10 Estándares de belleza mortales de nuestros antepasados (de ahí proviene la expresión “víctima de la moda”)
En todos los pueblos y épocas encontramos sus propios conceptos de belleza. Y, en ocasiones, para cumplir con esos estándares impuestos por la sociedad de aquel entonces, las mujeres sacrificaban su salud, apariencia e incluso su vida. Al mismo tiempo, aquellas cosas que ahora nos parecen extrañas y salvajes, en algún momento de nuestra historia formaron parte de la rutina habitual de las féminas aficionadas a la moda.
Genial.guru te trae con este artículo un listado de cosas peligrosas, y hasta mortales, a las que se sometían nuestras antepasadas con tal de rendir culto a la belleza.
Tinte peligroso para el cabello
Ya en el siglo XIX, las aficionadas a la moda tenían a su alcance tintes industriales para el cabello. Eso sí, con la salvedad de que la seguridad de estos colores dejaba mucho que desear. Se fabricaban añadiendo plomo o nitrato de plata, los cuales resultaban venenosos. Los tintes afectaban de manera negativa la piel, el cabello y los pulmones. A la vez, el resultado de su aplicación era del todo impredecible. Así, por ejemplo, en vez de obtener un noble color negro, el cabello adquiría un tono verdoso.
Crema de cianuro y mercurio
En los ungüentos y cremas para eliminar las pecas y manchas de la piel, se añadía con generosidad cianuro o mercurio. Esto se hacía al objeto de blanquear la piel y combatir la pigmentación no deseada. El mercurio se acumulaba en el cuerpo, por lo que acortaba años de vida a quien se sometía a tales procedimientos de belleza.
El cloruro de mercurio (o bicloruro de mercurio) se empleaba para conseguir que la piel se volviera más suave y aterciopelada. También, con este se trataba la sífilis. Este compuesto es una sustancia enormemente tóxica que afecta el funcionamiento del sistema nervioso central.
Cinabrio para el rubor
El cinabrio es un mineral volcánico a partir del cual se produce mercurio. Este presenta un color rojo vivo que recuerda bastante a la sangre. Es por eso que, sobre la base del cinabrio, se hacía el rubor y el polvo de maquillaje. Para estos fines cosméticos se utilizó en el antiguo Japón y la antigua China. Y, más tarde, con la ayuda del cinabrio, se teñía también el pelo.
Al igual que todos los compuestos a base de mercurio, el cinabrio es tóxico. La inhalación de sus vapores provoca intoxicaciones graves.
Solitarias para bajar de peso
“¡Comer! ¡Comer! ¡Comer! ¡Y siempre lucir esbelta! ¡La grasa, el enemigo que acorta tu vida, ya está expulsado! ¿Cómo? Con la ayuda de solitarias desinfectadas”.
¿Para qué torturarte con dietas agotadoras y esfuerzo físico si quieres perder peso? Toma una píldora con huevos de solitaria y enseguida perderás esos kilos de más. Esta era la lógica que guiaba a muchas mujeres aficionadas a la moda a la hora de apostar por consumir píldoras que contenían parásitos. Y, efectivamente, adelgazaban. Solo que, después de perder peso, se manifestaban los problemas relacionados con la salud: náuseas, anemia, debilitamiento del sistema inmunológico, fatiga y dolores de cabeza.
Vestidos y prendas de franela barata
En la época victoriana se pusieron de moda los vestidos, camisas y pijamas de franela. Pero, desafortunadamente, no todas podían permitírselos. La franela cara se reemplazó por una tela de franela barata. El problema principal de esta radicaba en que era altamente inflamable y, muchas veces, esto se convertía en la causa por la que, si una persona que vestía un camisón de franela económica llevaba una vela entre sus manos y la dejaba caer, podría verse afectada por la llama, e incluso morir.
Dientes afilados
Cada pueblo tiene sus propias nociones de belleza. Por ejemplo, en Indonesia, en aras de estos ideales, las mujeres se afilaban los dientes asemejándolos a los de los tiburones. O bien, por el contrario, se limaban hasta quedar en nada los colmillos. Dicen que hoy día todavía se puede ver a mujeres hermosas con dientes afilados. El procedimiento para su deformación no solo resulta doloroso, sino también peligroso. A través del esmalte dañado, en el cuerpo pueden penetrar fácilmente una variedad amplia de infecciones.
Adornos para los dientes
Hace unos 2000 años, los representantes de la civilización maya decoraban sus dientes con oro y piedras preciosas. En ellos se hacían pequeños agujeros donde luego se incrustaban diamantes o pepitas de oro. En el antiguo Egipto también existía una tecnología similar. Estas decoraciones suponían un símbolo de riqueza y de ocupar una elevada posición en la sociedad.
Deformación del cráneo
La alteración de la forma del cráneo es otro ritual de belleza antiguo y bastante raro. Hubo un tiempo en que se consideró hermosa una cabeza larga que en su forma se asemejaba a un huevo. Los arqueólogos han encontrado cráneos de este tipo repartidos por todo el mundo, desde Sudamérica hasta Oriente Medio. El cráneo sufría cambios desde la edad infantil: a los niños se les vendaban las cabezas, apretando con cintas, o bien las ataban con placas especiales. Estas manipulaciones afectaban negativamente al funcionamiento del cerebro y, a menudo, los pequeños, simplemente, fallecían.
Vendaje de los senos
El ideal medieval de belleza femenina suponía ostentar un pequeño pecho. Esto surgió de la visión cristiana sobre el mundo. Las formas femeninas debían ser ascéticas: caderas delgadas, pecho plano, manos y pies pequeños, así como labios finos. Para lograr este ideal de belleza, a las niñas les empezaban a vendar sus senos desde los inicios de su infancia. Esto se hacía para que las glándulas mamarias no se desarrollaran.
Embarazo
En la Edad Media se rendía culto a la Virgen María. Junto a este, se puso “de moda” el embarazo y el pecho caído por la lactancia. La mujer bella medieval era aquella que estaba embarazada o bien llevaba un forro en el vientre. La gestación (una tras otra), así como el parto, restaban mucha fuerza y salud a las mujeres, mientras que los forros pesados sobre el vientre dañaban la columna vertebral.
¿Qué tendencias de belleza de las mencionadas arriba te parecieron las más extrañas y aterradoras?