10 Actores que recordarán su rodaje como una pesadilla por el resto de sus vidas

Como regla general, cuanto más espectacular sea el look, tanto más difícil la pasan los actores en el set. La historia de la cinematografía tiene muchos casos en los que los trajes cinematográficos se convirtieron en un verdadero instrumento de tortura.

Genial.guru está asombrado con las historias que hay detrás de los disfraces icónicos del cine y creemos sinceramente que cada uno de nuestros protagonistas de hoy merece una estatuilla aparte por su resistencia y aguante. Al final del artículo, te contaremos por qué los actores que encarnaron a Batman en la pantalla odian el icónico disfraz de murciélago.

Rebecca Romijn, X-Men

Para reencarnarse en la mutante Mystique de piel azul, durante el rodaje de la primera parte de la franquicia, la actriz tuvo que soportar 12 agotadoras horas de maquillaje. Posteriormente, fue posible reducir este tiempo a 7 horas. Pero Rebecca todavía pasaba la mayor parte del rodaje en la silla de maquillaje. La actriz iba a maquillarse a medianoche para estar con todos en el set a las 9 de la mañana. Primero, se pegaban escamas a su cuerpo, luego su piel se cubría con pintura azul. Lo más molesto del traje era que dejaba una marca azul en todas partes. Más tarde, Romijn bromeó diciendo que sus colegas podían adivinar fácilmente cuándo había estado en el baño por la colorida huella en el inodoro.

Jeff Bridges, Tron

Los vestuaristas tenían la tarea de privar al héroe de Bridges, el “digitalizado” Flynn, de todas las características sexuales. Para ello, el actor se ponía un vendaje especial. Y encima llevaba un mono ajustado. La parte inferior del traje le quedaba tan ceñida al cuerpo que el actor una vez declaró en broma que su piel todavía tenía cicatrices de las costuras.

Doug Jones, La forma del agua

En la alcancía de los roles de Doug Jones hay una enorme lista de monstruos de todo tipo. Parecería que ya era difícil sorprenderlo con un maquillaje. Pero Doug tardará mucho en olvidar su trabajo en la película La forma del agua. El día de rodaje del actor comenzaba 3 horas antes que el de sus colegas: ese era el tiempo que se dedicaba al maquillaje. Primero, 4 asistentes le ponían a Jones un traje de látex, luego llegaba el turno de los guantes con membranas, y al final, se colocaban los protectores para el cuello y un casco de fibra de vidrio, en el que, por cierto, se había construido un mecanismo especial para controlar las branquias. El actor admitió que se sentía absolutamente indefenso, ya que ni siquiera podía abrir una puerta solo, y se veía obligado a respirar por la boca.

Emma Stone, La favorita

La película está ambientada en la Inglaterra del siglo XVIII, cuando las mujeres todavía usaban corsés ajustados por el bien de la moda. Las actrices de la película experimentaron de primera mano lo que es estar comprimida en un “caparazón de ballena”. Emma Stone admitió que durante el primer mes de rodaje no pudo respirar bien. Solo la salvaba el mentol. Pero sus problemas no terminaban allí: después de un tiempo, los órganos internos de la actriz se deformaron. Afortunadamente, Emma logró recuperar su salud pronto, pero recordará la triste experiencia durante mucho tiempo.

Oscar Isaac, X-Men: Apocalipsis

El traje del villano principal de la película X-Men: Apocalipsis pesaba 18 kg, y se necesitaban varias horas para aplicar el maquillaje, que constaba de numerosas capas de pegamento y látex. Antes de comenzar su participación en el proyecto, Isaac estaba entusiasmado con la oportunidad de trabajar con una gran cantidad de artistas talentosos. Imagínate su decepción cuando tuvo que pasar la mayor parte del rodaje en una triste soledad. Una vez que el actor completaba una escena, lo montaban en una silla especial y lo transportaban a un remolque helado para animarlo un poco. Y así todos los días. El proceso de desmaquillar no era menos desagradable: se arrancaba de la piel de a pedazos; toda una experiencia, ¿verdad?

Michelle Pfeiffer, Batman regresa

Han pasado casi 30 años desde el rodaje de Batman regresa, pero la actriz aún recuerda su experiencia con horror. En 1992 la tecnología todavía no estaba tan avanzada, y para ponerse el icónico traje de látex, Michelle tenía que pasar por una verdadera tortura. Primero, la actriz era rociada con talco de la cabeza a los pies. Después de que lograra meterse en el atuendo, el exceso de aire se bombeaba fuera del traje con la ayuda de una aspiradora. Pero el tormento tampoco terminaba ahí. Finalmente, el látex se pulía con un gel a base de silicona para darle brillo. Usar el traje durante muchas horas no solo dejaba marcas terribles en el rostro de la actriz, sino que también convertía un viaje ordinario al baño en toda una aventura.

Anthony Daniels, Star Wars: episodio IV — una nueva esperanza

Tomaba alrededor de 2 horas ponerse el traje de metal de 27 kilogramos. Daniels tenía que pasar todo el día en él, sin poder sentarse y ni siquiera beber agua. Y esto en el caluroso clima de Túnez, donde tuvo lugar una parte del rodaje. El primer día de trabajo, parte del equipo se rompió y dejó un corte profundo en la pierna del actor. Terminó teniendo que pasar el resto del rodaje con una pierna vendada. Pero quizás lo más terrible fue la indiferencia por parte del equipo de filmación: muchos simplemente se olvidaban de que había una persona viva detrás de la armadura.

Peter Mayhew, Star Wars

Los dueños de perros comprenderán mejor el sufrimiento de Peter Mayhew. El hecho es que el disfraz de Chewbacca estaba hecho de pelo de yak (un toro de pezuña hendida) y mohair. Y, como el rodaje de la segunda parte de la saga se llevó a cabo en una zona nevada, la piel de Chewbacca se mojaba constantemente y exudaba un olor repugnante. Y algo nos dice que la experiencia no solo fue difícil para Peter, sino también para sus colegas del set.

Paul Bettany, Avengers: era de Ultrón

Al principio, Paul hacía el doblaje de la inteligencia artificial llamada J.A.R.V.I.S. Pero todo cambió en la película Avengers: era de Ultrón, cuando al actor se le ofreció encarnar a Visión. Bettany tenía que pasar 3 horas y media en la silla de maquillaje. Primero, en su cara se le aplicaba un maquillaje en capas y luego el actor se vestía con un ajustado traje de elastano. A veces Paul pasaba 10 horas vestido en esta forma, y ​​para que no tuviera tanto calor, el traje fue equipado con una especie de aire acondicionado: unas tuberías con agua helada.

Lily James, La Cenicienta

Ponerse el mágico vestido de 12 capas de seda de diferentes colores tomaba aproximadamente 45 minutos cada vez. Y para mantener su cintura perfecta sin recurrir al trabajo de los retocadores digitales, Lily usó un corsé extremadamente ajustado. Era tan duro que la actriz tuvo que hacer una dieta especial durante el rodaje. “Cuando llevaba el corsé, ni siquiera parábamos para almorzar. Tenía que comer literalmente sobre la marcha. Como resultado, la comida no se digería normalmente y eructaba todo el día. Solo podía comer sopa, ya que era lo único que no se atascaba”, contó la actriz.

Bono: Batman

Parece que lo único que tienen en común todos los actores que interpretaron al legendario Batman es su odio por el icónico disfraz. Todo el mundo dice unánimemente que llevar el traje de superhéroe era un completo infierno. Val Kilmer dijo que le tomaba una hora ponerse el traje y 45 minutos quitárselo. Y para ello se necesitaba todo un equipo de asistentes. Además, el disfraz no incluía agujeros para las orejas, lo que provocaba problemas de audición. Entre tomas, el actor se sentía como un maniquí al que se alimentaba a través de un tubo. Pero, quizás, lo más desagradable era que el disfraz ni siquiera tenía una mosca, y para poder ir al baño los actores tenían que recurrir a la ayuda de asistentes. Posteriormente, Christian Bale instó a los diseñadores a solucionar este problema y hacerles la vida a sus sucesores más fácil.

¿Cuál de estas historias te impresionó más? ¿Crees que las torturas valieron la pena o era posible evitar tantos sacrificios?