10 Personas que hacen cosas sorprendentes para ayudar a los más necesitados a su alrededor
El trabajo de una persona es invisible a escala de todo el planeta (por supuesto, si no eres Elon Musk). Pero cada uno puede ayudar a alguien cercano y compartir sus conocimientos con él. Por ejemplo, un simple peluquero puede enseñar a los niños a leer y alguien puede cortar el césped de un vecino débil, convirtiendo así su ayuda en una gran obra benéfica. ¿Es difícil de creer? Estas 10 personas demuestran que todos podemos comenzar a hacer el bien a partir de ahora mismo.
No temas por la cantidad de personas que necesitan ayuda. Las buenas obras siempre atraen a más aliados que contribuyen a hacer realidad tus planes, así que lo más importante es comenzar y crear esa cadena de favores.
Genial.guru quiere contarte acerca de aquellos que no quisieron esperar a que este mundo se vuelva positivo y hermoso, sino que, simplemente, empezaron a hacerlo un poco mejor. Al final del artículo te espera un bono que te mostrará qué significa una crianza correcta.
1. Jake Austin
Jake Austin lleva ya muchos años ayudando a las personas sin hogar, y les proporciona la oportunidad de lavarse y asearse en un sitio con buenas condiciones.
Su viejo camión, reformado por 5000 USD, se convirtió en un baño móvil en el que que puedes apreciar la inscripción "Ducha para personas". El agua se toma de los hidrantes para bomberos y se calienta con la ayuda de un generador externo.
Dentro del camión encontramos dos cabinas de ducha, dos lavabos y espejos. Jake y sus asistentes suministran jabón, máquinas de afeitar y otros artículos de cuidado personal, siempre de forma gratuita.
¿Por qué se le ocurrió a Jack la idea de crear una ducha móvil? Él cree que la higiene aporta bienestar, restaura la dignidad y con ella, la esperanza de un futuro feliz.
2. Los motoristas de Rescue Ink
Los motoristas les generan recelo a muchas personas: hombres brutales con tatuajes y una mirada amenazante que no inspira confianza... Casi nadie se atrevería a recurrir a ellos en busca de ayuda. ¡Pero eso no es así, para nada! Los miembros de Rescue Ink adoran a los animales y están siempre dispuestos a defender a los que no pueden valerse por sí mismos.
Estas personas destruyen los sitios de combate y peleas de perros, rescatan a los animales que han sido maltratados por propietarios crueles y contratan a detectives privados para recopilar pruebas de sucesos contra aquellos que hacen cosas malas a las mascotas.
Construyeron su propio refugio, donde instructores experimentados se dedican a la rehabilitación de los animales. Sus acciones han sido aprobadas por muchas personas; los más pequeños los miran con admiración y quieren seguir su ejemplo.
3. El proyecto "My 360 Project"
El proyecto My 360 Project proporciona calzado a los niños de países en vías de desarrollo. Producen zapatos y dan trabajo a personas que han sido liberadas de la esclavitud, veteranos, o aquellos que simplemente no pueden encontrar un empleo.
El diseñador de calzado Mike Friton ha sido un innovador en la industria de este sector durante más de 30 años. Desde 1998, Mike ha patentado 14 prototipos, varios para Nike. Finalmente, en 2011, decidió dejar esa empresa para crear su propia compañía.
35 USD, con este importe puedes colaborar con la causa. Este precio incluye un par de zapatos y el coste de la mano de obra de los trabajadores.
4. Phil Packer
Phil Packer fue herido en Irak en 2008, cuando sufrió una grave lesión en su columna vertebral. Los médicos le dijeron que no iba a poder caminar nunca más, pero decidió demostrar que estaban equivocados. Packer entrenó más de 4 horas al día y, en 2009, participó en la Maratón de Londres, caminando unos 50 mil pasos y una distancia total de 42 kilómetros en 2 semanas. Gracias a él, se recaudaron 637 mil libras esterlinas. El monto total se transfirió a militares heridos y veteranos.
Y esto no supuso el final del trabajo benéfico de este militar. Ese mismo año, Phil escaló la cima de El Capitán, cuya altura es de aproximadamente 910 metros.
En 2010, Packer asistió de nuevo a otra maratón de Londres, y también participó en la competición nacional "Three Peaks" (Tres Picos), así como fundó su propia organización benéfica, BRIT, que ayuda a niños con discapacidades físicas.
5. Ryan Griffin
Ryan Griffin es un peluquero de Ypsilanti (en Michigan, EE. UU.). Él ofrece un descuento de 2 USD a cada cliente "pequeño", solo con una condición: el niño deberá leer en voz alta mientras él le está haciendo el corte.
La idea no solo está dirigida a promover la alfabetización, sino también a inspirar a los clientes jóvenes a realizar buenas obras. Los libros de la peluquería Fuller Cut contienen historias buenas y didácticas.
Ryan formó a todo un equipo que trata a los niños con paciencia, se preocupa por ellos, y los ayuda a aprender a leer.
6. Rodney Smith Jr.
Todo comenzó con el hecho de que Rodney y un amigo suyo estaban cortando el césped para sus ancianos vecinos. Ahora es toda una organización, diseñada para mejorar la sociedad y el futuro. Sus principales participantes son jóvenes que ayudan a madres solteras, veteranos, abuelos y personas con algún tipo de discapacidad.
El propio Rodney no se detuvo en la tarea de cortar el césped: también alimenta a personas desamparadas, recolecta regalos para las fiestas y ayuda a los más necesitados.
7. Rachel Lapierre
La fortuna quiso que a Rachel Lapierre le tocase ganar la lotería. Esto cambió bruscamente su vida, pero no como se podría pensar: no gastó su riqueza inesperada en sí misma, sino que dejó su trabajo de enfermera para dedicarse a hacer obras de caridad. Recibiendo 1000 dólares canadienses por semana (alrededor de 800 USD al cambio), Rachel creó su propia fundación benéfica sin fines de lucro.
Rachel encontró rápidamente voluntarios que se convirtieron en el orgullo principal de su fundación. Está convencida de que la caridad no viene solo de lo material: a veces es suficiente con llevar a un paciente que sufre de cáncer a ver a un médico.
Cada año, la organización de Rachel gasta alrededor de 70 mil USD en ayudar a los más necesitados, y atrae a miles de nuevos voluntarios.
8. Campbell Remess
A sus 9 años de edad, Campbell pidió a sus padres que le compraran juguetes para dárselos a los niños ingresados en los hospitales durante la Navidad. Ellos le explicaron que eso resultaría demasiado caro, por lo que el niño decidió hacer peluches por sí mismo.
Campbell aprendió a coser por su propia cuenta, siguiendo patrones. El niño recuerda que su primer osito resultó ser bastante patético, pero esto no lo detuvo en su aspiración y continuó aprendiendo el arte de la costura. Hasta la fecha, Campbell ha cosido ya más de 800 peluches.
El propio Campbell les entrega estos peluches a los niños en los hospitales. La recompensa más elevada, según él, es la sonrisa de aquellos que no han sido felices durante mucho tiempo.
Hace unos años, al padre de Campbell le diagnosticaron cáncer. Entonces, el niño cosió un peluche con estas palabras y se lo regaló: "Este es un osito campeón y tú vencerás al cáncer". De hecho, el peluche resultó verdaderamente mágico, ayudando al hombre a que venciera la terrible enfermedad.
9. Sasha Galitsky
Sasha Galitsky es un artista israelí que lleva ya más de 15 años enseñando el arte de tallar la madera a las personas mayores en residencias de ancianos. El artista realiza exhibiciones de las obras de sus alumnos, quienes, por cierto, tienen entre 80 y 100 años. Tardó mucho en acostumbrarse a las personas ancianas y en aprender a interactuar con ellos, admitiendo que requerían de mucha energía. Pero no se dio por vencido al entender la importancia de su causa.
Basándose en su experiencia, Sasha publicó su primer libro: "Mamá, no llores", dedicado a cómo comunicarse correctamente con los ancianos sin volverse loco.
10. Amy Wright
La cafetería Bitty & Beau’s Coffee es famosa por sus empleados. Casi todos los de la empresa sufren de algún tipo de discapacidad, desde el síndrome de Down hasta una parálisis cerebral. Para muchas de estas personas, el negocio se ha convertido en la única oportunidad para trabajar y en una ocasión especial para compartir la alegría.
A Amy Wright la inspiraron a crear una cafetería de este tipo sus propios hijos: dos de los cuatro que tiene, presentan síndrome de Down. Y solo con el nacimiento de estos niños, Amy y su esposo, Ben, se dieron cuenta de lo difícil que es para ellos vivir en este mundo.
Cuando Amy supo que el 70 por ciento de la gente con discapacidades mentales no puede encontrar trabajo, creó una organización sin fines de lucro, diseñada para ayudarlos a buscar empleadores. Pero un día acabó haciéndose evidente que hay cientos de personas que necesitan trabajar, y prácticamente, no hay muchos que puedan ofrecerles un empleo. Así fue como decidió abrir su propio negocio: qué lugar podría ser mejor para comunicarse y crear una atmósfera amistosa que una cafetería. El establecimiento abrió sus puertas en enero de 2016, y gracias a la prensa se hizo tan popular que Amy tuvo que buscar un local más grande.
En la actualidad, en la cafetería trabajan 40 personas con discapacidades y 2 gerentes con diplomas en el campo de la educación especializada. Amy se enorgullece de la calidad del servicio, ya que en ningún punto son inferiores a otros negocios similares.
Bono: "Mis hijos vieron cómo un joven en silla de ruedas quitaba la nieve de la acera y decidieron ayudarlo. ¡Estoy muy orgullosa!"
¿Y qué opinas tú: es posible hacer un mundo diferente si cada uno de nosotros adquiere el hábito de ayudar a su prójimo?