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Puedes ser un excelente especialista en tu área, pero si no sabes cómo presentarte en una entrevista, podrías quedarte sin empleo. Por otro lado, alguien con habilidades promedio, pero con una gran capacidad para venderse a sí mismo, puede abrirse paso en cualquier empresa. En este artículo, reunimos la experiencia de reclutadores, especialistas en recursos humanos y otros expertos en selección de personal para ayudarte a prepararte y asegurarte ese puesto que tanto deseas.
Por lo general, cada vacante viene acompañada de su descripción. A partir de ella, podrás entender qué espera de ti el empleador y qué habilidades y competencias son esenciales para el puesto. De esta manera, cuando te pregunten por tus fortalezas, no te tomarán por sorpresa.
Este método no se refiere a una computadora portátil, sino a una estrategia mnemotécnica que te ayudará a estructurar tu respuesta cuando el reclutador pronuncie la temida frase: "Háblame sobre ti". Su equivalente en inglés, SEAT, fue creado por el experto en entrevistas Richard McMunn.
McMunn explica que, tras esta pregunta, deberías abordar los siguientes puntos:
Para que tu respuesta sea clara y segura, prepárala con antelación y practica frente a un espejo, con familiares o amigos. Lo ideal es que no dure más de un minuto. Durante la entrevista, mantén siempre contacto visual con el entrevistador mientras hablas sobre ti.
Puedes hacerlo incluso el mismo día de la entrevista. Si la empresa tiene un sitio web, revisa la sección "Sobre nosotros", donde encontrarás información clave sobre su historia, valores y logros. Averigua a qué se dedica y, si es posible, sigue sus redes sociales para estar al tanto de sus novedades.
Decir que gracias a tu trabajo las ventas aumentaron un 20 % convencerá mucho más a un empleador que las palabras más rimbombantes. Si en tu puesto anterior interactuabas directamente con clientes, puedes mencionar opiniones positivas o incluso mostrar tu calificación en plataformas de servicio.
Es posible que el reclutador o el empleador te hagan preguntas trampa para evaluar tu personalidad. Por ejemplo, podrían pedirte que hables sobre un momento en el que recibiste una crítica. Intentar evadir la pregunta o mentir podría jugar en tu contra. Si hay algo que desconoces, es mejor reconocerlo y decir que investigarás al respecto. Claro está, esto no aplica a preguntas diseñadas para evaluar tu creatividad o capacidad de improvisación.
Si el reclutador tiene dudas sobre tu experiencia laboral o algún dato de tu currículum, podrás consultarlo fácilmente en tu copia impresa. También es recomendable llevar cartas de recomendación de empleos anteriores si cuentas con ellas. Un bloc de notas y un bolígrafo pueden ser útiles, sobre todo si la entrevista tiene varias etapas, ya que podrás anotar cualquier pregunta que desees hacerle al reclutador o al posible futuro jefe.
Este horario se considera uno de los mejores para presentaciones y entrevistas. Sin embargo, si no es posible, evita los siguientes momentos:
Además, es poco recomendable agendar entrevistas en vísperas de festivos o el primer día después de un feriado, ya que el empleador o reclutador probablemente tendrá otras prioridades. En general, los martes, miércoles y jueves son los días más favorables para una entrevista exitosa.
Si al final de la entrevista no haces ninguna pregunta, lo más probable es que no vuelvas a recibir noticias de la empresa. Sin embargo, una pregunta bien pensada que demuestre tu interés en la vacante puede marcar la diferencia. En algunos casos, incluso una pregunta personal y amistosa al reclutador puede ayudarte a destacar.
El humor puede ayudar a generar conexiones y a romper la tensión en una entrevista. Sin embargo, una broma fuera de lugar o inapropiada puede arruinar por completo la impresión que das. Si decides incluir un poco de humor en la conversación, procura que esté relacionado con el contexto de la entrevista y evita temas sensibles o polémicos.
Aunque una entrevista es una negociación en la que tanto la empresa como el candidato buscan beneficiarse, si la vacante realmente te interesa, es una buena idea enviar un breve correo de agradecimiento. Esto es especialmente útil si hablaste directamente con el empleador. Lo ideal es enviarlo dentro de las primeras 48 horas después de la entrevista.
Consejo clave: El mensaje debe ser personalizado. Menciona algo específico que te haya parecido útil o interesante de la entrevista, adjunta enlaces a proyectos que mencionaste y, si tienes dudas, pregunta si hay algún motivo que impida que te seleccionen para el puesto.
Si no consigues el empleo, no te desanimes. Mantener una mentalidad positiva te ayudará en futuras oportunidades. Además, no siempre los reclutadores eligen a los candidatos de manera objetiva; a veces influyen preferencias personales. Trata cada rechazo como una oportunidad para encontrar una oferta aún mejor.
Las entrevistas pueden ser complicadas, pero los candidatos de estas historias encontraron la manera de destacar y superar cualquier obstáculo.