10 Síntomas de alergia al níquel que no deberías ignorar

Salud
hace 1 día

Las alergias al níquel no solo están relacionadas con las joyas, sino que pueden manifestarse de las formas más extrañas. ¿Alguna vez has notado que se te secan los labios? Puede que tu cuerpo reaccione al níquel oculto, como el de una cremallera, tu teléfono o incluso una taza. Puede que no te des cuenta hasta que tus labios empiecen a irritarse. ¿Quién iba a decir que el níquel podía causar tanto drama, verdad?

1. Piel seca o agrietada

El níquel puede resecar y agrietar la piel y hacer que se vuelva áspera, seca e irritada, a menudo en los lugares donde las joyas o los objetos metálicos entran en contacto con la piel. Puede que no se trate de una erupción cutánea en toda regla, sino más bien de manchas de piel incómoda y escamosa. En muchos casos, aparece en las orejas, los párpados, el cuello, las muñecas o incluso en la cintura por llevar cinturón. Puede parecer una sequedad persistente de la piel que no responde bien a la hidratación, y a menudo empeora con la exposición repetida.

2. Erupción parecida a un eccema

El níquel suele causar erupciones parecidas a un eccema, sobre todo alrededor de las zonas donde se llevan joyas u otros objetos metálicos. Estas erupciones pueden ser pruriginosas, rojas y escamosas, y aparecer en el cuello, las muñecas, las manos o el pecho. Con el tiempo, la piel puede engrosarse, volverse áspera y, a veces, agrietarse, asemejándose a los signos del eccema, pero causados por una reacción alérgica al níquel.

3. Ganglios linfáticos inflamados

Su cuerpo puede reaccionar a la exposición al níquel hinchando los ganglios linfáticos cercanos, normalmente alrededor del cuello o las axilas. Esto ocurre porque el sistema inmunitario trabaja más de la cuenta para combatir la irritación, lo que hace que estas zonas estén sensibles o hinchadas. Si notas un bulto o hinchazón en estas zonas, podría ser la reacción de tu cuerpo a un desencadenante alérgico como el níquel.

4. Urticaria

La urticaria son ronchas elevadas, rojas y con picor que pueden aparecer en cualquier parte de la piel tras la exposición al níquel. Estas ronchas pueden aparecer de repente, sobre todo alrededor de las zonas del cuerpo que han estado en contacto con artículos metálicos. Puede que no duren mucho, pero pueden ser muy molestas, causando picor persistente o sensación de pinchazos.

5. Párpados rojos o con picor (incluido el interior de los ojos)

La sensibilidad al níquel también puede manifestarse en los ojos, causando irritación alrededor de los párpados e incluso dentro de los ojos. Puedes experimentar enrojecimiento y picor en los párpados o una sensación general de malestar, como si tuvieras los ojos arenosos o hinchados. Esto ocurre cuando las partículas de níquel se transfieren de las manos o las joyas a la piel sensible que rodea los ojos. La irritación puede provocar tirantez, sequedad e inflamación de los párpados, y a veces también puede irritarse la parte interna de los ojos, como la conjuntiva, provocando enrojecimiento o lagrimeo.

6. Estomatitis (boca dolorida)

El níquel puede desencadenar una inflamación de la boca y producir llagas dolorosas, sobre todo en la lengua, las encías o el interior de las mejillas. Estas úlceras pueden parecer aftas, pero se deben a que el níquel reacciona con los tejidos sensibles de la boca y hace que resulte incómodo comer o hablar.

7. Dolor de estómago

La sensibilidad al níquel puede afectar al aparato digestivo y provocar síntomas como hinchazón, náuseas o calambres estomacales. Esto puede ocurrir cuando los alimentos entran en contacto con utensilios de cocina metálicos o recipientes que contienen níquel. Estas reacciones suelen pasarse por alto, pero pueden causar molestias digestivas que duran hasta que se elimina la exposición al níquel.

8. Dolor de cabeza

Algunas personas con sensibilidad al níquel experimentan dolores de cabeza o migrañas como reacción a la exposición. El metal activa el sistema inmunitario, lo que puede provocar dolores de cabeza punzantes y, a veces, incluso migrañas. Si has llevado joyas que contienen níquel o has manipulado objetos metálicos, el dolor de cabeza puede aparecer poco después como parte de la respuesta del organismo al estrés.

9. Fatiga o malestar

La exposición al níquel puede hacerte sentir agotado o decaído. Tu cuerpo puede reaccionar al irritante, haciéndote sentir inusualmente cansado o apagado, incluso cuando no has estado físicamente activo. Esta sensación de malestar puede ser frustrante, y a veces no se puede determinar con exactitud por qué se siente tan agotado, pero podría estar relacionada con su sensibilidad al níquel.

10. Problemas respiratorios o síntomas de asma

En algunos casos poco frecuentes, la exposición prolongada al níquel puede provocar problemas respiratorios, sobre todo si eres alérgico a este metal. Esto puede desencadenar síntomas similares al asma, como sibilancias, tos o dificultad para respirar.

Las alergias pueden ser complicadas y muy limitantes, igual que las intolerancias. Aquí tienes una lista de reacciones comunes, similares a los síntomas de alerta de la intolerancia a la lactosa.

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