Los 14 lugares más aislados de la civilización donde no quieren dejar entrar a los turistas

Curiosidades
hace 5 años

Vivir en el fin del mundo, donde, en un radio de mil kilómetros a la redonda no hay ni un alma humana. ¿Cómo sería? En el mundo contemporáneo existen lugares a los que no es fácil llegar. En el mejor de los casos, te espera un viaje de varios días a través del océano, y en el peor, una caminata a pie, descendiendo por rutas montañosas e incluso esquivando lanzas y flechas de aborígenes poco amistosos.

Genial.guru descubrió qué ciudades son dignas de poseer el título de los lugares más alejados de los asentamientos civilizados.

1. Edimburgo de los Siete Mares, Tristán de Acuña

Uno de los lugares más lejanos en el planeta se encuentra en el Océano Pacífico en las islas Tristán de Acuña. En el centro del archipiélago insular se encuentra una pequeña civilización: Edimburgo de los Siete Mares. En este pequeño pueblo viven tan solo 270 personas, cada una de ellas es descendiente de los primeros pobladores, quienes desembarcaron en la isla en el siglo XIX.

Edimburgo tiene una escuela secundaria bajo el nombre de Sta. María, enfermería, cafetería, tienda, servicios de correo y 2 iglesias. Si los habitantes necesitan algún tipo de producto de tierra continental, el pedido se tiene que realizar con algunos cuantos meses de anticipación para conseguir entregarlo en un barco que pase junto a la isla.

Si quieres ir a la isla, no será fácil: aquí no hay aeropuertos ni para vuelos comerciales, ni para algún tipo de vuelo especial a esta isla. Aproximadamente una vez al mes, un barco pesquero llega a la isla desde Sudáfrica, por eso, una gran cantidad de turistas optan por desplazarse en sus propios yates.

2. Whittier, Alaska

En la ciudad de Whittier viven 218 personas. Fue fundada en 1969 y casi toda la población vive en un antiguo cuartel de 14 pisos. La misma ciudad se encuentra en la orilla del estrecho Prince William Sound.

Para llegar hasta Whittier, se pueden utilizar varios caminos: terrestre en automóvil o tren, marinos en cualquier barco, o aviones, pero solo en la temporada de verano. En invierno (el cual dura desde octubre hasta abril), la ciudad se cubre por una capa de un metro de nieve. Esta llega a alcanzar una velocidad de unas cuantas decenas de kilómetros por hora, pero aquí es un fenómeno realmente normal. El clima es tan duro que los niños van a la escuela a través de un túnel desde casa.

3. Villa Las Estrellas, Región Antártica

En Villa Las Estrellas, en gran medida vive personal militar y científico porque, inicialmente, el asentamiento se construyó a partir de bases aéreas y laboratorios de investigación. Incluso el mismo Stephen Hawking visitó el lugar. En verano, la población de la ciudad es de cerca de 120 personas, y en invierno solamente 80, ya que muchos, durante las temperaturas extremadamente bajas (la temperatura aquí baja hasta los −50 ºC), envían a sus familias a otros continentes.

Toda persona que quiera llegar a este pueblito, el cual se encuentra en el fin del mundo, debe remover su apéndice. Esto es porque la clínica más cercana se encuentra a miles de kilómetros. En la localidad hay doctores, pero ninguno de ellos es cirujano.

4. Mêdog, China

En el este de las montañas inaccesibles del Himalaya, a lo lejos de la civilización, se encuentra la ciudad china de Mêdog con una población de cerca de 10 mil habitantes. Hasta el 2013, cuando fue construida una autopista, la cual unía la ciudad con el mundo exterior. Extraoficialmente, se le conocía como el “loto misterioso” por su dificultad de acceso. Se puede llegar a la ciudad solamente a través de caminos montañosos. Sin embargo, debido a las malas condiciones climatológicas, la carretera solamente funciona unos cuantos meses al año.

Incluso con la aparición de un verdadero camino, las autoridades no tienen prisa por abrir las puertas a las multitudes de turistas. El temor local es que el flujo de turistas destruya la naturaleza de la montaña del este, y por eso se regula la cantidad de visitantes.

5. Isla Decepción, Antártida

La isla volcánica de Decepción está cubierta en un 60 por ciento por hielo, y el mismo volcán aún presenta algunas señales de vida: la última actividad de una fuerte intensidad fue registrada en los años 90. Este lugar atrae a los turistas por sus aguas termales, sin embargo, incluso aquí radica el peligro. Si, por casualidad, alternas el agua, mezclando fuentes calientes con frías, te puedes quemar fuertemente o, por el contrario, recibir un ligero congelamiento.

Frecuentemente, en la isla habitan solo empleados locales de estaciones científicas. También, en la isla Decepción anidan una gran cantidad de colonias de pingüinos que no les temen a las personas, y este es un verdadero paraíso para los ornitólogos: a pesar del clima con temperaturas bajo cero, aquí habitan 8 especies de aves.

6. Islas Pitcairn, parte meridional del Océano Pacífico

El archipiélago Pitcairn se compone de 5 islas, de las cuales solamente una con el mismo nombre del archipiélago se encuentra habitada. En las otras no existen fuentes de suministro de agua dulce. La única de las islas habitables no puede presumir de tener siquiera 100 habitantes, aquí solamente viven 50 personas. Se considera que este es el territorio menos poblado del planeta.

Un rol muy importante en la vida de la isla lo juega el turismo. Los visitantes pueden vivir en las casas de las familias locales o en pensiones individuales. Solamente se puede llegar a la isla por el océano: un barco de servicios de migración, no muy lejos de la costa, “desembarca” a los turistas junto con sus cosas hacia otro barco, y hasta después se dirigen a tierra firme.

7. Islas Cocos (Keeling), Australia

El archipiélago de cocos se presenta como un grupo de 27 islas coralinas de las cuales solamente están habitadas 2: West Island e Isla Home. La población es de 600 personas, casi todas ellas se ocupan en el cultivo de palmas de cocos y servicios aeroportuarios.

Las principales atracciones turísticas: descansos en la playa y paseos en barcos. También, Keeling se considera un paraíso para el surf: aquí hay más de 500 tipos de peces y más de 100 tipos de corales.

8. Supai, estado de Arizona

Supai es uno de los lugares menos poblados de EE.UU., es muy difícil llegar hasta él. La localidad con una población de 600 personas se encuentra en el fondo Gran Cañón, cuya profundidad en promedio es de más de 1 kilómetros. Hay dos posibles métodos para llegar hasta aquí: en avión o por senderos montañosos (frecuentemente para esto se utilizan mulas).

Para visitar esta aldea, necesitas recibir un permiso por parte de las autoridades, y esto anualmente lo intentan conseguir entre 300 y 400 personas.

9. Kalaupapa, Hawái

A finales del siglo XIX, el gobierno hawaiano, en la lucha contra la propagación de la lepra, envió cerca de 8000 personas infectadas al lejano cabo Kalaupapa en la isla Molokaʻi. Desde la parte principal de la isla, el cabo está aislado por altos acantilados, y al este, norte y oeste está limitado con el océano abierto.

Los colonos resultaron ser abandonados a su suerte hasta la primera mitad del siglo XX, cuando el gobierno construyó en Kalaupapa algunas viviendas y hospitales. La ley sobre el exilio de los leprosos fue modificada en 1969, pero una gran cantidad de la población se negó a renunciar al mundo civilizado.

Hoy en día, Kalaupapa se encuentra en un Gran Parque Nacional. Los turistas tienen prohibido tomar fotografías a los habitantes locales y viajar por el territorio sin guía. Se puede llegar aquí a través de 3 medios: avión, a pie o montando mulas.

10. Ittoqqortoormiit, Groenlandia

Llegar hasta Ittoqqortoormiit es tan difícil como pronunciar su nombre: algunos meses al año, dos veces a la semana, desde Islandia sale un avión hacia este poblado, pero después del aterrizaje, tienes que volar en helicóptero, si tienes suerte, o navegar hasta la ciudad en botes. En este lejano lugar de la civilización viven cerca de 500 personas.

Para entretenimiento, aquí hay un bar, una tienda con productos vitales y una oficina de correo. Los turistas pueden andar en trineos guiados por perros, ir de cacería o paseos en kayak.

11. Península del Cabo York, Australia

El Cabo York es la parte australiana más al norte; sigue siendo una de las últimas regiones en la Tierra sin ser explotada por el hombre. La razón es muy sencilla: el único camino que conduce a la península, no tiene asfalto y, en épocas de lluvia, se vuelve intransitable. Para llegar al Cabo York se necesita utilizar helicóptero.

Aquí viven principalmente aborígenes, cuya cantidad representa cerca de 18 mil personas. Dos veces al año, los habitantes locales organizan un festival abierto de las culturas aborígenes con bailes tradicionales, rituales y paseos forestales por el bosque secreto.

12. La Rinconada, Perú

La Rinconada es el asentamiento más alto en el planeta. La aldea se encuentra a 5000 metros sobre el nivel del mar, por eso, aquí se observa una deficiencia de oxígeno y distintos cambios de temperatura (durante el día, temperaturas sobre cero, y por la noche, bajo cero). Sin embargo, esto no le impide vivir aquí a los 30 mil habitantes locales, ya que hay enormes depósitos de mineral de oro.

En un comienzo, en el territorio vivían aborígenes, pero después del descubrimiento de una fuente de recursos naturales, los mineros de oro comenzaron a fluir hasta aquí. Con el tiempo, el pequeño poblado se convirtió en una completa ciudad, pero sin servicios básicos: los lugareños tienen una gran cantidad de problemas con el alcantarillado, y la tierra aquí es venenosa debido al mercurio, el cual se libera en el proceso de la extracción del oro.

13. Isla Sentinel del Norte, Bahía de Bengala

En la Isla Sentinel del Norte cerca de las costas de Birmania viven aborígenes que no han aprendido ni siquiera a producir fuego. A lo largo de los siglos, los sentinelas han evitado cualquier tipo de contacto con el mundo exterior e intentan eliminar a las personas que se acercan a la isla con ayuda de arcos caseros y lanzas.

Los aborígenes tienen piel oscura, cabello rizado y una altura de cerca de 140-150 centímetros. Formalmente, están bajo la autoridad del gobierno de la India, sin embargo, los organismos del gobierno decidieron no intentar establecer contacto con la tribu, por eso, la Isla Sentinel del Norte se considera un territorio soberano que no pertenece a nadie.

Los antropólogos suponen que en la isla viven cerca de 2 a 3 familias y la suma en total es de aproximadamente 40 personas. Pero es imposible saber con exactitud: la tribu firmemente protege los densos bosques. Es totalmente conocido que los sentinelas no se ocupan de la agricultura. Ellos se alimentan de la caza y la recolecta.

14. Kerguelen, Francia

No hay residentes permanentes en esta isla de la región Antártica. En los meses de invierno, ahí viven y trabajan cerca de 70 personas, en verano, un poco más de 100. La mayoría son meteorólogos, ellos realizan observaciones y realizan lanzamientos de cohetes meteorológicos.

Lo más incómodo de la isla es el viento, el cual frecuentemente alcanza velocidades de 150 a 200 kilómetros por hora. Además, aquí prácticamente nunca hay buen clima, rara vez, la temperatura en verano alcanza los 15 ºC.

En el archipiélago habitan grandes colonias de pingüinos y focas. También aquí vive una gran cantidad de población de conejos y una pequeña parte de gatos. Estos animales fueron llevados por personas, pero, con el tiempo, se volvieron silvestres y se asentaron en la isla.

¿Te gustaría visitar alguna de estas ciudades o sueñas con una vida solitaria en un lugar así?

Imagen de portada AFP / East News

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