10+ Datos espaciales hipnotizantes que te llevarán a través del Sistema Solar
El calor del Sol está bajo nuestros pies. Los científicos han descubierto que el núcleo de la Tierra está tan caliente como la superficie del Sol: unos 6000 °C. Una de las razones por las que está tan increíblemente caliente ahí abajo es porque la Tierra sigue desprendiendo el calor de cuando se formó hace miles de millones de años. Además, según una teoría, cuando un objeto tan grande como Marte chocó con la joven Tierra, no solo dio como resultado la formación de la Luna, sino que también fundió la superficie del planeta. Es probable que gran parte de ese calor extra siga almacenado en el interior del núcleo. Pero no hay que preocuparse. Nos resulta más difícil acceder al núcleo del planeta que sondear la superficie de Plutón. De hecho, lo más probable es que nunca desarrollemos una tecnología que pueda llegar físicamente hasta el núcleo.
En la Luna no hay aire. Pero entonces, ¿cómo puede ocurrir allí la oxidación? Los científicos han descubierto la presencia de hematita en la Luna, ¡y ese es un tipo de óxido! Un instrumento especial de investigación de la NASA examinó la luz reflejada en su superficie. Resultó que la composición de los polos del satélite era muy diferente a la del resto. La superficie de la Luna está salpicada de rocas ricas en hierro. Pero sin oxígeno ni agua líquida, el óxido no puede aparecer. Los vientos solares contribuyen al misterio. Bombardean a la Luna con hidrógeno. Y el hidrógeno hace mucho más difícil la formación de hematitas. Aunque la Luna no tiene atmósfera, todavía tiene algunos rastros de oxígeno. Su fuente es la atmósfera superior de nuestro planeta. La Tierra también protege a la Luna de casi el 100 % de los vientos solares, aunque no todo el tiempo. Y aunque nuestro satélite natural está totalmente seco, podría haber hielo en los cráteres que se encuentran donde no da el sol.
Un día en Urano dura 17 horas, 14 minutos y 24 segundos. Pero capta esto, el planeta tiene una inclinación de unos 98 grados y eso hace que una estación en el gigante gaseoso dure 21 años terrestres. Marte tiene dos lunas, Fobos y Deimos. En los próximos 30 a 50 millones de años, las fuerzas gravitacionales de Marte desgarrarán a Fobos y probablemente se formará un anillo alrededor del planeta. La Tierra es el planeta más denso del Sistema Solar. En el centro hay un núcleo que ocupa el 15 % de su volumen. Consta de dos partes: el núcleo externo y el interno. El núcleo interno es una bola sólida hecha de hierro y níquel. Su radio es de 1200 km, lo que supone el 20 % de todo el radio de la Tierra y el 80 % del radio de la Luna. El núcleo exterior, de 2400 km de espesor, es líquido. También se compone de hierro y níquel, pero no está bajo la suficiente presión como para ser sólido.
Marte alberga al mayor volcán del sistema solar. Aunque hoy en día todo parece estar en calma en el planeta rojo, en el pasado algún tipo de fuerza hizo que se formaran y entraran en erupción volcanes enormes. Uno de estos volcanes es el monte Olimpo. Tiene 26 km de altura, lo que equivale a 3 montes Everest, y 600 km de ancho, ¡lo que lo hace del tamaño de Arizona! El volcán alcanzó un tamaño tan gigantesco debido a la débil gravedad de Marte y a la falta de movimiento de placas tectónicas.
La gravedad no es la misma en todas partes. Las rocas, los metales y otros minerales y sustancias que componen nuestro planeta están más compactados en el suelo en algunos lugares que en otros. Esto tiene consecuencias sorprendentes: la gravedad varía ligeramente según el lugar en el que te encuentres. Uno pesa un 0,5 % menos de pie en el ecuador que en los polos. En la mayoría de los casos, se trata de una diferencia de menos de medio kg. La altura a la que te encuentres también influye, así que si estuvieras en la cima del monte Everest, también pesarías ligeramente menos. Solo no mires hacia abajo.
El ser vivo más resistente de la Tierra es tan pequeño que no puedes verlo. Los osos de agua, también conocidos como tardígrados, son unas simpáticas criaturas con ocho patas y cabeza aplastada que miden menos de medio milímetro. A pesar de su tamaño microscópico, pueden sobrevivir en cualquier lugar. Prefieren los trozos de musgo húmedo o el fondo de un lago, pero no se quejan si se los coloca en un lugar muy incómodo. Pueden soportar un frío extremo y un calor increíble y sobrevivir tanto a la enorme presión como a la alta radiación. En una ocasión, algunos ositos lograron sobrevivir sin protección en el espacio exterior por 10 días sin ningún problema. ¡Eso sí que es duro! Para hacer frente a todo esto, se enrollan formando una bola e hibernan, lo que reduce su necesidad de oxígeno y alimento.
La gravedad de la Luna equivale 17 % de la terrestre. Si en nuestro planeta pesas 90 kg, en la Luna tu peso se reduciría a apenas 15 kg. También podrías llevar cosas 6 veces más pesadas que las que puedes cargar en la Tierra. Además, aunque caminar por la superficie lunar es fácil, también es más peligroso. Tus pies, dentro de un pesado traje espacial, se hundirían en el suelo lunar hasta 15 centímetros de profundidad. Pero imaginemos que decides saltar en lugar de hacer las tediosas caminatas. En ese caso, probablemente perderías el control de tus saltos en poco tiempo. Además, la superficie de la Luna está plagada de cráteres profundos: ¡sería una hazaña difícil evitarlos todos!
Puedes ver eclipses solares porque, aunque la Luna es 400 veces más pequeña que el Sol, también está 400 veces más cerca de la Tierra. Así que es perfectamente capaz de tapar la estrella y de oscurecerla. Pero dentro de 50 millones de años —yo ya no estaré en ese entonces—, la Luna no podrá bloquear al Sol por completo debido a que la órbita del satélite cambia lentamente. Un traje espacial completo de la NASA cuesta unos increíbles 12 millones de dólares. Sí, puedo creerlo. El 70 % de esta cuantiosa suma corresponde al módulo de control y a la mochila.
En el centro mismo de Urano hay un núcleo rocoso, pequeño, apenas la mitad de la masa de la Tierra. En comparación con otros planetas, el núcleo de Urano es bastante frío: 5000 ˚C. Un manto de hielo rodea el núcleo sólido, y es la mayor parte del planeta, cerca del 80 %. Además, no es el hielo en el que se podría pensar: es un fluido denso y caliente compuesto por agua, hielo de amoníaco y metano, considerado a veces un océano de agua y amoníaco.
La atmósfera de Urano está compuesta principalmente de hidrógeno y helio. Pero tiene un color verde azulado debido al gas metano que absorbe la luz roja. El océano de Júpiter es más grande que cualquier otro del Sistema Solar. Pero a diferencia de los océanos de la Tierra, no está hecho de agua, sino de hidrógeno metálico. Su profundidad es de unos alucinantes 40 000 km, lo que equivale a la distancia que hay alrededor de la Tierra. Venus es un campeón en cuanto a volcanes: el planeta tiene unos 1600 volcanes importantes. Pero no se sabe si alguno de ellos está en actividad. Hay un agujero negro supermasivo a 250 millones de años luz de nosotros. Su zumbido es el más profundo que se ha detectado en cualquier objeto del universo. Es 57 octavas más bajo que el Do central de tu piano. Eso es 1000 billones (1 000 000 000 000 000) de veces más profundo de lo que podemos oír.
Mercurio tiene unos cuantos miles de millones de años. En el 2016, los científicos descubrieron algunas anomalías en la superficie del planeta que mostraban que se estaba reduciendo. Luego de investigar, descubrieron que Mercurio no había terminado de enfriarse. Hay planetas que no están ligados a ninguna órbita estelar y vagan sin rumbo por el espacio exterior. Entre los objetos espaciales de aspecto más espectacular, están los púlsares, que son un tipo de estrella de neutrones. Expulsan parte de su material casi a la velocidad de la luz. Los púlsares normales giran a una velocidad razonable de entre 1 décima y 60 veces por segundo. Pero los púlsares de milisegundos pueden girar a la impresionante velocidad de 700 veces por segundo, que es demasiado rápido para lo que puede procesar el ojo humano.
Al girar, emiten un haz de radiación desde su eje que se parece a la luz de un faro. Los astrónomos pueden notar los púlsares cuando están orientados hacia la Tierra, ya que parece una luz que brilla sobre nuestro planeta. Cuando la luz brilla en otro lugar, el púlsar no puede verse. Nuestro Sol es increíblemente gigante. ¿Quieres una prueba? El 99,86 % de toda la masa del Sistema Solar es la masa del Sol; en concreto, el hidrógeno y el helio que lo componen. El 0,14 % restante es la masa de los ocho planetas del Sistema Solar. Los anillos de Saturno son muy finos en comparación con su tamaño. Si tuviéramos un modelo a escala del planeta de un metro de ancho, los anillos serían 10 000 veces más finos que una hoja de afeitar. Aunque Venus es el planeta más caliente de nuestro sistema solar, tiene nieve. Pero no la que uno espera: nievan metales y llueve ácido. No es un buen lugar para ir de vacaciones.