14 Personas que tuvieron un trabajo que les hizo querer huir de él a toda velocidad

Incluso si llevas un estilo de vida tranquilo y predecible, pese a eso, corres el riesgo de que algo te sorprenda en cualquier momento. Lo principal es que resulte agradable, o al menos divertido, tal y como le sucedió a la mayoría de nuestros protagonistas. Por ejemplo, una discusión de dos melómanos que será recordada durante mucho tiempo, no solo por ellos mismos, sino también por los que fueron testigos de la misma, o bien la historia de una empleada de un banco, cuyos compañeros resultaron ser unos verdaderos “detectives”.
Genial.guru recopiló para ti una nueva colección de historias reales de diferentes usuarios de las más populares comunidades de Internet.
Mi gato se acercó, muy contento, con un collar hecho a partir de una rebanada de pan. “¿Qué es eso?”, pensé. Fui a mi habitación y allí estaba mi loro con el mismo “accesorio”. Me di media vuelta y descubrí que nuestro perro, de raza Teckel, había “robado” una bolsa de pan. Además, se estaba comiendo el centro de una rebanada e intentaba poner su cabeza allí. Él fue el encargado que embellecer a todos los animales y ahora era su turno. Aparentemente, ellos planificaban una gran fiesta del pan con estilo hawaiano.
Cuando vamos a algún sitio, mi hermano (de 5 años) siempre pide el teléfono de mi madre o de mi padre para jugar, pero estos le dicen que se lo han olvidado en casa. Una vez, fuimos de vacaciones al mar en avión. Teníamos mucha prisa, llegábamos tarde, y solo al entrar al aeropuerto mis padres se dieron cuenta de que realmente se habían olvidado sus móviles. Y en ese preciso momento, mi hermano los sacó de su mochila y dijo lo siguiente: “Sabía que los olvidarían, por eso los traje yo mismo. ¿Puedo jugar?”.
Estaba sentado en un parque leyendo un libro, cuando un anciano se acercó y se puso a mi lado. Leía el periódico y no me molestaba de ninguna manera. Pero, de repente, me quitó un audífono de la oreja y se lo colocó en la suya. Me quedé tan estupefacto que ni siquiera pude mediar palabra. Y allí estábamos, sentados, cada uno con un audífono y con lo suyo para leer. Al pasar una media hora, se lo quitó, me sonrió y dijo: “Qué buena música tienen ahora, no como en mi juventud. Pásame, por favor, algunas canciones por Facebook. Gracias”. Después dejó su tarjeta de visita en mi libro y se marchó. Ahora estoy aquí sentado, eligiendo qué enviarle.
Mi vecina en la residencia de estudiantes trajo un gato pese a que estaba prohibido según las normas del lugar. En una ocasión, cuando la directora revisaba las habitaciones, este maulló, por lo que mi vecina comenzó también a hacerlo. Ante la mirada atónita de la supervisora, no tuve más remedio que intervenir: “Tiene trastorno bipolar”, dije. ¡Se salvó!
Estimado lector, tu vida seguramente es muy interesante. ¡Cuéntanos cosas sobre ti! Tal vez fuiste voluntario en una residencia de ancianos, viviste en Bangladés, trabajaste en un restaurante con estrellas Michelin en París, o simplemente quisieras decirle al mundo por qué es tan importante ir a recibir a tus seres queridos al aeropuerto. Escríbenos tu historia a redaccion@genial.guru bajo el título “Mi historia”.