Mi perrita snauzer salvo mi vida y la de mi hijo.. Hubo un corto circuito en la habitación donde dormíamos a las 2 am Miranda,ladraba y ladraba, la oía,mas no despertaba yo....al final se puso debajo de mi cama y lamia mi mano y ladraba fuerte. Desperté...el humo era asfixiante,el fuego subía por la pared....desperté a mi hijito.Hoy le debo la vida a Miranda...aun es una perrita joven...
14 Mascotas que merecen todos los galardones posibles por su valentía e inteligencia
A menudo no nos tomamos en serio a nuestras mascotas, percibiendo sus ladridos como un ruido sin motivo aparente y sus maullidos como lindos balbuceos carentes de sentido. De vez en cuando, el comportamiento de los perros, gatos y otras mascotas nos resultan cuanto menos extraños e incluso, en ocasiones, ridículo. Pero se puede encontrar una gran cantidad de pruebas que demuestran que los animales son verdaderos amigos de los humanos, capaces de sacarte de un apuro en una situación difícil.
Genial.guru considera que la posibilidad de tener una mascota ya es un gran regalo del destino. Los protagonistas de nuestra recopilación de hoy contaron cómo sus mascotas resultaron ser amigos fieles y un día llegaron a tiempo para ayudarlos.
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Un día, me fui a pasear con mi perra Mollie. Caminaba por el fondo poco profundo de un lago, cuando de repente mi pie se quedó atrapado en el barro. Maldiciendo a todo a mi alrededor, di otro paso más y mis pies se hundieron en el lodo hasta los tobillos. Me quedé atrapada sin poder salir. Miré a mi perra, susurrando: “Mollie, ¿qué hago?”. Mirándome a los ojos, Mollie se inclinó hacia adelante y bajó sobre su barriga. Ella, torpemente, se empezó a mover con las patas hundiéndose en el barro, arrastrándome por el lodo. Al final, pude agarrarme a las raíces y subir a una presa. Había oído que los perros no son mucho más débiles que una persona, aunque esta pesa tres veces más. Ahora creo que estoy convencida de eso. © Cathy Raiser / quora
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Mis tíos, que vivían en un pueblo, tenían un pastor caucásico llamado Bisonte. Un día, cuando yo paseaba por el pueblo con mi hermana menor en invierno, por poco nos ataca una jauría de perros callejeros. Cuando esta multitud de perros salvajes se dirigió hacia nosotros, pensamos que teníamos que prepararnos para proteger, al menos, nuestros rostros. Pero de repente, detrás de nosotros, a lo lejos, apareció Bisonte, que corría en nuestra ayuda. Al acercarse a nosotros, cuando ya estábamos casi rodeados por la banda de perros, este, con su feroz aspecto, lanzó rugidos y ladridos, alejando así a los canes vagabundos. Tras esto, nos siguió durante todo el paseo. © Daniil Chugaev / TheQuestion
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Mi perro, enseguida, sintió aversión por un chico que había conocido por Internet. Estuvo sentado entre nosotros cuando teníamos una cita y un par de veces comenzó a rugirle. Al día siguiente leí en el periódico que este chico había sido arrestado. © Denise-Breton-Gendreau / quora
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Alquilamos un departamento en una zona conflictiva donde a menudo sucedían cosas de todo tipo. Nuestro gato siempre está sentado al lado de la ventana y una vez me di cuenta de que empezó a ponerse nervioso. Me acerqué y vi cómo a un hombre mayor lo atacaban dos personas, que más tarde se descubrió, eran ladrones. Salí corriendo, lo ayudé, la víctima me lo agradeció. Desde entonces siempre observo a mi gato: ya salvé a una joven, una adolescente, una abuelita, una madre con su hijo y a mi propio hermano. © Escuchado por casualidad / vk
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Hace 17 años se produjo el siguiente caso: mi madre me dijo que vigilara en la calle a mi hermano menor, que por aquel tiempo tenía un año y medio. Siendo una niña de 6 años, por supuesto, fingí vigilarlo. Mi madre salió para ver cómo estábamos y se quedó de piedra cuando se dio cuenta de que el pequeño no estaba. Fuimos presas del pánico sin saber dónde podría estar el niño: muy cerca había una autovía muy peligrosa. Nuestro perro Aza vino a ayudarnos, que empezó a morder mi pernera tirando en la dirección opuesta a la que nos dirigíamos llamando y buscando a mi hermano. Hice caso a Aza y corrí tras ella. Cuando llegamos corriendo, mi hermano estaba sentado al lado de la carretera que conducía a las afueras de la ciudad. © Evgeniya Dolgaya / TheQuestion
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Mi madre tenía un absceso grande y muy doloroso en la zona de la axila. Ella dormía con el brazo levantado porque le dolía mucho. Nuestra gata, siendo todavía una felina muy joven, se le acercó, se tumbó con su barriguita sobre la herida y durmió así casi toda la noche. A la mañana siguiente todo había desaparecido. La gata murió hace más de 10 años, pero todavía la recordamos. © Olga Babkina / TheQuestion
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La historia de mi abuela. Ella tenía un gato británico. Feroz: arañaba y mordía sin parar. Una vez, mi abuela se sintió mal, subiéndosele la presión. No le dio tiempo de alcanzar el teléfono porque se desmayó. El gato se le acercó y comenzó a morderle la mano. De esta manera, consiguió que recuperara la conciencia, así fue como pudo llamar a una ambulancia. El gato vivió otros 5 años más, a pesar de que una vez lo atropelló un automóvil. © Rinata Iskanderova / TheQuestion
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Una vez, invité a un chico a nuestra casa. Por lo general, mi gata está acostumbrada a los desconocidos porque yo estudio en casa, pero algo salió mal. Aunque este parecía normal, mi gata saltó sobre él en cuanto se agachó y lo mordió. Nunca había visto algo así antes. Pero más tarde me enteré de que este chico sufría de un trastorno límite de la personalidad. Mi gata no se equivocó y comencé a mantenerme lejos de él. © Manuela Heinzel / quora
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De mi ex, me separó su perro. Todo iba bien durante un tiempo hasta que este mordió el cable de mi laptop. El chico no solo se negó a pagarlo, también rechazó colaborar en su reparación. Después de la computadora portátil, le llegó el turno a mis auriculares caros que me habían regalado por mi cumpleaños. Luego, zapatos nuevos. Y cada vez, en vez de compensar o ayudar, mi novio de entonces me decía: “Son TUS cosas, es tu culpa por no haberlas vigilado bien”. No guardaba rencor al perro por lo ocurrido: era responsabilidad del dueño por no haberlo adiestrado correctamente. Lo dejé y no me arrepiento. Gracias al perro por ayudarme a abrir los ojos. © Escuchado por casualidad / vk
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Tengo diabetes de tipo 1. Una noche, mientras dormía, mi nivel de azúcar en sangre bajó tanto que estaba al borde de sufrir un ataque. Tenía dificultad para respirar, me salía espuma de la boca. Mi perro se despertó y comenzó a lamerme la cara para hacer más fácil mi respiración. Pronto, se despertó mi esposa y me trajo jugo de naranja. Lamentablemente, nuestro perro falleció hace varios años. © DarthContinent / reddit
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En mi infancia, cuando tenía 2-3 años, sufrí graves quemaduras: el 70 % de mi cuerpo. Tuve que volver a aprender a caminar, me movía cojeando como podía. Pero tenía un amigo fiel que me ayudó a recuperar el equilibrio: mi caniche. Caminaba conmigo sobre sus patas traseras, mientras que yo lo agarraba por la pata delantera. Ahora el perro ya no está conmigo, pero siempre lo recuerdo con cariño. Y, en general, me gustan mucho los canes. © Escuchado por casualidad / vk
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Un conocido mío, simplemente, odiaba a los perros. Cuando pasaba junto a ellos, podía hacer un gesto desagradable y luego, además, gritar el resto del día que son animales estúpidos e inútiles. Así fue hasta que un día acabó bajo los escombros. Un edificio enorme se derrumbó y él resultó ser uno de los pocos sobrevivientes. Entonces, lo salvó un perro llamado Dan. ¿A qué se dedica este hombre ahora? Está educando a su propio perro, trabajando en un centro de perros guía. Así fue como un solo animal cambió drásticamente la vida de una persona. © Escuchado por casualidad / vk
En tu vida, ¿ha habido casos de este tipo de comportamiento heroico de mascotas? Cuéntanoslo en los comentarios, queremos conocer la historia y sus protagonistas.
Comentarios
Mi gato me cuadra y pide ayuda con la migrañas
Se que los animales tienen instintos
Tengo una historia para compartir, en 2011 fui mama de mi.primer hija Milagros, en ese momento tenia 3 perros y una gatita, rescatada de la.calle con algunas complicaciones, ya hacia 2 años la teniamos, nacio Mili y ella era muy celosa no se acercaba a la bebe, pasado el mes de nacida empece a notar q mi gatita se recostaba sobre el.pecho de Mili o sebre su cabecita, comence a observar a Mili y me di cta q hacía movimientos extraños, consultamos con el neurólogo y resultó q ella convulcionaba, Mili tiene una paralicis cerebral, de no haber sido por mi gatita no me hubiera dado cuenta de sus convulciones, por que eran tonico clonicas focalizadas en determinadas partes de su cuerpito, muy diferente a lo q uno conoce habitualmente, le estoy muy agradecida porq pudimos comenzar a tratarla a tiempo..
Cuando era adolescente,unos 14 años aprox., me regalaron un perrito el cual con el tiempo recibió muchas críticas por su aspecto por parte de familiares y amigos... el dormía en el patio el cual tenia todas las comodidades, en fin una noche cuando el perrito ya era adulto nos despertamos por los ladridos tan fuertes y golpes que realizaba a la pared que da a mi cuarto así que me de desperté y me asomé por la ventana; resulta que el cobertizo del patio (muy pequeño) se estaba incendiando y entre el cobertizo y mi ventana que no esta tan lejana había un tanque de gas lleno (que por descuido lo habían dejado allí y no en su sitio), comprenderán mi susto y vi como el perro estaba tan desesperado que hasta ladraba al tanque de gas, en ese momento corrí al cuarto de mis papas y di el aviso (tenía 16 años); salimos corriendo, yo agarré al perro, mi papá movió el tanque de gas y mi mamá conectó la manguera para apagar las llamas...en unos 10 min ya estaba todo controlado por mis padres...si no hubiera sido por Beethoven el tanque de gas hubiera explotado y yo no hubiera sobrevivido...nunca olvidaré este acto heroico de mi perro.