10 Datos sobre concursos de belleza que contrastan con el glamour que vemos en televisión
Desde su creación, los concursos de belleza han evolucionado de ser pequeños eventos de entretenimiento local a convertirse en espectáculos multimillonarios que aún se ven en todo el mundo. Sin embargo, la atractiva imagen que aparece en pantalla no siempre refleja lo que sucede tras bambalinas, y en los últimos años, estas competencias han recibido muchas críticas. Decidimos investigar cómo estos concursos ganaron popularidad y qué tuvieron que hacer las participantes a lo largo de los años para convertirse en reinas de belleza.
La popularidad de los concursos de belleza surgió gracias a los trajes de baño
Aunque diversos concursos de belleza se celebraban antes de 1921, su verdadera popularidad llegó cuando las autoridades de Atlantic City buscaron atraer turistas a la ciudad durante la temporada baja. Para ello, los organizadores crearon un festival en el balneario, cuya parte central fue un pequeño concurso local de belleza. En esta ocasión, las participantes no lucieron vestidos, sino trajes de baño. Además, se animó a los asistentes del festival a vestir de manera similar.
Pocos años antes, salieron a la venta nuevos trajes de baño, más ajustados y cómodos que los modelos anteriores. Las mujeres disfrutaron de esta libertad inesperada, apareciendo en las playas con trajes sorprendentemente cortos. Sin embargo, esta moda no fue del agrado de todos. En el primer concurso, los jueces coronaron a Margaret Gorman, una joven de 16 años que eligió un traje de baño modesto con una falda voluminosa.
A pesar de ello, Margaret siguió otra tendencia de moda. En esa época, las mujeres usaban medias debajo de los trajes de baño, pero las más atrevidas las enrollaban hacia abajo para mostrar las rodillas. Tal vez este gesto fue lo que le ayudó a ganar. Unos años más tarde, las mujeres abandonaron las medias en la playa, pero el desfile en traje de baño se convirtió en una parte obligatoria de los concursos de belleza durante décadas.
Las primeras reinas de belleza evitaban el maquillaje
En la década de 1920, los jueces de los concursos de belleza desaprobaban a las participantes que usaban demasiado maquillaje. Se consideraba que las concursantes debían exhibir una belleza natural, sin adornos. Aunque fue en esa época cuando comenzó la producción masiva de cosméticos, muchas participantes preferían no usarlos en absoluto o los aplicaban de manera tan sutil que los jueces no se daban cuenta.
Todo cambió en la década siguiente. Las ventas de lápices labiales y otros cosméticos aumentaron drásticamente, y las mujeres, tanto en los concursos como en su vida diaria, comenzaron a lucir un maquillaje llamativo. Las estrellas de cine marcaron las principales tendencias. Volvieron a estar de moda las cejas finas como hilos. Algunas mujeres incluso se afeitaban las cejas por completo, dibujaban unas nuevas y las cubrían con vaselina para darles un brillo fascinante. Para conseguir un rostro con forma de corazón, aplicaban rubor incluso en los lóbulos de las orejas, siendo los cosméticos de textura cremosa los más adecuados para esto.
Los métodos de evaluación de las participantes han cambiado con el tiempo
En 1921, durante el concurso de belleza en Atlantic City, la elección de la ganadora no dependía únicamente de los jueces; los espectadores también tenían voz mediante aplausos para apoyar a su favorita. Sin embargo, los criterios estrictos para evaluar a las participantes se implementaron más tarde. Algunos organizadores llevaron este enfoque demasiado lejos.
En 1935, en uno de estos concursos, se instalaron paneles de madera con siluetas recortadas que representaban la figura femenina "ideal". Para obtener una buena puntuación, las concursantes debían ajustarse perfectamente a estas formas. Además, se crearon competencias que evaluaban solo ciertas partes del cuerpo, como las piernas. En estas actividades, el resto del cuerpo y el rostro de las participantes se cubrían para evitar distracciones a los jueces.
A finales de los años 30, los concursos de belleza en Italia enfocaban su evaluación principalmente en el rostro y la sonrisa de las participantes. Sin embargo, una década después, todo el cuerpo era examinado minuciosamente. Un equipo especializado pesaba a las concursantes, medía sus pechos, cintura, caderas, tobillos y revisaba la condición de sus dientes. Con el tiempo, este enfoque tan literal hacia los estándares de belleza empezó a ser objeto de críticas. A pesar de sus defectos, los investigadores reconocen que estos concursos ayudan a estudiar la sociedad y a seguir las tendencias de su evolución.
Las concursantes siempre han luchado con fervor por la corona
La lucha por la corona ha sido ardua desde el principio. En el primer concurso de belleza alemán, celebrado en 1909, las participantes sospecharon que una de las competidoras, Gertrude Dopyralski, tenía demasiada cercanía con los organizadores. La ganadora obtendría el título de "Miss Universo". Para eliminar a su rival, otras concursantes sabotearon su maquillaje. Sin embargo, sus esfuerzos fueron en vano, ya que Dopyralski ganó de todos modos.
Los escándalos y las intrigas continúan hasta nuestros días. Algunas ganadoras han sido despojadas de sus títulos tras revelarse sus secretos, mientras que otras incluso han arrancado la corona de sus competidoras durante la ceremonia de premiación.
Participar en un concurso puede ser muy costoso
En muchos concursos de belleza, las participantes deben pagar no solo la inscripción, sino también los trajes y los trajes de baño necesarios. Si se suma el costo de los productos de maquillaje, la cantidad puede ser considerable. Cada vestido puede costar miles de dólares, y es impensable usar un solo atuendo durante el evento. Sin embargo, el premio monetario suele estar reservado exclusivamente para la ganadora.
Las participantes recurren a trucos para lucir perfectas
A medida que los concursos de belleza se han convertido en espectáculos populares que otorgan fama y dinero a las finalistas, muchas concursantes recurren a diversos trucos para mejorar su apariencia. Uno de los recursos más comunes es el uso de cinta adhesiva, que sirve para dar forma al busto o reducir unos centímetros de la cintura y las caderas.
Otro elemento esencial es un pegamento especial que se aplica en los muslos y las caderas antes de usar el traje de baño. Esto asegura que la tela se adhiera al cuerpo y no se desplace durante el desfile. Es importante evitar que el pegamento toque el traje de baño, ya que podría pegarse al vestido de noche. Como alternativa, algunas usan laca para el cabello.
Algunas participantes incluso usan crema para después de afeitar como base de maquillaje. Esta contiene glicerina, lo que facilita una mejor adherencia del maquillaje a la piel.
Muchos números están cuidadosamente ensayados
En los concursos de belleza, las participantes no solo desfilan en el escenario, sino que también muestran sus talentos y responden preguntas de los jueces. Sin embargo, algunas concursantes aseguran que estas entrevistas están completamente guionizadas. Los organizadores preparan tanto las preguntas como las respuestas, y las participantes solo tienen que memorizar sus líneas. La improvisación o cualquier desviación mínima del guion no son bienvenidas.
Las concursantes pasan horas usando tacones altos
Las participantes deben moverse con facilidad y naturalidad sobre tacones altos, por lo que algunas comienzan practicando con stilettos de 15 centímetros. Después de este entrenamiento, caminar con tacones de 10 centímetros parece una tarea sencilla. Para evitar que sus pies sufran durante la presentación nocturna, las concursantes suelen usar zapatos con calcetines durante los ensayos.
Las salas de maquillaje no siempre tienen espejos
En algunos concursos de belleza, al acercarse a la final, las participantes son trasladadas a camerinos que no cuentan con espejos. Por ello, las chicas tienen que retocar su maquillaje utilizando espejos de mano y la luz de sus teléfonos móviles. Si no tienen un espejo a la mano, esta tarea puede convertirse en un verdadero desafío. Aunque los estilistas ayudan con algunos retoques, las concursantes deben refrescar su labial casi a ciegas.
Las concursantes enfrentan críticas injustas
En ocasiones, los organizadores hacen comentarios despectivos tras bastidores sobre la apariencia y el comportamiento de las participantes, sin medir sus palabras. Esto genera un alto nivel de estrés en las concursantes, afectando tanto su salud mental como física.
Además, algunos organizadores contratan consultores famosos que, en lugar de brindar apoyo, se dedican a criticar las fotos de las participantes en redes sociales, muchas veces de forma humillante. Estos episodios suelen mantenerse en secreto y rara vez salen a la luz pública.
Por cierto, el trabajo de modelo, a pesar de sus aparentes ventajas, puede ser agotador y no siempre tan agradable como parece.