1 dólar. Si el taxista, el recepcionista o el portero te ayudó a llevar tu equipaje, entonces debes darle 2 dólares por maleta y 1 dólar por cada bolso adicional. Si el portero del hotel no te ayudó con el equipaje, estás en tu derecho de agradecerle solo con una sonrisa y la palabra “gracias”. Pero al personal de limpieza deberías dejarle de 2 a 5 dólares por día con una nota: “Gracias por limpiar la habitación”.

En qué casos está bien no dejar propina

  • Si no estás seguro de si es costumbre, por ejemplo, dejar propina en un salón de belleza y no quieres avergonzar a la persona, es mejor que preguntes de antemano a la recepcionista si es aceptable esta modalidad o no.
  • No es costumbre darles propina a los profesionales: profesores, abogados, médicos, contadores. Si quieres agradecérselo en persona, puedes darles un regalo económico o una tarjeta de regalo.
  • Los servicios de plomeros, electricistas y otros especialistas, por regla general, tienen un costo acordado y no requieren gastos adicionales. Pero si llamas a una persona fuera de horario, vale la pena dejarle propina por el tema de la urgencia.
  • Antes de dar una propina, debes estudiar cuidadosamente la cuenta. Si el servicio ya está incluido, puedes no dejar propina.
  • Si el servicio es malo, el corte de pelo está mal hecho o tuviste que esperar una hora la comida que pediste, es mejor no dejar propina. Quizá las personas que trabajan negligentemente sean sustituidas por otras más trabajadoras y responsables. En algunos casos, puedes dejar una cantidad pequeña para demostrar que dejarías mucho más, pero solo si el trabajo lo mereciera.
“Estábamos almorzando en un café junto al mar en Bulgaria. El camarero nos trajo el platillo equivocado. Decidimos no armar alboroto y comimos lo que nos trajo; parecía estar bien preparado. La cuenta rondó los 20 euros. Dejamos 2 euros. El camarero, cuando vio lo que habíamos dejado, tiró la propina sobre la mesa. Nos arruinó el ánimo”.

Pero si estás satisfecho con todo, siempre es mejor dejar propina. De este modo, recompensarás a las personas que realmente se esforzaron para brindarte un buen servicio. Además, en la mayoría de los casos, los clientes suelen ser tacaños y puede que tú seas la única persona que le haya dejado propina al camarero ese día.

“Celebramos una boda en un buen restaurante donde una vez habíamos asistido a un evento. Nos había gustado tanto la comida y la atención de los camareros que se decidió organizar la boda ahí. Los camareros hicieron un trabajo excelente en la boda y decidimos dejarles una buena propina. Entonces mi suegra declaró que se encargaría de esto. Perfecto. Nos fuimos del restaurante con la conciencia limpia. Un mes después, más o menos, nos enteramos de que, en lugar de propina, les había regalado una cesta con frutas que, por cierto, era un regalo de bodas del propio restaurante. Fue demasiado embarazoso”.
Imagen de portada Mamá querida / Genial.guru

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