Las fotos familiares antiguas son como pequeñas ventanas al pasado. Captan momentos que hace tiempo que se convirtieron en recuerdos. A veces, una sola mirada a una foto amarillenta puede evocar toda una oleada de emociones. No son solo imágenes: son la historia viva de nuestras madres y abuelas.
“Y mamá advirtió: ’¡Nada de confeti!’”
“Mi madre de viaje, años 80”
“Mis abuelos el día de su boda en los años 50”
“Mi madre (27 años) y mi abuela (48 años)”
“Mi abuela preparándose para conquistar la ciudad, 1965”
“Mi abuela tiene 92 años. Y cuando tenía 19, le envió esta foto a mi abuelo, su novio”
“Su padre se enteró, se enfadó y la obligó a escribirle para que le devolviera la foto”.
“Me encanta esta foto de mi madre, 1999”
“Mi abuela en los años 50”
“Mi madre a mediados de los 70”
“Mi abuela a finales de los 60 en Arizona”
“Mi abuela de vacaciones en una Harley, años 60-70”
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