10 Errores al remodelar el baño que es mejor prevenir para no lamentarse en el futuro

Consejos
hace 2 años

El baño es el cuarto más difícil de remodelar. Su espacio es limitado, sin embargo, hay que instalar el inodoro, el lavabo, la ducha o la tina, así como algunos armarios. Además, no podemos olvidar la estética y el diseño. Es una tarea difícil, incluso para los profesionales. Por lo tanto, al remodelar el baño por su propia cuenta y sin tener muchos conocimientos del asunto, está casi garantizado que se cometan algunos errores. Es casi imposible evitarlos si no estás al tanto. Por eso, compartimos con nuestros lectores algunos de los errores que pueden producirse a la hora de remodelar el cuarto de baño.

1. Perfiles y zócalos de la tina

Los perfiles para tinas, los tapajuntas y los zócalos suelen utilizarse para compensar los errores cometidos en la planificación del cuarto de baño, así como en la secuencia de trabajo. Si, por ejemplo, resulta que el cuarto de baño es ligeramente más largo que el hueco para la tina, se puede cubrir el espacio restante con azulejos en plano horizontal. O si las juntas entre la tina y los azulejos no son completamente herméticas, se puede colocar un zócalo de esquina adicional.

Pero este tipo de soluciones suelen provocar conflictos con los vecinos. El perfil de la tina impedirá que la cortina de ducha quede bien ajustada a la pared. El agua se acumulará en esta zona, se escurrirá y, tarde o temprano, llegará a los vecinos. Los tapajuntas y los zócalos son aún más traicioneros: permanecen herméticos solo al principio, pero luego empiezan a tener fugas, sin que los inquilinos puedan darse cuenta inmediatamente.

Para evitar todos estos problemas, es importante diseñar el cuarto de baño exactamente de acuerdo con las dimensiones de la tina que se va a instalar (si es el caso). La longitud más recomendada es de 170-180 cm. Primero se debe instalar la tina propiamente dicha y solo después se deben colocar los azulejos de la pared: de tal manera que pasen por encima de la misma. Solo así se consigue que las juntas sean herméticas y que los distintos elementos se complementen de la manera más armoniosa posible.

2. Juntas de goma

Al instalar los lavabos, los constructores suelen utilizar juntas de goma para garantizar que la unión entre las instalaciones sanitarias y los azulejos sea hermética. Al cabo de unos años, estas juntas de goma se ponen amarillas, por lo que pueden adquirir un aspecto desagradable. Además, acaban dejando de cumplir su función y empiezan a tener fugas.

Para evitar este problema, basta con instalar el lavabo lo más cerca posible de la pared. En este caso, se puede sellar la junta con una silicona del mismo color que el lavabo. No se pondrá amarillo con el tiempo y será completamente invisible. Y si empieza a tener fugas, siempre se le puede poner una capa nueva.

3. Ausencia de ventilación

Aunque el departamento tenga un buen sistema de extracción centralizado, no será suficiente para el cuarto de baño. Una mala circulación del aire significa que siempre habrá mucha humedad en la zona, lo que puede provocar la aparición de moho. Además, los armarios y las puertas, sobre todo los de madera aglomerada y recubiertos con láminas, empezarán a deformarse y a “desescamarse”.

Una mejor solución sería instalar un sistema de ventilación forzada que pueda conectarse por separado de la luz del cuarto.

4. Azulejos con relieve en las paredes

Los azulejos acanalados y con relieve pueden parecer muy bonitos e inusuales. Pero solo al verlos en una tienda. En cuanto se revistan con ellos las paredes del cuarto de baño, todas sus deficiencias se harán evidentes. Limpiar este tipo de azulejos es un engorro, ya que es prácticamente imposible eliminar la suciedad de todas sus curvas. Al cabo de un tiempo, a cualquiera le entran ganas de dejar de limpiarlos por completo, lo que puede provocar la aparición de moho en el futuro.

Es mucho más práctico alicatar las paredes con azulejos lisos, de los cuales será mucho más fácil quitar las manchas de agua. Además, la superficie lisa reflejará más luz, ampliando, de esta manera, el espacio del cuarto de baño.

5. Azulejos lisos en el piso

Pero para el piso de los baños, en cambio, es mejor optar por azulejos con textura y relieve. Esta opción es simplemente más segura, porque los azulejos lisos a los que cae agua se convierten en una verdadera pista de patinaje. Para evitar accidentes, es mejor aceptar el hecho de que estos azulejos son más difíciles de limpiar.

Además, en todo caso, el piso del baño se friega más a menudo que las paredes, por lo que las manchas o la suciedad en los azulejos del piso no serán tan evidentes como en los de las paredes.

6. Solo iluminación superior

La ausencia de iluminación adicional puede provocar dos problemas opuestos. Por un lado, la iluminación cenital puede no ser suficiente porque habrá sombras de los muebles y de las instalaciones sanitarias en las esquinas del cuarto de baño. Por no hablar de que será muy difícil verse en el espejo.

Por otro lado, la iluminación superior también puede ser excesiva, sobre todo si quieres relajarte y tomarte un baño en la penumbra. Por supuesto, siempre puedes encender velas. Pero una solución más práctica sería instalar fuentes de luz adicionales. La iluminación de los espejos o las tiras de luces LED alrededor de los armarios no solo crean un ambiente muy acogedor en el cuarto de baño, sino que también ayudan a la hora de maquillarse o afeitarse frente al espejo.

7. Instalaciones visibles

Algunos propietarios de viviendas deciden dejar las tuberías y los elementos de la fontanería al descubierto por razones de seguridad. Si se produce una fuga, será inmediatamente visible y más fácil de reparar.

En realidad, esta solución compromete mucho el aspecto del cuarto de baño. Las tuberías fabricadas con materiales modernos e instaladas por profesionales pueden durar mucho tiempo sin que haya fugas. Para casos de emergencia, puedes optar por crear pequeñas puertas de inspección para acceder a las instalaciones.

8. Ausencia de los azulejos de repuesto

A cualquiera nos puede pasar que un solo azulejo de la pared o del revestimiento del piso se agriete de repente y lo arruine todo. Por supuesto, no querrás tener que rehacer todo el baño por una sola grieta, ¿verdad? Sin embargo, podrá ocurrir que un nuevo azulejo recién adquirido, aunque sea de la misma marca y de la misma tienda, se vea de un tono distinto, por pertenecer a un lote diferente.

La mejor solución, por tanto, es comprar más azulejos de los que se vaya a necesitar y guardar unos cuantos para los casos de emergencia. Además, los profesionales recomiendan no almacenarlos en el garaje o en el balcón, sino en el mismo cuarto de baño, en un armario, si hay espacio. De este modo, hay más garantías de que el material no se dañará con el tiempo y siempre estará al alcance de la mano.

9. Ausencia de los sensores de fuga

Tras haber invertido mucho dinero en el cuarto de baño, a nadie le gustaría tener que pagar por renovar el departamento del vecino de abajo que haya sufrido una inundación debido al agua que le haya llegado desde el techo. Los detectores de fugas de agua existen, pero mucha gente se olvida de ellos. El coste de estos dispositivos es relativamente bajo, y los modelos más modernos pueden incluso enviar notificaciones al teléfono móvil cuando hay algún tipo de fuga o inundación. Así como cortar el suministro de agua de forma independiente en el caso de detectar algunos grifos comprometidos.

Por supuesto, un sistema de este tipo requiere no solo el propio sensor, sino también válvulas automáticas adicionales en las tuberías. Pero no tendrás que preocuparte por las fugas, ni siquiera cuando estés fuera de casa.

10. Mampara de cristal en lugar de una cortina de ducha

Mucha gente cree que la cortina de ducha es una solución anticuada, mientras que la mampara de cristal forma parte del diseño moderno. Pero en realidad, la cortina de toda la vida no solo es la opción más económica, sino también la más conveniente para protegerse del agua. El cristal tiene una serie de desventajas de las que se quejan los clientes.

Los cristales pequeños apenas protegen del agua que puede caer al piso, mientras que los grandes pueden dificultar el acceso a la tina. Incluso si optas por un modelo deslizante, su mecanismo puede estropearse en poco tiempo. Lo más importante es que es imprescindible limpiar el cristal después de cada ducha, ya que de lo contrario en él aparecerán rápidamente manchas de agua.

Para muchas personas, la cortina de ducha sigue siendo mucho más funcional y cómoda. No se rompe en pedazos como el cristal de la mampara y no hace falta lavarla a mano: basta con meterla en la lavadora y ya está.

¿Qué errores has cometido tú o la gente que conoces, al renovar el cuarto de baño?

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