1000 años en el futuro: terraformación de otros planetas

Después de todo, tuviste suerte de encontrar ese apartamento de 2 por 2 metros. Ninguno de tus amigos tiene uno: la mayoría vive en módulos cápsula donde solo es posible dormir sin poder dar vueltas. El precio de lo que hoy llaman “una mansión” es escandalosamente alto y todavía no puedes aceptarlo por completo. Mañana tienes que firmar ese contrato y hacer el pago inicial. En realidad, tuviste la oportunidad de comprarlo solo porque ganaste la lotería. Así es como vives en 2999: tú y los otros 100 mil millones de personas.

Algunas personas, sin embargo, invierten en numerosos “bloques de apartamentos del nuevo milenio” en otros planetas. La última tendencia inmobiliaria es establecerse en algún lugar de Ross 128 b, Marte o incluso Saturno. También estabas pensando en ello, pero amas demasiado la atmósfera y la naturaleza de la Tierra. Mientras tomas tu café de la mañana, un holograma publicitario emergente llena instantáneamente todo el espacio de tu cápsula y simplemente no desaparece. “¡Querida Tierra! ¡No pierdas la oportunidad de cambiar tu vida de una vez por todas! ¡Echa un vistazo a los bloques de apartamentos más nuevos en Ross 128 b, Marte, Europa y Saturno! ¡Invierte en tu nueva vivienda y en tu nueva vida! ¡Excursiones en autobús disponibles todos los días!”.

De repente, te das cuenta de que este spam podría ser tu oportunidad. Todavía tienes algo de tiempo antes de firmar ese contrato. No tienes nada que perder. Es solo un tour de un día. Después de todo, 11 años luz desde la Tierra hasta Ross 128 b no son un gran problema ahora; solo un par de horas en el autobús espacial que proporciona la agencia. Irás allí y verás que no hay lugar como la Tierra, solo para asegurarte de que has tomado la decisión correcta. Te apresuras a la estación de autobuses espaciales y llegas justo a tiempo. Tres, dos, uno, y... El autobús acelera y dos horas más tarde ya estás allí, en Ross 128 b. Guau. Se parece un poco a una antigua versión de la Tierra que has visto en presentaciones científicas en la universidad. La superficie es rocosa con algunas manchas verdes; estos deben ser los bosques y prados que los científicos están tratando de plantar.

Tiene una atmósfera, aunque es artificial. La agente de bienes raíces dice que es realmente buena: ya no hay cambios de clima imprevistos. Todo está controlado por los habitantes, el único inconveniente es que cuanto mejor es el clima, más costosa será la factura que vas a recibir el mes que viene. La protección UV es esencial en Ross 128 b. Su índice es un 38 % más alto que en la Tierra, por lo que un protector solar normal resulta inútil. Dicen que este planeta es como el gemelo de la Tierra, pero no estás de acuerdo. Hay algo de vegetación, pero todo parece tan extraño que te sientes como si estuvieras en un juego de computadora. Junto al bloque de apartamentos hay un huerto y una pequeña granja que produce alimentos orgánicos para los lugareños, por lo que decides entrar y comprobar cómo funciona.

Las frutas y verduras se ven muy raras allí. Te das cuenta de que debe ser un manzano, pero tiene microchips en lugar de flores y las frutas son cúbicas. Hay manzanas de todos los colores del arcoíris. Avanzas y tropiezas con una pequeña roca, una de las pocas cosas que pertenecen a este planeta y no fueron importadas de la Tierra. Una mariposa se posa en la punta de tu nariz. Quieres tocarla, pero tan pronto como tus dedos la alcanzan, el insecto se dispersa en numerosos píxeles.

La agente de bienes raíces corre hacia ti para ayudarte a ponerte de pie. Ella dice que toda la fauna y flora del planeta todavía son solo hologramas, porque transferirla toda desde la Tierra no es posible en este momento. Todos los elementos de la fauna están estrechamente conectados entre sí, e incluso la mariposa más pequeña puede marcar una diferencia dramática. Con el dinero que tienes para el pago inicial en la Tierra, puedes pagar un apartamento de dos pisos en este planeta. El único problema serían los largos viajes diarios al trabajo. “¡Vamos! Marte está delante, ¡todavía tenemos muchos bloques de apartamentos para mostrarte!”. Ah, esa es la agente inmobiliaria que te llama.

Te subes a ese autobús y un rato después aterrizas en Marte. Para 2999, luce espectacular, pero un poco arenoso. Los científicos aún no pueden traer agua líquida a este planeta, a pesar de que la atmósfera está completamente bien. El planeta está demasiado caliente ahora porque intentaron hacerlo habitable. Aunque hay glaciares, toda el agua se convierte instantáneamente en gas debido al calor. Ves unas máquinas grandes en el cielo. La agente de bienes raíces dice que estos son algunos equipos esenciales que atrapan el agua del gas en el cielo para hacer agua en bolsas marcianas. Te entrega una bolsa para que la pruebes. Parece un globo de aire, raro. Lo inhalas y... Nunca has probado algo como esto antes y no puedes entender cómo ese gas calmó tu sed.

Las principales plantas de Marte son cactus de todas las formas. Se adaptaron perfectamente a su atmósfera, e incluso los científicos lograron mezclar otros genes de plantas con los de los cactus. Estas plantas altas son un tipo de arce marciano, te quedas mirando las hojas y ves que hay algunas peras que crecen en ese gran cactus, y también ves mangos, aguacates y frutas de todo tipo. Parecen prosperar: el sol brilla y están rodeados de agua en forma de gas. Casi se siente como en casa aquí. Si bien Ross 128 b aún debe desarrollarse, han pasado más de 200 años desde que se construyó el primer rancho en Marte. Sin embargo, la propiedad inmobiliaria es más cara aquí, por lo que solo puedes pagar un bonito apartamento tipo estudio. Parece una ganga, pero es hora de visitar otro planeta.

Te diriges a Europa, una de las lunas de Júpiter. Estuviste de vacaciones en este planeta el año pasado y te encantó. Hace mil años, los científicos pensaron que había agua debajo de su corteza helada, ¡y tenían razón! La corteza se derritió formando un océano enorme del doble del tamaño del océano entero de la Tierra, y el planeta mismo ha experimentado varios cambios durante el último milenio. Todas las grietas que tenía en su superficie lisa formaron muchos pequeños continentes. Todos llevan el nombre de países europeos, pero tienes tiempo suficiente para visitar solo uno de ellos: Italia. El continente está rodeado de agua azul y hay un sinfín de fragantes limoneros. La gente cocina pizza con tomates recién cultivados, aunque son tan grandes como las sandías de la Tierra: un tomate es suficiente para dos pizzas.

Revisas el folleto de Europa para obtener más información sobre otros continentes. En Noruega hay montañas que se parecen mucho a los fiordos noruegos, en Francia hay campos de lavanda interminables y en el continente de Grecia hay grandes granjas con olivos. Cierras el folleto dándote cuenta de que las propiedades inmobiliarias aquí son casi tan caras como en la Tierra; no es de extrañar, demasiada gente quiere vivir allí. Se acabó el tiempo, tienes un planeta más por delante. El autobús está a punto de aterrizar y suena un anuncio: “¡Bienvenido a Saturno! ¡Ponte tu máscara de natación y sumérgete para ver nuestro increíble bloque de apartamentos!”.

Los científicos pasaron más de 250 años tratando de solidificar Saturno, pero fue en vano. Al final, decidieron intentar hacer los primeros asentamientos en la década de 2980 cuando eras niño. La gravedad en Saturno es un poco más fuerte que en la Tierra, lo que permitió a los científicos construir grandes complejos bajo cúpulas para que la gente habitara allí. En las profundidades de los océanos gaseosos de Saturno hay una gran variedad de fauna: medusas, pulpos, ¡incluso tiburones! Se ven un poco diferentes, tratando de adaptarse a su vida en otro planeta. Sus aletas se ven mucho más grandes para ayudarlos a manejar vientos increíblemente fuertes de 17 700 km/h. Pero la parte más increíble es la flora. Las algas de Saturno vienen en al menos 3000 colores diferentes, o eso dice el folleto. También puedes regular su intensidad y sombra con un control remoto.

... Dos horas después, estás de vuelta en tu cápsula. Sigues dando vueltas en tu cama, es la última noche aquí. Mañana es el gran día, pero todavía tienes dudas. Viste ese estudio en Marte en tus sueños, comiste hot cakes marcianos cubiertos con jarabe de cactus y arce. Suena el despertador. “¡Felicidades! ¡Ahora eres el dueño de tu propio apartamento en la Tierra! ¡Muy pocas personas pueden tener uno en 2999, Sr. Sanders!”. Tienes un juego de llaves en tu mano. Una notificación suena en tu teléfono: “¡Alquile su apartamento en la Tierra y múdese a Marte! ¡No tendrá que volver a trabajar nunca más!”. No puedes evitarlo y empieza a sonreír.