12 Datos sobre la antigua China que parecen haber sido sacados de una fábula
De todas las naciones que existen en la actualidad, China es una de las más longevas; su historia conocida tiene varios miles de años. Este país siempre estuvo en lo alto a causa de sus costumbres arraigadas y de sus dinastías, que contribuyeron (en mayor o en menor medida) a la grandeza de su cultura. En todas las épocas, de hecho, hubo viajeros de distintas partes del mundo que llegaron hasta allí y regresaron a sus pueblos maravillados con lo que habían visto y aprendido. En esta ocasión, te ofrecemos algunas costumbres tan impresionantes como llamativas que existieron en la antigua China.
¿Qué es lo que más te atrae de esta cultura milenaria? ¿Qué cosas has escuchado sobre la antigua China que te han llamado la atención?
1. Algunos hombres se convertían en eunucos para servir en el palacio
Los eunucos eran hombres castrados que cumplían diversas funciones. Entre ellas estaba la de cuidar de las damas del palacio y atender las necesidades del emperador. Estas figuras gozaban de una gran influencia en la corte y tenían acceso a información confidencial que era vedada al resto de la población.
Algunos eunucos eran forzados a serlo, mientras que otros se sometían a la operación por propia voluntad. Se estima que a finales del siglo XV, había un total de 10 000 eunucos debido a que había aumentado la cantidad de hombres que deseaban vivir una vida acomodada en el palacio. Durante la dinastía Qing, se hizo una segmentación para mantenerlos controlados.
2. Usaban desde clavos de olor hasta orina para evitar el hedor corporal
En la antigua China, muchas personas usaban diversos métodos para combatir el hedor. Uno de ellos era el de llevar bolsas aromáticas en la cintura. También mezclaban clavos de olor con lima, goma dulce y otras hierbas para untarlas en el cuerpo como desodorante. E, incluso, algunos llegaban a lavar sus axilas con orina por recomendación de los médicos.
3. En un principio los tatuajes eran mal vistos por los estratos sociales altos
Durante la dinastía Tang, muchos hombres se adornaban el cuerpo y se embellecían la piel. Sin embargo, el uso de tatuajes estaba mal visto, ya que se los consideraba una forma de “mutilación” y se pensaba que era cosa de bárbaros.
Sin embargo, estaban los que se atrevían a romper con las convenciones sociales y se tatuaban en la piel figuras de montañas, ríos y animales. Algunos hombres se limitaban a ponerse un tatuaje en el vientre, pero los más osados se cubrían el cuerpo entero.
4. Algunas personas llegaban a comer sus piojos
Hubo un período en la antigua China en que las personas tenían rechazo al baño, especialmente en las regiones del norte. Esto hacía que gran parte de la población estuviese infestada de piojos, al punto de que hubo quien propuso utilizar el movimiento de los piojos para hacer “diagnósticos médicos”: si se alejaban del cuerpo de alguien, es porque estaba enfermo; si, por el contrario, se acercaban, era porque gozaba de buena salud.
En los estratos sociales más bajos, las personas llegaban a comerse sus propios piojos. Para evitar el consumo compulsivo, se les recetaba cenizas y agua hervida. Los médicos recomendaban que se lavara y peinara el cabello de los niños para prevenir el crecimiento de los piojos en el cuero cabelludo.
5. El emperador debía despertarse a las 4 de la mañana para comenzar con sus actividades
Se cree que los emperadores vivían una vida llena de lujos y placeres, pero esto está lejos de ser verdad. En la antigua China, el emperador debía levantarse a las 4 de la madrugada para asistir a la primera reunión de la Corte. Y recién podía desayunar a las 7 de la mañana, para luego continuar con la lectura de los documentos hechos por los funcionarios.
Las únicas horas del día en que podía relajarse era entre la 1 y las 3 de la tarde, cuando se dedicaba a almorzar, leer poemas o pasear por el jardín. Los movimientos del emperador eran estrictamente controlados para que pudiera seguir su apretada agenda. Solo si vivía en un palacio aislado podía permitirse ciertas libertades, como despertarse tarde y cenar con sus consortes.
6. El marido no debía tener “favoritas”
En China era común la poligamia en la realeza y la nobleza. Las candidatas a esposas y concubinas del emperador pasaban por una selección rigurosa antes de formar parte del harén. Una vez ahí, debían obedecer a la esposa principal y evitar las riñas.
Una de las formas de prevenir los celos era que el propio esposo no tuviese una favorita, debido a que se consideraba que el apego podía desestabilizar la poligamia. De todos modos, hubo casos en que la regla se rompió, y es aquí donde aparece Zhen, quien era una mujer inteligente y hermosa que ganó mucha influencia en la Corte Imperial.
7. Existía un “idioma de mujeres” que usaban las campesinas en secreto
Si bien en la China las mujeres tenían prohibido recibir una educación formal, se cree que durante el siglo XIX, utilizaban una especie de escritura exclusiva de ellas. Es conocida como Nüshu, y fue inventada por mujeres campesinas para compartir información o escribir poemas. Estos textos eran escritos en cartas, libros y abanicos de papel y los caracteres eran más alargados que en el chino tradicional.
8. Comían huevos empapados con orina de niños
Se cree que en la antigua China la gente del campo empapaba los huevos con orina de niños para fines medicinales y de conservación de los alimentos. Para eso, los huevos eran sumergidos en orina y se hervían hasta que la cáscara se agrietara. El proceso se repetía una y otra vez para curar el producto, y podía durar un día entero.
9. Los hombres tenían un estilo de peinado obligatorio
Hubo un cierto período en que un grupo de conquistadores llamados manchúes derrotaron a la dinastía Ming y forzaron a los hombres a llevar un estilo de peinado conocido como “coleta”. Consistía en una larga trenza que caía por la espalda junto con una frente rapada. Quien se arrancaba la cola demostraba una actitud de rebeldía contra el gobierno.
10. Las monedas chinas se transportaban con cuerdas
Durante muchos siglos, las monedas de la China tenían un diseño circular con un agujero en el centro que simbolizaba el cielo y la tierra. La forma más sencilla de transportarlas era con cuerdas que se pasaban por el orificio. Las monedas se hacían de bronce y latón, aunque se usaban también otras aleaciones de cobre para darles forma.
11. Los antiguos chinos se consideraban descendientes del dragón
Cuando se realizó el hallazgo de los primeros huesos de dinosaurios, los antiguos chinos creían que eran restos de dragones y les atribuyeron dotes divinas. Con el tiempo, los emperadores se identificaron con esta criatura mítica y se referían a sí mismos como “los descendientes del dragón”. Su contraparte era el ave fénix, a la que se relacionaba con la emperatriz china, ya que poseía cualidades femeninas.
12. Conservaban sus excrementos en las letrinas para cerdos
Se presume que los chinos, para fertilizar la tierra, usaban sus propios excrementos, que acumulaban en las letrinas para cerdos. Estos animales consumían tanto desechos humanos como domésticos, por lo que eran perfectos compostadores naturales. El estiércol salía casi sin olor, por lo que los campesinos lo usaban para el tratamiento del suelo una o dos veces al año.