10 Recomendaciones que pueden ayudarnos a mejorar la comunicación con nuestros hijos

La comunicación es fundamental en cualquier aspecto de la vida de una persona, ya sea en el trabajo, con los amigos o en la familia. Cuando hablamos de la comunicación con los niños, mantener unos buenos hábitos comunicativos y una tendencia expresiva, participativa y empática es de vital importancia, pues se encuentran en una etapa de desarrollo, crecimiento y aprendizaje. Una mala comunicación o una comunicación negativa, no solo puede crear un distanciamiento con nuestros hijos, sino que puede dar lugar a un aprendizaje de hábitos y costumbres no deseados por parte de los más pequeños.

Genial.guru ha querido traerte una serie de consejos para mantener una comunicación positiva, de calidad y cercana con los niños.

1. Practica escuchar

Saber escuchar es un parte fundamental e indispensable para lograr una buena comunicación. Cuando hablamos con nuestros hijos, es fundamental escucharlos activamente, es decir, atender y prestar total atención a lo que nos dicen, que se sientan escuchados y que sean conscientes de que estamos interesados y pendientes de todo aquello que tienen para decirnos.

Algunas técnicas de las que podemos hacer uso para hacer evidente que estamos escuchando son:

• Deja lo que estés haciendo en esos momentos y préstale total atención.

• Míralo a los ojos mientras te habla.

• Asiente con la cabeza para confirmar que estás entendiendo y escuchando lo que te está diciendo.

• No le interrumpas. Deja que se exprese libremente, que diga todo lo que tiene para decir y que lo haga de la forma en que considere oportuno.

• Trata de sentarte o situarte a la misma altura que tu pequeño.

2. Adecúa las palabras a la edad del niño

Cuando trates de mantener una comunicación fluida y recíproca con tu hijo, trata de utilizar un lenguaje y palabras adecuadas para su edad. Es decir, si usas palabras muy rebuscadas o avanzadas para hablar con un niño de 3 años (por ejemplo) el niño se frustrará y dejará de escucharte; en cambio, si haces uso de un lenguaje adecuado, el niño podrá participar activamente en la conversación y entenderte sin ningún problema.

3. Modera la respuesta

Aunque te sientas molesto por la respuesta o la actitud de tu hijo, trata de mantener la calma. Si el niño percibe o es consciente de que estás alterado, comenzará a sentirse nervioso, dejará de escuchar e incluso puede que se vaya. En cambio, si muestras una postura firme, pero calmada y relajada, el niño se mostrará más participativo y de igual forma estarás manteniendo el control de la situación.

4. Busca el momento idóneo para hablar

Si queremos que la comunicación sea efectiva y fluida, es importante elegir el momento oportuno para la conversación que queremos tener. El instante ideal es aquel en el que el niño y nosotros mismos estemos tranquilos, ya que tratar de tener una buena comunicación cuando una o las dos partes está molesta o enfadada es realmente difícil e infructuoso.

5. Los gritos no ayudan

Si queremos obtener una respuesta positiva y lograr entender a nuestros hijos, es importante poner de nuestra parte y utilizar las herramientas adecuadas para lograrlo. Una comunicación basada en un tono de voz fuerte, palabras agresivas y gritos es negativa; mientras que si usamos un tono de voz normal, palabras adecuadas y tratamos de recurrir al razonamiento, estaremos teniendo una comunicación positiva con nuestros pequeños. Sabemos que en ocasiones es necesario hacerse poseedor de toda la paciencia del mundo para conseguir no gritar dentro de la desesperación, pero podemos hacer uso de otros métodos.

6. Olvídate del imperativo

Evita dar órdenes constantemente y usar el imperativo, es más eficaz y positivo utilizar las sugerencias o las preguntas. Por ejemplo, en lugar de decirle “Guarda tus juguetes”, podrías decirle “Estaría bien que guardes tus juguetes, ¿no crees?”.

7. Cuida tu comunicación no verbal

Si debemos ser cuidadosos y medir nuestra comunicación verbal, debemos hacer lo mismo con nuestra comunicación no verbal. Para lograr una comunicación positiva, ambos tipos de expresión deben ser congruentes entre sí; no es válido que adoptemos un tono de voz sosegado y calmado si, al mismo tiempo, mostramos una expresión de enfado o nos cruzamos de brazos de manera defensiva.

Si no logramos adoptar una misma posición en ambos tipos de comunicación, transmitiremos un mensaje confuso y el niño muy probablemente se sentirá frustrado y dejará de prestar atención.

8. Dile lo que quieres que haga y no lo que no te gusta que haga

Trata de no recalcar y remarcar sus errores, si no de ensalzar los aspectos positivos o de hablar de lo que te gustaría que hiciese para que, de ese modo, el niño pueda aprender de sus errores. Se trata de reforzar lo positivo y no lo negativo, de que el niño vea y se dé cuenta de que también vemos los aspectos positivos de sus acciones y no solo los negativos.

Por ejemplo, en lugar de “¡Has roto el juguete por no ser cuidadoso!”, diríamos “Podrías ser más cuidadoso con tus juguetes”.

9. Deja a un lado las etiquetas

Un punto fundamental para conseguir una buena comunicación es no ponerle etiquetas a nuestros hijos ni añadir comparaciones a nuestras conversaciones con ellos. En ambos casos, tanto las comparaciones como las etiquetas, no solo pueden generar una mala relación entre padres e hijos, sino que estamos dándoles a los niños una imagen de ellos mismos que es posible que adopten como propia y puede generar también problemas de autoestima.

10. Acepta y reconoce sus sentimientos

Es importante aceptar y reconocer que nuestros hijos, al igual que nosotros mismos, tienen sentimientos y son válidos. Cuando tratamos de comunicarnos con nuestros hijos, coartar su posibilidad de expresar sus sentimientos o infravalorar lo que sienten puede ocasionar que el niño se vuelva más retraído o que no confíe en nosotros a la hora de contar sus experiencias y decirnos cómo se siente. Debemos tratar de ser empáticos con ellos y ponernos en su lugar.

¿Cómo es la comunicación que mantienes con tus hijos? Comparte con nosotros los tips o consejos que utilizas en tu relación con ellos.