12 Encuentros que la gente no puede olvidar, pase el tiempo que pase

hace 10 horas

Algunas personas pasan por nuestras vidas como sombras: apenas se notan, se olvidan fácilmente. Pero de vez en cuando, un encuentro deja huella. Tal vez fue algo que dijo un desconocido, un pequeño acto de amabilidad o simplemente la forma en que la gente apareció en el momento adecuado. Estos son los encuentros que la gente no puede olvidar, por mucho que pase el tiempo.

1.

“Tenía 18 años, acababa de mudarme sola a Nueva York e intentaba adaptarme al estilo de vida de allí (venía de una pequeña ciudad del sur). Era la primera vez que utilizaba el tren y no tenía ni idea de cómo comprar una tarjeta de metro.
Así que estaba de pie ante la única máquina que funcionaba, con una fila de gente detrás intentando comprar una tarjeta, y estaba un poco frenética porque sabía que había gente esperando. La gente de la fila empezó a gritarme. Rompí a llorar, lo que me puso aún más nerviosa.
Un hombre salió de la fila y le dijo a todo el mundo que se calmara. Se acercó, me enseñó paso a paso lo que tenía que hacer y me pagó una tarjeta de 12 viajes. Me dio una palmadita en la espalda y me dijo: ‘La próxima vez que alguien te grite, devuélvele el grito y te dejará en paz’.
En ese momento, no me sentí tan sola. Sin su amabilidad y orientación, probablemente no me habría quedado allí arriba ni habría vivido todas las grandes experiencias que viví.” © Wiffle_***** / Reddit

2.

“Cuando tenía unos 12 años, fui a una librería con mis primos. Compramos unos cuantos libros, salimos y empezamos a leerlos. Un viejo nos miraba fijamente, pero al cabo de unos 10 minutos, se levantó del banco y entró en la librería.
Salió unos cinco minutos más tarde con tres tarjetas regalo, se acercó a nosotros con una sonrisa y dijo: ‘Me encanta ver leer a los niños’ y nos dio a cada uno una tarjeta regalo de 20 dólares. Nunca me había sentido tan sorprendido y emocionado”. © GabeTheNerd / Reddit

3.

“Acababa de quedarme sin trabajo y la tarjeta de mi padre había desaparecido. Él estaba esperando en el banco, sin comida, viviendo en una autocaravana destartalada. Se me habría ocurrido algo. Nunca dejaría que él pasara hambre. Justo cuando casi se le saltaban las lágrimas al hablarme de ello, alguien llamó a la puerta.
Una señora tenía comida para alguien en una caravana, pero esa gente había abandonado el aparcamiento, y quería saber si mi padre necesitaba algo. (Algún tipo de organización local de ayuda mutua). Había de todo, desde alimentos enlatados hasta carne fresca, leche y pasta. De todo.
Lo había comprado con su propio dinero y no quería que se desperdiciara. Nunca olvidaré el momento, ni su generosidad”. © punt4stic / Reddit

4.

“Cuando estaba en la universidad, volvía andando a mi departamento y empezó a llover a cántaros. Me estaba empapando y, por supuesto, me quedé atascada en un paso de peatones.
De repente, dejó de llover a cántaros, levanté la vista y vi un paraguas que me había puesto una chica detrás. Me acompañó hasta mi casa y se marchó. Nadie había hecho algo tan bonito en mi vida, me quedé de piedra”. © notafilmmajor425 / Reddit

5.

Durante tres noches seguidas vi el mismo coche negro cerca de mi edificio. Pensé que solo estaba siendo paranoico. Pero luego, la cuarta noche, alguien llamó a mi puerta. Había un hombre de pie, y trató de explicar, que todo lo que mi madre me dijo ese día era una completa mentira.
“Soy el esposo de tu madre”, dijo. “Tenemos que hablar.” Casi se me paró el corazón.
Hace un año, cuando encontré a mi madre biológica, me cerró en banda. “Olvídate de mí. Si mi marido se entera, lo pierdo todo”. Me fui destrozada, pensando que yo era su vergonzoso secreto.
Pero ella mintió. Él la oyó una noche, contándole a alguien una historia sobre mí. Furioso, se enfrentó a ella. Ella se negó a ceder. Así que hizo lo que ella no quiso: me encontró.
Me entregó un sobre. Dentro: dos niñas sonriendo en fotos, mis hermanastras. “Pensé que debías saberlo”, me dijo. “Tienes familia. Y siempre serás bienvenida”. En una sola visita, un desconocido me dio algo que mi madre nunca pudo darme: la verdad... y una puerta a una vida que nunca supe que tenía.

6.

“Tuve una extracción de muela del juicio y estaba bastante asustada por la anestesia. Me entró pánico y me aterroricé. En ese momento, mi mente se asustó y correlacionó que me pusieran a dormir permanentemente.
Una señora que estaba asistiendo al procedimiento me tomó de la mano. Me sentí tan sorprendida y segura. Hacía mucho tiempo que nadie me consolaba. Fue un shock.
El pulsómetro al que me conectaron probablemente delataba lo asustada que estaba, pero en aquel momento pensé que me había leído el pensamiento. Me sorprendió que alguien se diera cuenta de que no me sentía bien porque estaba muy atrapada en mi cabeza, y se me daba bien ocultar mi miedo.
Realmente no tenía que hacer nada. De todas formas, me iba a dormir enseguida, y aun así me consoló con un pequeño gesto como tomarme la mano. Recuerdo que lloré un poco cuando lo hizo.
Todo se desató en ese momento y no pude mantener la calma. Hacía mucho tiempo que no lloraba delante de otra persona”. © stray_cat_208 / Reddit

7.

“Cuando tenía 16 años, había llevado al cine el viejo Pontiac Bonneville de mi madre, y tenía tanta prisa que se me olvidó apagar las luces. Cuando salí, el coche estaba sin vida, pero alguien dejó unos cables de arranque en el capó con una nota que decía: ‘Espero que llegues bien a casa’.
Nunca lo he olvidado. Desde entonces, intento devolver esa amabilidad como puedo”. © ****_**** / Reddit

8.

“Iba a un Starbucks a comer con un amigo que conocí hace días. De repente, un desconocido de más o menos mi edad me preguntó cómo ir exactamente a ese mismo sitio, así que le dije que yo también iba y entablamos conversación mientras caminábamos.
Cuando llegamos al Starbucks, nos sentamos en mesas diferentes y esperé a mi amigo. No aparecía (porque había tenido algunos problemas, y finalmente no pudo ir). Le pregunté al desconocido si podía comer con él, y aceptó. Ahora somos amigos y a veces hablamos por el móvil”. © GrandJack23 / Reddit

9.

“Después de que mi madre dejara a mi padre, las cosas se pusieron difíciles para ella. Se acercaban las Navidades y mi madre se esforzaba por encontrar la manera de decirnos a mi hermana y a mí que Papá Noel no iba a venir a casa este año, que no habría regalos. Ni siquiera tenía cena de Navidad para darnos de comer en Nochebuena.
No encontró la manera y nos mandó a la cama. No puedo ni imaginar lo que debió sentir, sabiendo que por la mañana tendría que enfrentarse a dos jóvenes caras de decepción que no serían capaces de entender. Todavía se me saltan las lágrimas al recordarlo.
Sobre las once o así, alguien llamó a la puerta para explicar que un buen samaritano anónimo se había dado cuenta y había apadrinado a nuestra familia por Navidad. Regalos, adornos, una cena de Navidad completa, todo descargado y traído a casa mientras mi hermana y yo dormíamos y mi madre lloraba. Ni siquiera nos dimos cuenta.
Siempre apreciaré a esa persona. No porque recibiera mis regalos, sino porque mi madre es una de las personas más amables, fuertes y trabajadoras que he conocido, y le estaré eternamente agradecida por haberse ahorrado la responsabilidad de explicarnos que ese año no había Navidad.” © Arching-Overhead / Reddit

10.

“Hace años, luchaba por pagar el alquiler y comprar comida. Un día, mi amigo Iván vino a visitarme y me preguntó si podía beber algo, y le dije que había agua fría en el frigorífico. No se dio cuenta de que no tenía más que un galón de agua en el frigorífico. Miró en el congelador, luego en los armarios y vio que estaban vacíos.
Pensé que estaba buscando una taza. Me dijo: ‘Espera, ahora vuelvo’. Volvió unos 30 minutos después con varias bolsas de comida. Nunca lo olvidaré y siempre le estaré agradecido”. © Xv********X / Reddit

11.

“Pasé apuros durante un tiempo después de la universidad y de ser madre soltera. Estaba en una tienda económica tratando de conseguir comida barata para la cena y mi hija me pidió una barra de chocolate, le dije que no nos la podíamos permitir y el hombre que estaba detrás de mí me oyó.
Y cuando salimos de la tienda, me dijo discretamente ‘toma’ y me dio un billete de 20. Me dijo que le comprara el chocolate y lo que hiciera falta. Lloré de verdad”. © ShandiAppletini / Reddit

12.

“Cuando tenía 9 años, mi madre falleció repentinamente. Su último regalo fue una bola de nieve con forma de bailarina. La conservé intacta durante más de 20 años. El mes pasado, mi hija la vio en una estantería. La agitó y algo sonó. Nunca me había pasado.
Curiosa, abrí la base y allí estaba: una pequeña tarjeta de memoria. Nadie sabía que estaba ahí, ni siquiera mi padre. Encontré un adaptador viejo y la introduje. Era la voz de mi madre. Me estaba leyendo mi cuento favorito... y luego me contaba recuerdos, chistes y consejos.
Terminó diciendo: ‘Un día, que tus hijos también escuchen esto. Para que me conozcan’. Ahora mi hija lo escucha todas las noches. Ninguno de nosotros lo sabía. Y todavía me dan escalofríos al pensarlo”.

Puede que nunca sepamos sus nombres o dónde han ido a parar, pero estos encuentros perduran en nuestras mentes, a prueba de que incluso la conexión más breve puede resonar durante años. Y a veces, ese momento es todo lo que se necesita para dejar una impresión duradera.