10 Datos entre bastidores de los concursos de cocina que podrían cambiar tu perspectiva de estos programas
Las competencias de cocina son muy exitosas a nivel mundial. En ellas se nos transmite la idea de que “cualquiera puede cocinar”, como en la película Ratatouille. Muchas veces nos sorprendemos de las maravillas que hacen los participantes y de lo fácil que luce su preparación. Sin embargo, no todo lo que se ve en la pantalla es real; existen varios trucos que los productores de esos programas usan para mantener la “magia”.
En Genial.guru hicimos un listado de algunas situaciones que ocurren tras las cámaras y que pueden cambiar la forma de ver estos programas.
1. Mucha comida = muchas sobras
Seguramente has visto esas mesas atiborradas de alimentos en las que cada uno de los participantes escoge algún producto para hacer su guisado. Al final, mucha comida se queda ahí. Cuando esto sucede, la producción la guarda, pero a veces pueden pasar semanas antes de que vuelvan a grabar, así que ellos la consumen y la comparten con todos los que pueden.
A veces, las grabaciones duran mucho, y hay comida que se descompone por estar a la intemperie tanto tiempo, pero siempre hay alguien que evita que eso pase, por ejemplo, con el caviar o la langosta.
2. Decisiones rápidas de parte de los jueces
En la parte más emocionante de este tipo de programas, el cocinero entrega a los jueces su mejor esfuerzo. Estos prueban la comida y en minutos ya tienen el veredicto y al ganador. Sin embargo, esto no ocurre así. En algunas ocasiones, la deliberación puede alargarse ¡hasta 8 horas! Gracias a la magia de la televisión, creemos que es rápido elegir al ganador, pero en realidad es una dura decisión que se debe tomar de manera tranquila.
3. Portafolios llenos de dinero
En 2015, uno de los más reconocidos jueces de este tipo de programas, Alton Brown, reveló en un tuit que los portafolios llenos de billetes que están en el set listos para entregarse al ganador del programa en realidad tienen dinero de utilería. El seguro del programa no los deja usar dinero real porque podría ser peligroso.
4. Se prepara un platillo de más “por si las dudas”
Por lo regular, programas como Top Chef, MasterChef y otros tienen 3 jueces que evalúan la comida y emiten su voto. Sin embargo, a pesar de que los participantes batallen para servir los tres platos, por lo regular tienen que preparar uno adicional, que sirve para usarse al frente de las cámaras o en caso de que sean eliminados. Por las largas horas que pasan grabando, al final, todos estos platos se vuelven incomibles.
5. La producción “ayuda” a los participantes
La producción de estos programas de cocina tiene algunos trucos para ayudar a los chefs en sus tareas. Por ejemplo, antes de que el reloj empiece a caminar, los hornos ya están precalentados para evitar que pierdan tiempo con eso. Además, los participantes tienen listo un recipiente con agua hirviendo, que les ayuda a ahorrarse minutos valiosos a la hora de competir.
6. Los participantes son aislados del mundo real
Los concursantes son puestos en una casa de seguridad donde viven varios meses aislados de sus familiares y amigos. Solo se les permite una llamada a la semana, pero siempre bajo la observación de alguien de la producción. Toda esta seguridad se debe a que pueden pasar varios meses desde la grabación del programa hasta su emisión, y se puede filtrar algo que podría acabar con la confianza de la audiencia.
7. Los participantes reciben clases de cocina
Mientras están en el concurso, los concursantes reciben dos veces por semana clases de cocina de muy alto nivel. En ellas les enseñan desde las técnicas básicas hasta los secretos de los más renombrados chefs. Esto se hace para evitar errores de novatos que puedan quitarle credibilidad al programa.
8. No hay extractores tradicionales
En los programas de cocina se usan modernas parrillas de inducción que traen su extractor integrado y que son muy silenciosas. Es por eso por lo que en estas producciones no vemos las clásicas campanas de extracción como las que hay en nuestros hogares, que además de ser estorbosas, hacen mucho ruido. Esto último podría ser un problema al momento de escuchar las voces de los cocineros.
9. No pueden ver sus recetas
En programas de alto nivel, como MasterChef, los concursantes no tienen acceso a sus recetas. Esto aumenta el nivel de tensión, pero también de la expectativa. Muchas veces, al entregar el platillo final, los cocineros no saben a ciencia cierta si hicieron la receta de manera correcta, por eso esperan con ansias ver la cara de los jueces.
10. Hay más de 100 personas trabajando fuera de cámara
A pesar de que solo vemos a los chefs, a los jueces y a uno que otro invitado ocasionalmente, la verdad es que puede haber más de 100 personas dentro y fuera de la cocina trabajando, limpiando, grabando, arreglando, y mucho más para que podamos disfrutar de cada uno de los episodios. Si a esto le sumamos que cada emisión puede tardar hasta 17 horas en grabarse, podría decirse que todo resulta en una tarea titánica. Así funciona la magia de la televisión.
Cuéntanos, ¿cuál es tu concurso de cocina favorito y por qué? ¿Te gustaría participar en uno?