10 Testimonios de niñeras que parecen guiones de cine de lo inquietantes que son

Curiosidades
hace 3 horas

Cuidar niños parece un trabajo dulce y sencillo, pero a veces es todo lo contrario. A puerta cerrada, las niñeras pueden ser testigos de algunas de las cosas más extrañas e inquietantes que las familias intentan ocultar. Desde secretos escalofriantes hasta momentos impactantes que nunca vieron venir, estas niñeras vivieron dramas de la vida real que podrían inspirar fácilmente una superproducción.

  • A los 17 años, era niñera y cuidaba a una niña, cuya madre soltera tenía citas y volvía a medianoche. Un día, tuvo una cita y no volvió. A las 3 a.m. llegó la policía y dijo que su coche se había caído por un barranco. Ella murrió, junto con su cita.
    8 días después, recibí una llamada... de ella. Me suplicó: “Necesito que empaques las cosas de mi hija y la lleves al aeropuerto. Estaré esperando allí”. Fue entonces cuando descubrí que había fingido su muerte. Quería huir con el hombre con el que había estado saliendo, un hombre casado cuya adinerada esposa se negaba a dejarle marchar.
    Su única salida, al parecer, era desaparecer. Todo era tan confuso, pero yo sabía que realmente era ella. Le dije que no podía ayudarla. Solo tenía 17 años y no tenía ni idea de qué hacer. No sé qué le pasó después.
  • Me contrataron como niñera para una familia con dos niños pequeños. Al cabo de unos meses, me di cuenta de que seguían mencionando a una hermanita, pero los padres siempre cambiaban de tema. Un día, encontré una habitación infantil completamente decorada y escondida detrás de una puerta cerrada en el piso de arriba.
    Resulta que tenían una hija que había fallecido y nunca me lo dijeron, actuaban como si nunca hubiera existido. Los niños seguían hablándole como si estuviera viva. No sabía si debía quedarme o marcharme, pero en cualquier caso, aquello me obsesionaba.
  • Fui niñera de una pareja adinerada (ella era cirujana, él arquitecto), y el marido tenía un estudio en la casa en el que la mujer bromeaba diciendo que “nunca se le permitía entrar”. Ahora bien, soy una persona entrometida, y tenía curiosidad por saber por qué no se dejaba entrar a alguien en un estudio, sobre todo porque parecía una habitación bastante normal: gran escritorio, paredes cubiertas de estanterías, libros de arquitectura por todas partes.
    Así que un día me puse a dar vueltas por allí. No encontré nada y me sentí un poco decepcionada, pero entonces tomé un libro de una de las estanterías. Tenía dinero entre las páginas: unos 500 dólares, si tuviera que adivinar. Tomé otro libro y encontré lo mismo.
    Creo que revisé como diez libros diferentes y en todos había dinero escondido. Aún no estoy segura de si el hombre estaba paranoico con los bancos o si estaba ocultando dinero a su esposa intencionadamente. © Unknown author / Reddit
  • El niño al que cuidaba se desconectaba por completo cada vez que se lastimaba o se enfadaba. Una vez intenté consolarlo cuando se cayó y se raspó la rodilla, pero se quedó paralizado como una estatua. Más tarde, oí su papá decirle: “Los hombres de verdad no lloran, aunque les duela”.
    Desde entonces, cada vez que el chico se lastimaba, se me quedaba mirando con ojos grandes y silenciosos. Finalicé mi preaviso de dos semanas, pero se me rompió el corazón un poco más cada día hasta que me fui.
  • Me contrataron para cuidar a tres niños pequeños mientras sus padres “trabajaban desde casa”. Resulta que los padres se encerraban en su habitación todo el día y apenas salían. Cocinaba, limpiaba, ayudaba con los deberes, básicamente me convertí en una madre a tiempo completo por el salario mínimo.
    Cuando se lo comenté educadamente, la madre me dijo: “Por eso te hemos contratado. Estamos cansados de criarlos”. Lo dejé aquella noche, después de acostar a los niños con un cuento extra. Me dijeron adiós con la mano desde la ventanilla mientras me marchaba.
  • Pensaba que me contrataban para cuidar de los niños, pero durante la entrevista, la madre empezó a preguntarme si “informaría” de todo lo que el padre dijera o hiciera cuando ella no estuviera en casa. Me ofreció dinero extra por debajo de la mesa para espiar a su propio marido.
    Cuando le dije que no, se enfadó y me dijo que “no era lo bastante leal” para su familia. Rechacé el trabajo y me marché, con la sensación de haberme librado de algo mucho peor que unos malos jefes.
  • Los padres me pidieron ayuda para organizar una fiesta de cumpleaños sorpresa para su hija de siete años. Hicieron un evento enorme, invitaron a montones de adultos... pero se olvidaron de invitar a las amigas de la niña. Cuando la niña preguntó dónde estaban sus compañeros de clase, su mamá se limitó a decir: “No queríamos que te decepcionaras si no aparecían”.
    La pobre niña se pasó toda la fiesta llorando en silencio mientras los desconocidos le decían lo “guapa” que estaba. Me quedé con ella hasta que estalló el último globo y, después de aquel día, rechacé todas las ofertas de niñera que me hicieron.
  • Una vez, estaba de niñera y los niños tenían una habitación de juguetes al final del pasillo. No había luz en la habitación y era de noche, así que estaba muy oscuro. Le pedí al niño de 4 años que guardara algo en la habitación y empezó a llorar histéricamente, diciendo que había una bruja en la habitación.
    Así que, como ya era adulta (en realidad era adolescente en aquel momento), me fui despreocupadamente por el pasillo para guardar el juguete. La habitación era espeluznante.
    Cuando salía de la habitación, el nió me miró aterrorizado y empezó a gritar: “¡La bruja está detrás de ti! La bruja te va a pillar!”. Nunca había corrido tan rápido en mi vida. © This_Conversation943 / Reddit
  • Me contrataron como niñera para una “cita nocturna”, dinero fácil. Los padres dijeron que volverían a medianoche. Llegó la medianoche, luego las dos de la madrugada, después el amanecer y seguía sin haber noticias. Llamé a todo el mundo, pero no obtuve respuesta.
    Por fin, hacia las 10 de la mañana, llegaron riendo, con café en la mano y como si nada. No se disculparon. Solo me preguntaron si podía volver el próximo fin de semana. Les dije que no y no volví a responder a sus llamadas.
  • Fui canguro de un niño que tenía graves problemas emocionales. Una vez se escapó mientras yo estaba arriba jugando con su hermana. Se fue al parque de la manzana de abajo, se subió a un árbol y se negó a bajar porque creía que “nadie lo quería”.
    Yo era joven y no pensé en llamar a la policía ni nada parecido. Simplemente me senté al pie del árbol y, literalmente, le convencí para que bajara.
    Le convencí de que lo quería y quería que volviera a casa. Sus hermanos también me ayudaron diciéndome que también lo querían. Daba mucho miedo. © mieds / Reddit

La vida no es solo descubrimientos impactantes y giros oscuros; también está llena de bondad y momentos edificantes. A veces, esta bondad viene de extraños que intervienen para realizar actos de verdadero heroísmo.

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