Como se dice, el dinero es malo solo cuando no lo tienes. Sin embargo, incluso las personas que parecen tenerlo todo pueden ser desagradables con los demás. Y cuando las finanzas se convierten en el pilar de las relaciones familiares, todo puede ir cuesta abajo. Afortunadamente, algunas personas logran recapacitar, y no todos consideran que el dinero sea lo más importante en la vida.
— Terminamos, — responde Valeria a la pregunta de su amiga. — Así fue. Vivimos juntos un año, todo iba bien e incluso presentamos los papeles para casarnos. Y entonces todo se desmoronó...Valeria tiene 34 años, es divorciada y tiene un hijo de 9 años de su primer matrimonio. No mantiene relaciones con el padre de su hijo, solo recibe la pensión alimenticia. De hecho, hace 5 años, tras el divorcio, su exmarido eliminó de su vida tanto a su esposa como a su hijo.— Él ya se volvió a casar, y nos divorciamos por su infidelidad, — dice Valeria. — Por lo que entendí, no tenía intención de irse, la nueva esposa no tiene su propio hogar y yo al menos tengo un apartamento de tres habitaciones heredado de mis padres. Pero no lo perdoné. No creí en su excusa de “fue un error”. Estuvo engañándome durante un año y medio. Todavía estaba de baja por maternidad cuando comenzó esa relación.El apartamento donde viven Valeria y su hijo es de sus padres. Su madre fue la última en partir, no llegó a ver a su hija casada ni el nacimiento de su nieto. Después del divorcio, Valeria se las arreglaba bien: su hijo iba a la guardería, ella trabajaba, la pensión alimenticia era pequeña pero suficiente, y tenían un lugar donde vivir.Lo único que le faltaba a Valeria era esa proverbial felicidad femenina. Y, por supuesto, no iba a renunciar a la posibilidad de rehacer su vida a los 29 años solo porque su esposo la traicionó. Encontrar un hombre para formar una nueva vida era difícil, especialmente para una mujer con un hijo de un matrimonio anterior y que ya había sufrido.— Tuve pretendientes, — dice Valeria, — pero ninguno era adecuado. O el hombre era perezoso, o se notaba que no se llevaría bien con mi hijo, o la madre de él era muy dominante: apenas llevábamos mes y medio de conocernos y ya quería conocerme, dar órdenes y hasta tratar de llevarme a su casa de campo para ayudarle. Valeria conoció a Alejandro gracias a una colega. Él tenía 4 años más que ella, había pasado por un divorcio difícil unos años atrás, tenía una hija de su exesposa y vivía en un apartamento alquilado. No quiso volver a vivir con su madre y aún no había podido comprar su propio hogar, por lo que transfirió su parte del apartamento que compartía con su exesposa a su hija.Valeria tenía dudas: él pagaba pensión alimenticia, tenía un hijo con quien se relacionaba de vez en cuando... Pero, tras pensarlo, Valeria concluyó que estaban en una situación similar y que un hombre sin malos hábitos, trabajador y sin conflictos (que había transferido su parte de la propiedad a su hija sin pelear) no era algo común.
A algunas personas, por mucho que lo intenten, el dinero parece escapárseles de las manos. Algunos, tarde o temprano, aceptan este hecho y se acostumbran a vivir de paga en paga. Pero otros intentan buscar maneras no triviales de resolver este problema.
Algunos creen que es mejor deshacerse de todas las cosas que pertenecen a tu ex. Sirven de recordatorio y siguen trayendo a la cabeza la relación pasada. Sin embargo, nuestra lectora decidió conservar un “regalo” inesperado que su exesposo le envió por accidente.
A veces una simple decisión puede cambiarlo todo. Imagina salir a comprar y regresar con un boleto de lotería que transformará el destino de toda una familia. Esta es la increíble historia de una visita a la gasolinera que desencadenó una serie de eventos extraordinarios.
Sentados en la mesa con el eco de las risas y el aroma de platillos hechos en casa dibujan un cuadro de felicidad en las reuniones familiares. Estos momentos, más que nutrir el cuerpo, alimentan el espíritu y fortalecen vínculos que desafían el tiempo, celebrando la belleza simple y profunda de estar juntos. No obstante, a veces las circunstancias toman un rumbo inesperado, como le ocurrió a una usuaria de Reddit a quien sus familiares políticos le pidieron que asumiera el costo de la cena.
Recientemente, ha surgido en las diversas plataformas de redes sociales un video que se ha vuelto viral. La razón es que en él podemos observar a un hombre expresando su malestar hacia su esposa, acusándola de haber utilizado el dinero que él le enviaba para realizarse una operación estética.El video ha captado la atención de la audiencia debido a la intensidad de las emociones que se desprenden de la discusión entre los protagonistas, generando así un amplio debate en las redes sociales.
En la vida, a veces nos enfrentamos a situaciones difíciles e impactantes que no podemos cambiar. Tal es el caso de una hija cuya relación con su padre estuvo lejos de ser la ideal. Su historia revela la dolorosa verdad de cómo una figura paterna, en lugar de ser un ejemplo positivo, se vio envuelta en actos de traición y deshonestidad, llegando incluso a robarle a su propia hija.
Hay una frase que dice: “los amigos son la familia que uno escoge”. Esta hace referencia a que, en ocasiones, las amistades y vínculos que entablamos con algunas personas pueden ser más fuertes que los que tenemos con nuestros propios familiares. Los famosos de Hollywood, al igual que todos nosotros, también han llegado a tener un compañero o compañera incondicional, como es el dúo Affleck-Damon.
¿Alguna vez has oído hablar de la inflación del estilo de vida? Es cuando la cantidad de dinero que ganas aumenta gradualmente, pero también lo hacen tus hábitos de gasto. Evita esto transfiriendo automáticamente una parte de tus ingresos a una cuenta de ahorros tan pronto como llegue el día de pago. La mayoría de los especialistas financieros aconsejan seguir la regla 50/30/20. Eso significa que deberás dividir tus ingresos en un 50 % para las cosas que necesitas, como dinero para el alquiler o la gasolina, un 30 % para lo que deseas, como ropa nueva o entretenimiento, y un 20 % para ahorrar o pagar deudas.
Es probable que todos hayamos pasado por una situación similar alguna vez: ya sea porque perdimos nuestro trabajo o por otras circunstancias de la vida, nuestro dinero comienza a disminuir con la misma rapidez con que crecen las deudas. Es así como decidimos pedir prestado a un amigo o a un familiar. Se trata de una situación estresante, claro. Pero mucho más lo es que quien nos prestó el dinero, al ver que pasa el tiempo y no se lo devolvemos, tenga que pedírnoslo o recordarnos nuestra falta. Se trata de dos puntas de una situación que se repite y que derrocha, por sobre todas las cosas, incomodidad. Del lado de quien tiene que reclamar lo suyo está la protagonista de nuestra historia de hoy. Y esto le genera enojo, culpa y frustración.
Cuando compramos prendas de vestir, muchas veces nos dejamos llevar por el colorido de las telas, las siluetas que están de moda o lo atractivo de los precios. Sin embargo, adquirir ropa o calzado nuevo no es una decisión que se deba tomar a la ligera. Por el contrario, hay varios factores que quizá no consideremos al momento de hacerlo, aunque deberíamos. Debido a eso, lo que compramos no siempre es lo más favorable para complementar nuestro clóset ni para optimizar nuestros gastos.
Conocer a alguien que tiene dinero por montones no pasa todos los días, seguro por eso es que deja a más de uno con el ojo bien cuadrado, sobre todo si no compartimos su estilo de vida. Por eso, los usuarios de la red compartieron los momentos que les hicieron notar la gran diferencia entre tener dinero para despilfarrar o contar solo con el suficiente para los gastos básicos.
Todos alguna vez hemos necesitado dinero. Ante este tipo de situaciones, cada quien decide si es prudente pedir ayuda a algún familiar o amigo que tenga la posibilidad de hacernos un préstamo. Sin embargo, no todos son buenos a la hora de saldar sus deudas.
Hay un dicho que reza: “Si quieres enemigo, presta al amigo”. Esto se debe a que, muchas veces, quien presta es el villano a la hora de cobrar. A veces, para escaparse de las deudas, los morosos adoptan varias tácticas: desaparecer, bloquear las redes sociales e incluso fingir malentendidos. Así pues, la gente va aprendiendo por las malas que no debe prestar dinero y no debe caer en las garras de la gente que no tiene palabra.
Antes de llegar a nuestra cartera, el dinero que utilizamos pasa por tantas manos y lugares que es imposible imaginar la cantidad de gérmenes y bacterias que puede traer consigo. Algunos estudios han demostrado que las monedas, billetes e incluso tarjetas de crédito pueden estar excesivamente sucios, pero difícilmente tenemos en cuenta la importancia de desinfectarlos.
A nadie le gusta desperdiciar el dinero; nos cuesta ganarlo, por eso lo cuidamos. Sin embargo, tenemos que señalar que, en determinadas compras, gastar un poco más es una forma de evitar disgustos a corto plazo. En definitiva, se trata de tener en mente que a veces “lo barato sale caro”, como reza el dicho popular.
Pedir comida a domicilio es una tendencia que está comenzando a ganar terreno frente a las compras tradicionales en supermercados, tianguis, ferias, mercados o mercadillos. Sin embargo, las últimas opciones siguen siendo relevantes para muchas personas, quienes hasta combinan sus compras con famosas aplicaciones como Uber Eats para tener más alternativas y ventajas. Para obtener el máximo de cada una, descubrimos algunos trucos que pueden hacernos ahorrar dinero cuando de comida se trata.
En ocasiones podríamos pensar que no estaría nada mal obtener un gran fajo de dinero. Pero en realidad, hallar dinero en la calle puede provocar un montón de sentimientos encontrados. Como resultado, algunas personas hacen hasta lo imposible por encontrar a sus dueños, mientras que otros simplemente no le mencionan a nadie su hallazgo.
Una boda perfecta es el sueño de muchas mujeres, pero también es uno de los eventos en los que más dinero se gasta. Sin embargo, con un poco de ingenio e imaginación, es posible ahorrar bastante dinero y a la vez tener una boda muy original.
Quienes alguna vez han encontrado billetes sin dueño conocen de primera mano los sentimientos encontrados que surgen en el interior y comienzan una lucha feroz. Algunos buscan ansiosamente al dueño del dinero perdido para devolverle su propiedad, mientras que otros no tienen prisa por pregonar su descubrimiento al mundo entero.
La mayoría de nosotros probablemente recordemos el momento en que nuestra billetera se volvió repentina y hermosamente pesada con nuestros primeros ingresos. Algunos recibían dinero de sus padres por sus buenas notas. Otros tenían que pensar en sus propias formas de conseguir dinero para los helados y otras cositas. Por lo general, las sumas eran pequeñas, pero daban una sensación de independencia incomparable.
Ahorrar y preocuparnos por el dinero es algo completamente natural. Sin embargo, a veces tenemos hábitos tacaños que en lugar de ayudarnos, hacen que malgastemos en cosas de calidad dudosa y que a largo plazo acaban consumiendo una barbaridad de nuestros ingresos.
En algunas ocasiones, llegar a fin de mes puede transformarse casi en un deporte extremo. Por más de que no tengamos grandes gastos y seamos muy buenos ejecutando el presupuesto del hogar, el dinero se nos va y nuestras finanzas tambalean. Quizás haya llegado el momento de prestarles atención a los detalles, poner el foco en esos hábitos pequeños que día a día consumen centavos y pasan desapercibidos frente a nuestros ojos.
Desde la niñez, todos aprendemos a manejar el dinero con prudencia y a cuidarlo para afrontar fácilmente los problemas financieros en el futuro. Pero el proverbio “El tacaño paga dos veces” sigue siendo actual hoy en día: hay una serie de cosas en las que nunca deberías tratar de ahorrar a la hora de comprarlas.
Investigaciones confirmaron que hacer compras mejora el estado de ánimo. Y qué sensación tan agradable es cuando compras algo no porque sea vital, sino porque realmente lo quieres.
Pocas personas tienen la suerte de nacer en una familia millonaria y ser exentos de preocuparse por ganarse el pan. La mayoría de las personas se ven obligadas a ganarse la vida y aprender a administrar de manera competente sus ingresos. Una parte importante de este proceso es saber planificar correctamente los gastos. Y para eso hay una simple y, a primera vista, muy efectiva regla de 50/30/20.
Tener mucho dinero en la cuenta bancaria, gestionar grandes negocios y tener a su disposición grandes lujos puede ser motivo de orgullo y de felicidad para algunas personas, pero no para otras. Si bien hay quienes nacieron en la opulencia y son los más educados y generosos del mundo, también hay otros que, por el contrario, perdieron o nunca conocieron los modales o la buena educación. Pero, ¡ojo!, esto no sucede únicamente con la gente más pudiente, sino también con aquellos que tienen un nivel adquisitivo medio o bajo.
A los adultos se les paga un salario todos los meses, y esto no es nada inusual. Pero incluso muchos de aquellos cuyos ingresos son lo suficientemente altos recuerdan con cariño el momento en que ganaron su primer dinero. Para algunos fue el resultado de un trabajo duro; para otros, una afortunada coincidencia, pero una cosa es invariable: el recuerdo de un hecho tan significativo quedó grabado de por vida.
Gastamos mucho dinero en compras impulsivas, pero no somos los únicos culpables. Los fabricantes y vendedores nos estudian detenidamente para desencadenar nuestro deseo de comprar. Sin embargo, existen formas muy efectivas de resistir cualquier tentación y seguir aumentando tus ahorros.
Hoy en día los bancos ofrecen diversas alternativas para poder guardar el dinero. Pero, para algunas personas, no son la mejor opción, pues las entidades bancarias pueden llegar a quebrar y eso pondría en riesgo nuestro patrimonio. Así que muchos hemos decidido que el lugar más seguro para tener los ahorros es nuestra propia casa.
No hace falta tener mucho dinero para gastarlo ineptamente. A veces, incluso estamos dispuestos a ahorrar o a endeudarnos para adquirir algo que nos parece extremadamente necesario solo hasta que se termina de imprimir la factura.
Fin de quincena, ¡el horror! Miras tu cuenta bancaria y tan solo quedan unos cuantos centavos ahí. Recurres al cochinito que tienes a un lado de tu cama y está más flaco que un hilo dental. Pero ¡que no cunda el pánico! Existen ciertas técnicas para ahorrar lo más posible, las cuales, aunque a algunos puedan parecerles un tanto extrañas, resultan un verdadero alivio a los bolsillos.
De acuerdo con cálculos recientes, un multimillonario promedio se permite gastos anuales de 80 millones de USD. Ver una película en casa al mismo tiempo de su estreno mundial, detector de fantasmas, y óvulos por 100 mil USD, en un mundo en donde reina el dinero, no hay resticciones y las reglas existen para romperse.
El fotógrafo ucraniano Roman Pashkovskiy inventó un curioso proyecto. Colocó anuncios en lugares públicos diciendo que le pagaría 2 USD a cualquier persona que se dejara tomar un par de fotografías. Después de la sesión fotográfica, Roman les hizo una pregunta a las personas: “¿En qué gastarás este dinero?”. Pashkovskiy confiesa que las tomas en blanco y negro obtenidas se convirtieron para él en un punto de partida hacia un mundo totalmente diferente en la fotografía.
Según las estadísticas, en 2017, solo en Estados Unidos se donaron a las oganizaciones benéficas 410 mil millones USD. A nivel mundial, el 41 % de los donantes aporta dinero a las fundaciones que se dedican a subsanar las consecuencias de desastres naturales y el 31 %, a las organizaciones no gubernamentales (ONG) y organizaciones benéficas fuera de su país. El resto lo dedica a otras causas, como, por ejemplo, la educación, animales, servicios humanos y similares. Los famosos juegan en esto un papel muy importante, ya que no solo donan una parte notoria del dinero que ganan, sino que también generan mucha conciencia sobre ciertas cuestiones al promover obras de caridad y animar a sus aficionados a realizar donaciones.