10 Acciones humanas que ofenden a los perros
Los perros no saben ocultar sus emociones, por lo que el estado de ánimo de esta mascota es siempre obvio. Y si una sonrisa feliz y el movimiento de su cola al ver a su amo no provocan preguntas, entender las causas de la tristeza y disgusto se antoja mucho más complicado. En este artículo, aprenderás qué podría ofender a tu mejor amigo de cuatro patas y cómo encontrar un entendimiento y respeto mutuos con él.
Genial.guru recopiló las 10 razones más comunes por las cuales puede empeorar el estado de ánimo de tu perro.
Permitir que un extraño lo acaricie
Si durante el paseo se te acerca un niño con ganas de acariciar a tu mascota, o un desconocido acerca su mano diciendo algo del tipo “Qué perro más lindo”, lo mejor será que cortésmente rechaces que intenten acariciar al animal. El carácter y el estado de ánimo de los animales pueden ser diferentes, e incluso el perro más sociable y paciente puede no estar de buen humor. Permitiendo que todos toquen a tu can provocas estrés en tu mascota, así como pierdes tu posición de liderazgo frente a sus ojos.
No has establecido una rutina diaria
Tu perro tiene su propio reloj biológico, por lo que la rutina diaria es muy importante para él. Un horario definido hace que el mundo sea predecible, lo que aporta seguridad al animal, disminuyendo su nivel de estrés. Intenta alimentarlo, sacarlo a pasear y adiestrarlo siempre a la misma hora. Cuando pasen unos días con una vida marcada por la rutina estricta, notarás que tu mascota se ha vuelto más feliz.
Lo disfrazas
Si no acostumbras al perro a llevar ropa desde su infancia, en el futuro el animal pondrá resistencia a cualquier intento de vestirlo. Se permite una prenda sencilla: tipo suéter o chaqueta (si tu can tiene mucho frío durante los paseos), pero los sombreros y disfraces solo causan incomodidad.
Tirar y tensar la correa
Tu mascota se ofende si:
- Le prohibes que olfatee el territorio. Un paseo para un perro no es solo para hacer sus necesidades naturales, sino también una familiarización con el entorno que lo rodea. Por lo tanto, la mascota puede sentirse muy molesta si cada dos por tres la alejan de los árboles o los postes de luz.
- Tiras y tensas la correa. Los expertos en caninos no se cansan de repetir que la correa es un medio de comunicación entre el animal y su amo. No puedes permitir a tu perro que te arrastre, pero si no te hace caso, entonces detente por un momento. En cuanto la tensión de la correa baje y tu perro te mire, reanudará la marcha. No te olvides de llevar una golosina contigo para premiarlo cuando se comporte bien.
- Una correa demasiado corta genera ansiedad en el animal. Si permites que el perro pasee con una correa larga, entonces le darás a entender que lo tienes todo bajo control y no hay ningún peligro. De este modo, te resultará más sencillo sacarlo a pasear, ya que tu mascota dejará de estar en un estado de tensión constante.
No te tomas en serio su miedo al agua
Rara vez un perro acepta voluntariamente procedimientos higiénicos. Incluso aquellas razas que sin pensárselo dos veces saltan al lago, se sumergen con la cabeza en un charco o corren persiguiendo los aspersores automáticos, perciben la bañera como un lugar que no es agradable. A los perros no les gusta el sonido del agua corriente ni la superficie resbaladiza de esta. Por lo tanto, para reducir el estrés al mínimo, antes de iniciar procedimientos con agua coloca una esterilla de goma, dale una golosina a tu mejor amigo y elógialo por su paciencia.
Le gritas
- Si el cachorro todavía no ha aprendido a aguantar hasta salir a pasear y cada dos por tres te deja en casa charcos, gritando solo puedes empeorar la situación. Con un castigo físico y una voz fuerte, solo lograrás que tu mascota te tenga miedo.
- No le grites: temen a los sonidos fuertes y no te entienden en esos momentos. Los gestos son mucho más eficaces. Si no estás contento por el comportamiento de tu animal, adquiere una postura adecuada y haz una expresión facial que muestre tu descontento por la situación: con esto bastará; a veces, ni siquiera hacen falta palabras.
- Nunca utilices el lugar de tu perro (donde tiene su lecho) en forma de castigo.
Imitas y provocas a tu mascota
Lo que parece gracioso para una persona puede ser desagradable e insultante para un animal. No es bueno ladrarle en respuesta, tirarle de la cola, bromear con su comida o con su juguete. De esta manera, puedes provocar problemas de comportamiento en vez de un entendimiento mutuo con tu mascota.
Juegas poco
Si no encuentras tiempo para jugar con tu perro, prepárate para el hecho de que, al volver a casa, cada vez verás más y más trastadas. Tu mascota necesita soltar su energía y si no la ayudas, ella misma encontrará la solución por su cuenta. Y seguramente no te gustará. Los juegos son importantes y deben estar enfocados en desarrollar tanto la resistencia física (hacer correr al perro) como la intelectual (por ejemplo, jugar al escondite).
Lo dejas solo
Los perros son seres sociales a los que no les gusta estar solos. Por supuesto, es imposible permanecer cerca de tu mascota día y noche, pero puedes reducir su nivel de ansiedad.
- Pasa el mayor tiempo posible con tu perro cuando estés en casa. No te olvides de jugar con él.
- Establece una rutina diaria para que el animal se acostumbre a tu horario de trabajo y sepa cuándo te vas y cuándo vuelves.
- Enseña a tu mascota a distraerse solo, cómprale juguetes con los que pueda jugar sin nadie más.
Estás deprimido
Si notas que tu perro está triste, primero debes analizar tu propio estado de humor. La mascota percibe cómo te encuentras y, si te sientes mal (mucho tiempo), el perro puede caer en una depresión. Un can es capaz de mejorar el estado de ánimo, pero tú también tienes que esforzarte: encuentra las fuerzas y juega junto a él en el parque.
Y deja de fumar. Varios estudios han demostrado que los perros sufren de tabaquismo pasivo y pueden desarrollar enfermedades graves. Abandona este mal hábito por la salud de tu mascota.
¿Y cómo actúas tú cuando ves que tu mascota no está de buen humor?