Los pequeños inconvenientes nos acechan literalmente a cada paso: sea la esquina de una mesita de luz “surgida” inoportunamente con la que cada vez golpeas tu dedo chiquito del pie, o un chocolate atorado en la máquina expendedora. Nos parece que estas pequeñas cosas son una clase de castigo personal. Pero en realidad unen a muchas más personas de las que creemos.
Genial.guru tuvo escalofríos docenas de veces mientras componía esta selección. Sin embargo, la moraleja es simple y positiva: esto sucede con uno de cada dos, pero, en lugar de hacer una gran tragedia, lo mejor es reír juntos de todo corazón.
“Esta compradora elige su pan hincándose sobre otras bolsas de pan”
Cuando el kétchup u otras salsas ensucian las tapas y todo alrededor
Solo es peor cuando los sonidos que asustan en las películas de terror resultan ser más fuertes que los diálogos y la música
Cuando la caja del envío no coincide con el tamaño de lo comprado
Solo es posible despegar la etiqueta por completo y sin problemas con la ayuda de magia
Sí, las luces están completamente apagadas
El número de estas torturas crece exponencialmente cuando en la casa aparece un gato o un perro
Admítelo, ¿también te irrita?
No solo es que duele, también se engancha con todo
Los años pasan, pero esto sigue igual
Y a partir del 10° comienza a parecer que no encaja en el conector en absoluto
“Cómo mi esposa abre los empaques”. ¿Seguro que es tu esposa? ¿No se habrá medito un mapache en la casa?
No importa qué tan cuidadosamente te afeites las piernas, al final igual habrá “una parte que falta”
¡Qué dolor!
Y nada cambia, ni siquiera cuando ya hay una enorme fila
Uno de los problemas principales cuando tienes el pelo largo
Aquí no hacen falta ni palabras
Confiesa, ¿qué de todo esto te resulta dolorosamente familiar? ¿Qué otra cosa agregarías a lo anterior?