12 Hábitos de los demás que irritan más que un chicle en la suela

Psicología
hace 1 mes

Cada día nos encontramos, queramos o no, con una gran cantidad de personas, la mayoría de las cuales vemos por primera y última vez. El transporte público, la calle, los edificios de oficinas, las tiendas y los restaurantes: todos estos espacios deben compartirse con otras personas. No es sorprendente que en tales circunstancias nos irriten pequeños detalles que, de otro modo, pasarían desapercibidos.

Usar perfume en exceso

El mundo moderno está lleno de diversos aromas. Todo huele, desde el jabón y el detergente para platos hasta la ropa nueva. Esto ha provocado una nueva plaga: la alergia a los olores.

La mayoría de los aromatizantes son de base sintética. Por lo tanto, no se debe ser demasiado severo con aquellos que se retuercen de disgusto o estornudan al percibir tu nuevo perfume. Las personas piensan que los olores intensos los hacen más atractivos, cuando en realidad solo irritan. En muchos países, el uso de perfumes fuertes en lugares públicos se considera de mala educación. En las oficinas, se pide amablemente a los empleados que no usen tales productos en el trabajo.

  • Odio los perfumes. Creo que el olor del cuerpo limpio es mucho más agradable. Así que, si alguien quiere acompañarme, por favor no use perfume. Al menos así no me dolerá la cabeza. © Sabrina Deep / Quora

Ver videos en el teléfono en lugares públicos

Hay un conjunto de reglas no escritas sobre cómo usar el teléfono móvil sin molestar a los demás. Las conversaciones en voz alta, ver videos o escuchar audios en público son violaciones flagrantes de estas normas.

¿Por qué nos molestan las conversaciones telefónicas, pero no las charlas entre desconocidos? Simplemente, porque en el primer caso escuchamos solo una parte de la conversación y automáticamente tratamos de descifrar toda la historia. Esto ocurre de manera involuntaria. Y escuchar conversaciones ajenas no está bien. Así que nos obligan a romper las reglas, lo cual naturalmente irrita.

Otra molesta costumbre es responder a alguien sin despegar la vista de la pantalla del teléfono. Esto irrita especialmente a nuestros familiares y colegas. Cuando alguien no te mira a los ojos mientras habla, es desconcertante. Durante una conversación, nuestros ojos tienden a centrarse en esa parte del rostro.

Ignorar la privacidad en el baño público

Existe una etiqueta especial que regula las normas en los baños públicos. Primero, no se debe usar el teléfono móvil en estos lugares. No solo es antihigiénico, sino que los sonidos alegres de un juego o fragmentos de una conversación provenientes del cubículo contiguo pueden ser exasperantes.

En segundo lugar, no se debe cepillar el cabello agitando la melena por todos lados o limpiar la ropa de pelusas de manera meticulosa. Es una escena desagradable. Además, la persona suele ocupar el lavabo por mucho tiempo, obligando a los demás a buscar un lugar para lavarse las manos.

Tomar horas eligiendo productos en la tienda

Algunos compradores y clientes irritan a los demás. El simple olvido o la indecisión, que en algún momento nos afecta a todos, se convierte en motivo de quejas en la fila. Cada persona tiene el derecho de elegir tranquilamente lo que necesita o de olvidar lo que planeaba comprar.

Lo que realmente nos irrita son los rasgos que también tenemos, pero que tratamos de negar.

  • Llega mi turno en la farmacia y olvido por completo el nombre del medicamento. Un vacío en la mente. La fila murmura. Compré antiséptico. Salí y de repente lo recordé. Entré corriendo gritando "¡Lo recordé!" y pedí que me dejaran pasar. La fila ya no murmuraba. Se reía. Me aconsejaron comprar pastillas para la memoria y un cuaderno con lápiz.

Caminar en grupo por la acera

Cuando salimos a caminar con amigos, queremos charlar y discutir los últimos eventos. Pero esto no es conveniente para otros peatones, que tienen que ingeniárselas para bordear al grupo sin empujar a nadie. Pararse en medio de la acera también irrita a los demás.

Otra molestia es enviar mensajes de texto mientras caminas. Un peatón distraído puede chocar con objetos en movimiento o estáticos: otras personas, autos estacionados y postes. Si necesitas enviar un mensaje urgente, es mejor apartarse y dedicarle unos minutos.

Usar mensajes de voz

A veces, los demás nos obligan a romper las reglas, y a menudo es por los mensajes de voz. Le escribes a alguien para hacerle una pregunta y te responde con un mensaje de audio. Puede ser porque no le es conveniente escribir en ese momento, pero muchas veces simplemente es pereza. Esto puede causar situaciones incómodas. Necesitas escuchar la información, pero hacerlo en compañía de otros es inapropiado.

  • Una vez en el trabajo, necesitaba averiguar algo importante sobre un cliente en su presencia. Envié un mensaje de texto a un colega y recibí un mensaje de voz en respuesta. Tuve que disculparme y apartarme para escucharlo, lo que generó sospechas en mi interlocutor.

Preguntar “¿Cómo estás?”

Una de las preguntas más irritantes es “¿Cómo estás?” No se espera otra respuesta más que “Bien” o “Normal”. Es solo una forma simple de iniciar una conversación y una cortesía. Algunas personas toman esta frase demasiado literal y responden extensamente, lo que desconcierta al interlocutor. Otros ignoran la respuesta y se apresuran a comunicar lo que les interesa.

Los científicos recomiendan evitar estas fórmulas si se desea una comunicación fructífera. Es mejor preguntar: “¿Qué planes tienes para el fin de semana?” o algo similar, lo que muestra interés y participación. O simplemente decir “Hola”.

  • Creo que es la frase más inútil del mundo. La persona que pregunta “¿Cómo estás?”, generalmente no está interesada en la respuesta. Y quien responde rara vez dice la verdad. © Choogek Lee / Quora

Levantando las cejas, poniendo los ojos en blanco y suspirando

Parecería que la forma más simple de ofender a alguien es decir algo desagradable. Pero la expresión facial puede tener un efecto igualmente poderoso. Labios apretados, cejas levantadas y suspiros significativos provocan muchas emociones, ya que la persona no expresa sus sentimientos en voz alta, solo insinúa, permitiendo al interlocutor adivinar las razones y la intensidad del descontento.

Poner los ojos en blanco es aún más grosero. Se considera una demostración de desprecio o desconfianza. Esta expresión facial puede indicar también problemas en la relación. Por lo tanto, debe usarse con mucho cuidado.

  • A veces, las personas suspiran involuntariamente, en respuesta a sus propios pensamientos o sueños. Pero la mayoría de los interlocutores perciben estos suspiros como una grosería. Un suspiro puede interpretarse como condescendiente o lleno de decepción e insatisfacción.© Benecya Jackson / Quora

Usar chicle de manera inapropiada

Se ha dicho mucho sobre los beneficios y perjuicios del chicle. Pero un hecho es indiscutible: ver a alguien masticar enérgicamente puede irritar a muchos. Especialmente si la masticación va acompañada de ruidos fuertes. Esto es solo una cuestión de tradiciones culturales. En la civilización occidental, masticar ruidosamente se considera grosero, mientras que en Oriente es una muestra de respeto.

El chicle ayuda a refrescar el aliento y eliminar bacterias (siempre que no contenga azúcar). Pero su uso frecuente puede causar problemas en la mandíbula. Además, los científicos sugieren una posible relación entre el masticar constantemente y las migrañas. Así que no se debe abusar del chicle.

Hacer clic con el bolígrafo

Crujir las articulaciones, hacer clic en el teclado, masticar y hacer clic con el bolígrafo: las personas que se irritan con estas cosas suelen tener una sensibilidad especial a los sonidos, conocida como misofonía. Tienen una mayor actividad en la corteza insular frontal del cerebro. Cualquier ruido desagradable provoca un aumento repentino de adrenalina en la sangre.

Combatir la misofonía es difícil, pero posible. La forma más simple es crear una lista de reproducción relajante y usar auriculares en lugares públicos. Así se pueden evitar los sonidos irritantes sin ofender a los desconocidos.

Usar muletillas en el habla

Todos utilizamos palabras de relleno para condimentar nuestro discurso. A la gente le incomodan los silencios en las conversaciones y, para evitar la incomodidad, insertan diversas frases sin sentido. Cuando su cantidad es razonable, apenas se nota. Pero si el habla de una persona está llena de estas construcciones, empieza a irritar.

En eventos formales, este hábito puede jugar una mala pasada. Una persona que usa muletillas parece incompetente y poco profesional. Es posible eliminar esta costumbre. Primero, graba tu discurso en audio o video. Esto ayudará a identificar las palabras que deben excluirse o reemplazarse. Y se recomienda memorizar los discursos públicos al principio.

  • Trabajo en una escuela y me irrita muchísimo cuando alguien usa constantemente la frase “Bueno, ya sabes”. A veces no aguanto y respondo: “No, no sé”. © Donna F Hammett / Quora

Fotografiar la comida

Te reúnes con amigos en un restaurante para charlar y cenar. Los platos están sobre la mesa, todos mirando con ansias la comida, cuando de repente alguien exclama: “¡No toquen nada! ¡Primero tengo que tomar fotos!” Y te sientas ahí, tragando saliva y esperando a que termine de tomar sus fotos.

Este comportamiento no solo irrita a los demás. Puede que la persona esté tan obsesionada con la comida que significa más para él que sus amigos y la conversación. Esto no solo entristece a los seres queridos, sino que puede llevar a trastornos alimentarios.

  • Creo que la razón de esta moda es simple: la gente solo quiere provocar envidia en los demás. © Donna Grant / Quora

¿Y qué pequeñas cosas te irritan a ti más que nada?

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It’s a great reminder of the small behaviors that can affect our interactions with others and the importance of being mindful of our actions.

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