17 Historias que demuestran que todos los padres se reflejan en sus hijos como en un espejo

Cuando somos niños hasta las cosas más cotidianas se vuelven especiales. Es por eso que años después recordamos con ternura aquellas cosas que nos parecían inalcanzables en ese período: lápices de colores, determinados alimentos u objetos que pedíamos una y otra vez, pero nunca conseguíamos. Es por eso que estos usuarios de Internet comparten las compras que les quedaron pendientes de su infancia, que recién pudieron concretar en su adultez, ¡no se quedaron con las ganas!
Mi amigo y yo recordamos cómo ahorrábamos para comprar modelos de cohetes, y cómo nunca nos alcanzaba para los mejores y más grandes. Nos miramos luego de unos minutos y dijimos: ¡Ahora tenemos dinero! El fin de semana siguiente gastamos cerca de dos mil dólares entre los dos, así que, a los 30 nos pasamos 1 mes construyendo cada cohete que no pudimos comprar de niños.
Una vez que estuvieron construidos y pintados, fuimos a un parque en el que habitualmente se recreaban los despegues de los cohetes y pasamos toda la tarde lanzándolos. Atrajimos una multitud, fue muy divertido. Los niños nos alcanzaban los cohetes para que los tirásemos de vuelta, y al final del día, les regalamos los cohetes que teníamos. Fue uno de los mejores días de mi vida. © could_use_a_snack / Reddit
Una guitarra. No porque me hubiesen prohibido tener una, solo que no podíamos costeárnosla. La música nunca fue una prioridad mientras intentábamos sobrevivir. Así fue que me compré mi primera guitarra con treinta y un años. © captaintrips_1980 / Reddit
Un calendario de Adviento. Mi mamá dijo que nunca me compró uno porque sabía que me lo comería todo en un día. Tenía razón, incluso ahora, con treinta y tantos. © bongo1100 / Reddit
No es que no tenía permitido tenerlos, pero no se justificaba que un niño tuviera sesenta lápices de colores. Me encanta colorear, así que ahora poseo un libro de colorear para adultos y un pack de sesenta lápices de colores. © Grace_lp / Reddit
Pastel para la cena. Un día estaba haciendo las compras mientras estudiaba en la universidad y vi que vendían rebanadas de pastel individuales. Crecí en una casa con una dieta saludable en la que rara vez nos dábamos gustos con dulces o postres. Pensé que como vivía sola nadie podría decirme qué hacer, esto es lo que voy a cenar hoy. Fue grandioso. © FlashyAppointment720 / Reddit
Empecé a bailar en la adultez. Cuando uno de mis hermanos era joven, empezó clases de piano, pero dejó luego de un corto período de tiempo. Mi padre se enojó y desde ese momento no nos permitió tomar ninguna clase paga. Nosotros le rogábamos y prometíamos que asistiríamos, pero él se mantenía en su negativa: si mi hermano había abandonado las clases de piano a los seis, el resto de nosotros también dejaría cualquier otra actividad.
Así fue que me uní a un grupo de danza amateur en la universidad, luego ahorré para tomar algunas lecciones y nunca paré de bailar hasta la actualidad. © Kindly_Disk_56 / Reddit
Me compré botas de lluvia, un impermeable y botas para la nieve. Crecimos con pocos recursos, y mi mamá no podía justificar comprar algo que se usara tan poco y que además dejábamos de usar rápido porque crecíamos. Viéndolo en retrospectiva, atravesábamos un campo y un bosque para ir a la escuela, en Ohio. Nos poníamos medias, luego bolsas de plástico y otro par de medias por encima. Yo pensaba que los niños que traían a la escuela un par de zapatos extra para cambiarse eran muy afortunados.
Ahora que tengo hijos nunca pasan una temporada sin botas de lluvia o botas para la nieve. Luego de varios días de caminar a la estación de autobús con los pies húmedos, me dije que yo también tengo derecho a comprarme botas de lluvia. Tuve que recordarme a mí misma que ya no estoy creciendo, así que no las voy a dejar de usar. Son negras y tienen corazoncitos. © IDontMeanToInterrupt / Reddit
Construí un sable láser muy elegante en Disneyland junto a mi hijo de siete años, que en ese momento estaba en el punto más alto de su amor por Star Wars.
Cuando era más joven, fui a Disneyland y observé a otros realizar el entrenamiento jedi. Yo no pude hacerlo y mi madre me convenció de no construir un sable láser. Se trataba de uno de los de plástico, es decir, entiendo, es basura. Estábamos con un presupuesto ajustado, y yo era una adolescente a la que ni siquiera le gustaba tanto Star Wars en ese momento. Pueden estar seguros de que cuando mi hijo quiso realizar la experiencia completa de construir uno, la llevamos a cabo juntos. Elegimos nuestros diseños, los armamos, añadimos un cristal coloreado para que tenga un color determinado. Y aunque algunas partes de la experiencia me resultaban un poco vergonzosas, lo miraba a mi hijo y él estaba completamente fascinado. Eso lo hizo mucho más significativo para mí. © Senior_Grapefruit554 / Reddit
Cualquier cantidad de muñecos de peluche y osos de felpa. Mi mamá estaba obsesionada con la idea de que mi rinitis alérgica eran causados por ellos, al punto de que tenía un oso panda de peluche, pero solo podía mirarlo a la distancia. © Ele_Non / Reddit
Cuando estaba en segundo grado quería desesperadamente una chaqueta de jean, pero mi madre era conservadora y pensaba que el denim era vulgar y que no valía la pena gastar en eso. Cuando cumplí dieciséis y tuve mi primer cheque trabajando en un restaurante, fui al centro comercial y compré una chaqueta de jean. La usé durante los últimos treinta años, incluso ayer, para ir a mi trabajo elegante.
Ahora mi mamá tiene una chaqueta de jean. La ayudé a combinarla cuando se la compró y le hice un poco de burla por haberse comprado una al fin. © Meeceemee / Reddit
Los usuarios de Internet compartieron aquellas compras con las que se dieron el gusto de revivir sus deseos de la infancia. ¿Qué objeto comprarías para satisfacer a tu “niño interior”? ¿Qué otras cosas recuerdas haber pedido durante la niñez?