Por qué nos sonrojamos y qué puede provocarlo

Curiosidades
hace 3 años

Las personas tienden, por lo general, a contar con el control de sus propias reacciones, de forma que hacen aparecer aquellas que consideran más apropiadas o adecuadas para cada momento. Por el contrario, hay otro tipo de reacciones que son involuntarias y que, por más que queramos, no podemos poner bajo control. Dentro de estas últimas, se encuentra el rubor, una respuesta espontánea que no podemos hacer aparecer a propósito ni fingir, y que es única y propia del ser humano.

El rubor es una reacción tan genuina y singular que puede resultar difícil de entender, por lo que Genial.guru ha investigado para traerte una explicación a esta respuesta física tan auténtica.

Qué nos sucede por dentro cuando nos sonrojamos

El cuerpo experimenta una serie de reacciones y un proceso hasta el momento en que nuestras mejillas se tornan de un color rojizo, es decir, hasta que nos ruborizamos. El sonrojo aparece como una respuesta del sistema nervioso simpático, que al percibir determinado tipo de emociones, manda un mensaje a las glándulas suprarrenales para que liberen adrenalina. Cuando se libera esta hormona, comienza a acelerarse el ritmo cardíaco, lo que a su vez provoca que los vasos sanguíneos se dilaten y aumenten tanto la oxigenación como el flujo sanguíneo.

Hay evidencias de que las zonas más susceptibles de sonrojarse, como las mejillas, el cuello y las orejas (sobre todo), cuentan con una estructura anatómica diferente que hace que esta coloración espontánea e incontrolable sea posible.

Cuáles son los posibles causantes del rubor

Conocemos ya el proceso interno que causa esa característica coloración, pero debemos saber y tener en cuenta que son varios los posibles causantes o responsables de su aparición:

  • Emociones: La vergüenza, la timidez, el enamoramiento o incluso la ira pueden ser causantes de que algunas partes de nuestro rostro se vuelvan más rojizas.

  • Temperatura: Si nuestro cuerpo aumenta de temperatura a causa del calor o del ejercicio físico, es probable que el rubor haga acto de presencia. De igual forma, un frío excesivo puede hacer que las orejas, la nariz y las mejillas adquieran una tonalidad diferente.

  • Fiebre: Cuando sube nuestra temperatura corporal a causa de algún tipo de proceso viral, es habitual la aparición de rubor. De ser este el motivo, cuando la fiebre haya remitido, el rubor desaparecerá con otros de los síntomas.

  • Alimentos o bebidas: La ingesta de alimentos muy condimentados o con presencia de determinados componentes químicos, así como la toma de bebidas muy calientes, pueden ser también culpables de que nos sonrojemos.

Explicaciones y motivos de su aparición

La comunidad científica, aún hoy, no dispone de una respuesta que se considere completamente acertada para este dilema; sin embargo, en un intento por darle explicación, han ido proponiendo y formulando teorías. Tres de ellas han logrado obtener mayor apoyo por parte de los profesionales de la ciencia y son, actualmente, las más aceptadas o verosímiles:

  • Teoría comunicativa: Según esta propuesta, el rubor tiene la función de transmitir información a nuestros interlocutores o a las personas que nos rodean; es decir, estaríamos proporcionando información sin comunicarnos verbalmente. Al parecer, sonrojarse ayuda a recuperar y a salvar las apariencias y permite que los demás tengan o recuperen la confianza perdida en la persona que se ruboriza.

  • Atención social indeseada: Esta teoría sostiene que el rubor aparece como un medio y una forma de que la persona que nos está observando se dé cuenta rápidamente de que no estamos felices con la atención que nos está brindando. Por tanto, se trata de algo completamente inevitable que surge como respuesta a las situaciones en las que somos examinados, elogiados o que recibimos demasiado interés o atención por parte de otra persona.

  • Exposición: En este caso, el rubor aparecería como una respuesta o a consecuencia del temor de que algún tipo de información privada, un secreto o una mentira sean descubiertos o develados. Según esta teoría, se trata de una forma de delatarse o de evidenciar que aquello que se insinúa es cierto.

¿Qué tipo de situaciones provocan que te sonrojes? ¿Has vivido algún momento en que te salieron colores en el rostro?

Comentarios

Recibir notificaciones

Lecturas relacionadas