Hoy en día, parece que vivimos siempre pendientes de lo que los demás piensan de nosotros. Nos preocupamos tanto por encajar que casi da miedo mostrar nuestra verdadera cara ¿Y si no tenemos el cuerpo “perfecto”? ¿O si nuestras aficiones son raras, nuestras manías demasiado evidentes o nuestra pareja no encaja en los ideales de alguien más? Es hora de dejar atrás esa absurda vergüenza. La perfección que nos venden a diario, no es más que un mito y no hay que sentir culpa por no parecernos a ese modelo imposible. Nuestra imperfección es lo que nos hace humanos, y eso ya es más que suficiente.
1. Nuestras escogencias de ropa no definen quién somos. Lo importante es sentirse bien consigo mismo
2. Cuando hay muchas delicias en la mesa, restringirte es una forma segura de ponerte de mal humor
3. No importa si tu familia no se ajusta al modelo de familia de otra persona, la gente siempre opinará sobre lo que no conoce
4. Tenemos derecho a decir que no. Si algo nos incomoda o no es de nuestro agrado, no hay por qué aceptar, para agradar a los demás
5. Tener en cuenta las convenciones y los estereotipos es limitar deliberadamente tu felicidad
6. Hacer compras tontas y espontáneas no es tan malo como mucha gente piensa. A veces hay que experimentar para aprender
7. Puedes ser todo lo maduro y serio que desees, pero a veces puedes querer tontear. Así que no te niegues esa parte
8. Si no quieres cruzarte con gente molesta, no tienes por qué hacerlo. No tenemos que ser amables con todo el mundo
9. La limpieza en nuestra casa no tiene que convertirse en algo esclavizante. Es normal tener uno que otro espacio desordenado o sucio
10. Si la introversión es tu forma de ser feliz, no importa qué opinen los demás al respecto
11. Hay un niño en cada adulto y no hay necesidad de esconderlo en ningún sitio
12. No importa lo que los demás piensen de ti. No puedes adivinarlo, y es imposible que le gustes a todo el mundo
13. Las emociones son naturales. Guardarlas no lo es
¿De qué cosas dejaste de avergonzarte a medida que madurabas?